Muchos son los elementos que hay que tener en cuenta en el mismo momento de crear o reformar una oficina. Partiendo de que es para el uso de personas que van a pasar unas 8 horas al día, 5 días de la semana… podemos pensar en calidad y confort del puesto de trabajo y en los elementos que ayudan a conseguirlos: el aprovechamiento de la luz natural, el tipo de climatización, si se trata de un espacio diáfano o de una suma de despachos cerrados, el ruído, e incluso en el tipo de materiales empleados tanto en estructuras como en mobiliario.
Curiosamente, teniendo en cuenta todo esto, no solo somos capaces de crear lugares de trabajo estéticamente agradables, sino que se genera un entorno de trabajo con las condiciones idóneas para mejorar la productividad. El trabajador se siente más satisfecho y se identifica más con la empresa.
Tendencias
Como explican Pereda-Pérez Arquitectos “se ha pasado de la oficina como elemento abstracto a un espacio mucho más caracterizado: la empresa quiere tener su espacio en el que se identifiquen sus valores como empresa y que los propios trabajadores se identifiquen con ese espacio”.
«El mundo tecnológico se supone como el valor al torero», Pereda-Pérez.
A partir de aquí, “la tendencia y la realidad es la del espacio oficina paisaje, espacio común de trabajo en el que puede haber unos espacios de reunión más específicos y algunos cerrados por la discreción de los temas que se hablan más que por jerarquía, aunque estos van unidos de la mano”, añaden. Su propio estudio de arquitectos, o Sertecq (recientemente terminadas), constituyen ejemplos de la puesta en práctica de estos criterios.
En cuanto a la transformación digital, la opinión de Pereda-Pérez Arquitectos es contundente: “el mundo tecnológico es un punto de partida. Se supone como el valor al torero. Es evidente, ya no se discute”.
Otro punto de vista es el del estándar ‘Passive house’ de consumo casi nulo, que tan bien conocen en VArquitectos. Este estudio ha notado un cambio radical de tendencia en los últimos 5 ó 7 años. Como dice Germán Velázquez, arquitecto en este estudio, “ahora la prioridad se centra en la eficiencia energética ligada al confort en esas oficinas”.
Velázquez reconoce que hacer oficinas como las que hacían antes es complicado y que ahora saben hacerlo mejor: con el estándar Passive house son capaces de reducir el consumo entre un 75% y un 80% hablando de climatización.
Es evidente que la factura no es lo único que mejora, ya que la creación de una oficina pasiva se consigue una temperatura constante con una mejor calidad del aire, lo que se traduce en confort para las personas, además de permitir una mayor libertad de diseño simplemente porque no hacen falta radiadores.
En cuanto a la distribución del espacio, German Velázquez dice que “los espacios cerrados son raros, depende del tipo de organización, si está muy jerarquizada, pero lo habitual es que las zonas de trabajo tiendan a homogeneizarse”. En su opinión, “es mucho más operativo trabajar en los espacios abiertos”.
“La prioridad se centra en la eficiencia energética ligada al confort”, Germán Velázquez.
Según la experiencia de VArquitectos “depende de las necesidades de cada cliente y el uso que le vayan a dar a la oficina”. Y lo muestran con un ejemplo: están inmersos en la creación de unas oficinas grandes en Cantabria donde el espacio va a ser compartido por unas 80 personas en una zona amplia común y diáfana. Esta sala se completa con una zona de dirección y salas de reuniones más cerrada, aunque muy acristaladas. También los materiales son a la medida de cada proyecto y de las necesidades de cada cliente.
Ya es un hecho que los despachos cerrados tienden a desaparecer, pero de momento parece tendremos que esperar más tiempo para que las salas de juego y descanso se conviertan en tendencia. Lo dejamos para empresas como Google.