Son los espacios en los que vivimos. Nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, los establecimientos que visitamos como comercios o restaurantes o incluso la consulta del médico. Su estilo arquitectónico, su diseño, su accesibilidad, su decoración, los colores utilizados… todo influye en nuestro estado de ánimo, en nuestro día a día. La decoración y el diseño además, se está convirtiendo en un tema de culto. Las estrategias del orden de Marie Kondo ha batido récords insólitos en los que el orden es toda una filosofía, un estilo de vida. O el feng shui, un antiguo sistema filosófico chino que establece unas directrices sobre el orden de los muebles para conseguir la armonía de las personas que lo habitan.
El diseño y la decoración es esencial, ya no solo en nuestros hogares. Cada vez más, las empresas y comercios renuevan sus caras para crear espacios más cómodos, confortables, accesibles, modernos y competitivos comercialmente hablando. Porque la imagen de una empresa es su tarjeta de presentación.
Según destaca Enrique Lizarraga, presidente del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior/ Decoradores de Navarra, el trabajo de los decoradores «consiste en mejorar la calidad de vida de las personas mejorando los espacios en los que vive. Nuestro entorno determina muchas veces nuestro estado anímico. Los espacios que frecuentamos transmiten sensaciones que pueden ser agradables o todo lo contrario. La calidad de los espacios en los que vivimos influyen en nuestra calidad de vida».
El período de crisis económica repercutió en la construcción y ello «también ha provocado un estancamiento en la evolución en diseño y decoración. Si hoy hablamos de tendencias, nos centraríamos en contenidos. Es decir, la adaptación a normativas, al empleo de materiales y sistemas que nos proporcionen una optimización energética. Esto sería lo que en estos últimos diez años ha cambiado más. Aquellos estancias con diferentes desniveles tan de moda en los años 70,, hoy es impensable», comenta Lizarraga.
Otra tendencia actual es el minimalismo, «no tanto por motivos artísticos, sino por motivos económicos. La gente tiene menos recursos para invertir y por ello, hay que buscar la mayor optimización. Además, antes las cosas se hacían para siempre. Ahora, sobre todo el diseño comercial, es más efímero, se realizan diseños más esquemáticos, más conceptuales y minimalistas».
Cuando hablamos de tendencias ya no hablamos de colores o materiales. «Ahora hablamos de unos planteamientos más técnicos. Hablamos de buscar funcionalidad, tanto en el hogar como en la oficina o en un comercio. Que el espacio esté aprovechado al máximo, que las circulaciones sean cómodas, que el producto que se expone se exponga de una manera adecuada y con calidad, que la iluminación sea adecuada, que las personas que acuden o trabajan en ese bar o comercio sientan esa sensación agradable de la que hablábamos antes… se busca la funcionalidad. Además, hay un gran interés por la optimización energética, utilizar materiales y recursos constructivos que nos permitan por ejemplo, el ahorro de costes en calefacción, en electricidad… etc.»
Por supuesto, la carga estética y de belleza no debe faltar…. Desde hace tiempo, hay una tendencia hacia los colores claros porque aportan luminosidad a los espacios y «porque como se suele decir, no cansan. Quién no recuerda hace décadas en casa de los abuelos esos papeles de damascos, paredes enteladas con colores oscuros y hasta lúgubres… Ahí ha habido un cambio radical. Ahora buscamos la luminosidad y los espacios abiertos». Cuando hablamos de comercios, señala Lizarraga, «se busca una cierta despersonalización en la decoración. Si se le da un carácter demasiado marcado a la decoración, se puede provocar que haya personas que se sientan identificadas y se sientan a gusto pero otras quizá puedan sentir cierto rechazo. Por eso, los colores claros también ayudan a crear un entorno más neutro en el que haya cabida a un mayor número de gente».
NAVARRA, REFERENTE EN DECORACIÓN INDUSTRIAL
Quizá muchos no lo sepan pero Navarra siempre ha sido un referente en diseño, una comunidad de vanguardia. Comos nos cuenta el presidente del Colegio de Decoradores, hemos tenido unos profesionales punteros que han tenido reconocimiento a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, la decoradora tudelana María Forcada que actualmente tiene 97 años, a la que recientemente le han concedido la condecoración de Alfonso X el Sabio que otorga el Estado. También Miguel Ángel Ciganda, decorador que trabaja a nivel internacional, o Andrés Laspalas… «personas que han marcado tendencia, siempre en vanguardia y que han contribuido a que Navarra sea un referente sobre todo en diseño industrial».
La profesión de decoradores y diseñadores de interior está regulada y exige una titulación obligatoria. El colegio se denominaba Colegio Nacional de Decoradores desde 1972. En el año 2000 se establecen los colegios territoriales, año en el que se crea el Colegio Oficial de Diseñadores de Interior/ Decoradores de Navarra. A lo largo de su existencia, se venía convocando el Certamen para otorgar el Premio de Diseño Interior. «Como consecuencia de estos años de crisis, dejó de celebrarse. Por eso, ahora que parece que vamos remontando, decidimos hacer una retrospectiva de estos últimos diez años que sirviera para llevar nuestro trabajo a la calle, para que la gente nos conozca mejor. Somos un colectivo pequeño y muchas veces desconocido».
Los premios se otorgaron de la siguiente manera. El Premio Diseño Interior 2018 fue para la obra de Máximo Ruiz de Larramendi, José Ramón Torrecilla y Asier Urra para el Restaurante Monjardín. El Accésit Comercios para el Supermercado Biecor de la autora Marian Torres y la colaboración de Fermín Garjón. El Accésit Viviendas fue para una reforma de piso de Andrés Laspalas, el de oficinas para el Estudio de Decoración-Espacio Expositivo de Inaxio Beloki, y Accésit de Otros Usos-Centros Sanitarios para la Clínica Dental Sainz de Murieta de Marian Torres y Fermín Garjón.
Lizarraga destaca así mismo, que los decoradores y diseñadores de interiores son los técnicos competentes para redactar proyectos y dirigir obras. «Recibimos formación artística que nos permite aportar ese valor añadido estético al espacio. Hay quien piensa que contratar un decorador es caro pero yo les aseguro que no, que sale barato porque nosotros optimizamos recursos».
Diseñar nuestros espacios, decorar nuestro entorno, mejorar nuestras sensaciones y sentimientos a través de elementos decorativos… tan de moda y a veces, tan desconocido… no sólo es mezclar muebles, materiales y colores. Es crear nuestro espacio vital.