sábado, 20 abril 2024

¡Error, el grupo no existe! ¡Comprueba la sintaxis! (ID: 20)

Dos formas de afrontar el futuro. Brexit duro o Brexit blando

De la elección de una u otra vía dependerá el tipo de relación que se establezca entre Reino Unido y la Unión Europea y, con ella, el devenir económico de ambos.


Pamplona - 29 junio, 2017 - 05:23

Citi - Londres

A día de hoy es una incógnita saber qué ocurrirá en dos años cuando Reino Unido deje oficialmente de formar parte de la Unión Europea. Nadie sabe a ciencia cierta qué estatus tendrá Gran Bretaña ni cómo serán las relaciones con ella. Esas dudas hicieron que surgieran ya desde el principio dos posibles fórmulas. Políticos y medios de comunicación las etiquetaron como Brexit duro y Brexit blando. Pero, ¿qué supone decantarse por una u otra vía?

“En un escenario de Brexit duro, Reino Unido fijaría sus propias normas de circulación de personas y nuevos aranceles para bienes de consumo”.

No existe una definición clara y unívoca, pero sí unas líneas básicas para designar cada alternativa. A priori, y en resumen, cabría decir que un Brexit blando permitiría al Reino Unido mantener una relación con la Unión Europea similar a la actual, aunque sin ser un Estado miembro. Por el contrario, un Brexit duro supondría una ruptura mayor, no sólo en materia de legislación, sino también en lo que se refiere a las relaciones económicas, políticas y de inmigración. Y la recién reelegida primera ministra Theresa May parecería estar más dispuesta a optar por esta última vía. De ser así, ¿qué supondría?

Las cuatro libertades, en la cuerda floja

Las relaciones entre los Estados miembros de la Unión Europea se caracterizan por un principio básico: libertad de circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Un Brexit duro pondría fin a todo ello. Supondría, por decirlo así, el cierre de fronteras. May ya anunció que quería un mayor control de la inmigración, para lo que elaborará un reglamento propio. Es partidaria de exigir un permiso de trabajo a aquellas personas que quieran entrar en el Reino Unido. Su objetivo es controlar el número de personas que acceden a suelo británico y, tal y como ha afirmado, “atraer a los mejores y más brillantes”.

“La primera ministra Theresa May busca un acuerdo bilateral en materia comercial, similar al mercado único”.

A las restricciones a las personas, se sumarían las comerciales. El Brexit duro pondría punto y final al mercado único. No habría libertad de circulación de bienes. Se establecerían nuevos aranceles y controles aduaneros. Más burocracia y más costes. Las primeras aproximaciones hablan de un incremento de los precios de un 10%.

Consciente de ello, May buscaría negociar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero basado en la Organización Mundial de Comercio (WTO). En la actualidad hay países como Noruega e Islandia que, aunque no forman parte de la UE, forman parte del Espacio Económico Europeo, pero como contrapartida deben cumplir con diferente legislación europea y permitir la libre circulación de personas. Y, a día de hoy, parece que Reino Unido no está dispuesto a estas concesiones.

Una cosa está clara, la salida del Reino Unido por esta vía supondrá que dejará de ajustarse a la legislación europea. Tampoco rendirá cuentas ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

El mercado único, la clave 

Frente a este escenario gris, el Brexit blando sería más parecido a una separación amistosa, en la que los aspectos económicos tendrían la clave. La posibilidad de tener acceso al mercado único es lo que determinaría una salida suave del Reino Unido. Ello le abriría las puertas a una libertad total de comercio con los Estados miembros, al igual que en la actualidad. Pero, como contrapartida, debería contribuir al presupuesto de la UE y ajustarse a sus leyes, así como garantizar la libre circulación de personas.

En la medida en que el acuerdo final se aproxime más a estos términos que a los anteriores, podría hablarse de Brexit suave. Pero lo cierto es que, al menos en sus planteamientos iniciales, Reino Unido parece optar más por una salida dura.

 

Fuentes:

Unión Europea-Mercado Único

Parlamento Europeo-Espacio Económico Europeo

Estudio sobre el Impacto del Brexit en la UE por Jacques PELKMANS investigador del Centro de Estudios Europeos CEPS


To Top