Todo comenzó con un representante que creyó en ‘El guardián invisible’, a diferencia de aquellos que argumentaban que misterio y mitología no iban a funcionar juntos, y acudió al mercado cinematográfico del festival de Cannes. Allí recibió una visita de los productores de la trilogía ‘Millenium’ en busca de un nuevo thriller, tras el éxito que les habían dado las adaptaciones de Stieg Larsson. Años después de aquel hecho, Elizondo se ha convertido en plató del rodaje más ambicioso del cine en España.
Doce de la de mañana en Elizondo. Un nutrido grupo de periodistas nos reuníamos junto al Ayuntamiento, decidiendo cómo se llevaría a cabo el photocall de los protagonistas de las dos nuevas entregas de la ‘Trilogía del Baztán’: ‘Legado en los huesos’ y ‘Ofrenda a la tormenta’ (ver galería fotográfica al final del reportaje). La primera en llegar fue la escritora Dolores Redondo, demostraba estar feliz y emocionada de descubrir a sus personajes cobrando vida de nuevo. Tras el éxito de la primera parte y de todos los libros, Redondo se mostró muy agradecida con “este director y estos productores que me han dejado participar y que, aunque no tendrían que consultarme, me comunican muchos otros temas”.
A los pocos minutos, apareció en escena otro de los protagonistas de la mañana, el director de la película, Fernando González Molina, cuyos nervios por estar al frente de uno de los mayores retos de su carrera no le impedían mostrar una amplia sonrisa de satisfacción. Convertido en un cineasta clave para las grandes producciones españolas, González Molina se encuentra ante un reto inédito en nuestro país: “Rodar dos películas a la vez, dos películas complicadas y largas que nos llevarán 19 semanas y media de rodaje”. Realmente no sería acertado hablar solo de dos películas o del rencuentro de los protagonistas de la primera, ya que con ‘El guardián invisible’ “comenzó un viaje largo y profundo” en el que “hemos trabajado de continuo para que en cinco años estuviera terminada la trilogía”.
Esto es algo que sin duda van a conseguir, debido a que las fechas de estreno están cerradas para diciembre de 2019 y abril de 2020. Con citas tan próximas entre sí, los espectadores podrán sumergirse casi a la vez en este “viaje hacia la luz” que se inició con una obra intimista y oscura, para desembocar en un desenlace similar al de una gran “ópera”, como todo el equipo coincidió en definir la última parte de la saga.
La actriz Marta Etura y los actores Leonardo Sbaraglia y Carlos Librado ‘Nene’ llegaron con pocos minutos de diferencia entre ellos. Por separado y en grupo, todos los responsables de la obra, cada uno aportando su parte de autoría y personalidad, posaron antes de acudir a la sala de entrevistas, un espacio que también participaba de esa atmósfera de emoción y vida que transmitía el rodaje. Tanto Etura como Librado retomaban los personajes de la primera película. Además, en el caso de ella, la conexión todavía daba un paso más, ya que, al igual que Amaia Salazar, Etura acaba de ser madre.
Ambos comparten la visión de que este rodaje va a ser “duro” y un trabajo “emocional y físico” muy exigente. Etura explicó que Salazar es “una mujer que en la primera película es más frágil, pero que después de haber sido madre” ha ganado “seguridad y fortaleza” para enfrentarse a unos peligros muy asociados “con los conflictos personales de su propia familia”. Por su parte, Librado se vuelve a meter en la piel de Jonan Etxaide, mano derecha de Amaia que “intentará evitar” que su compañera se “desvíe de su profesionalidad” y conseguir que “vuelva a ser la que era”. Para él, este papel supuso la oportunidad más relevante de su carrera y la posibilidad de demostrar todo lo que puede ofrecer como actor, por eso reconoció que “Fernando va a estar siempre en mi corazón”.
En su conversación con los medios, Librado estuvo acompañado por la nueva incorporación a esta saga, Leonardo Sbaraglia, que aterrizó en el rodaje tras su participación en la última película de Pedro Almodóvar. Al igual que sus compañeros, Sbaraglia acudió a las entrevistas con una sonrisa imborrable en su rostro y, en su caso, también con una infusión de mate.
“Estoy encantada de trabajar con Leo, entendemos de forma parecida el trabajo y tenemos muy claro que son personajes que se desean y admiran, ambos tienen un lado oscuro”, de esta forma describió Etura su participación con Sbaraglia. El protagonista de ‘Intacto’ añadió que Markina es un hombre que “lo quiere controlar todo, pero realmente no controla nada”, en el fondo es un “personaje romántico”. A pesar de no conocer previamente la saga, Sbaraglia ha quedado gratamente sorprendido por el modo en el que “esta historia ha transformado y ha influido en esta tierra” y, fuera del relato, también por las frías temperaturas.
La visita al rodaje no podía terminar sin ver los entresijos de la filmación. De ello se encargó el director artístico Antón Laguna, ganador del Goya por ‘Palmeras en la nieve’. Laguna se puso las botas de lluvia para recrear el barrizal dejado tras la inundación que asola el pueblo en la película y que atraviesa impasible Amaia Salazar, una heroína que en un año volverá a las pantallas de todo el mundo.