Representantes de Smurfit Kappa, Florette, Grupo AN, Floréale, la Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología (SEAE) y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) se reunieron en el primer workshop presencial del proyecto Life AgroPaper, que tuvo lugar el pasado 17 de mayo. Dirigido a los principales grupos de interés de la iniciativa, el objetivo de este encuentro, según explicaron las entidades participantes en un comunicado, fue “explicar el origen, desarrollo y primeros resultados” de la utilización del acolchado de papel AgroPaper en diferentes zonas climatológicas y para diferentes cultivos.
Al acto acudieron el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, acompañado por técnicos de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra; el CEO de Smurfit Kappa Kraft Specialties, Rafael Sarrionandia; y el director general de la planta de la firma en Sangüesa, Pedro Mendarozketa.
Desde que hace dos años comenzó el proyecto Life AgroPaper, financiado por la Comisión Europea, los socios que conforman el consorcio han aunado esfuerzos para validar una alternativa de papel 100 % renovable y compostable, dirigido a agricultores “que deseen cultivar de forma sostenible y medioambientalmente responsable”.
Iñaki Urdaci (Smurfit Kappa): “Tenemos el compromiso de contribuir al desarrollo sostenible con soluciones de papel que ayuden a no generar residuos plásticos en la cadena de valor agrícola”.
Como líder y coordinador del proyecto, Smurfit Kappa “tiene el compromiso de contribuir al desarrollo sostenible de la agricultura con soluciones de papel 100 % renovables y biodegradables, que ayuden a no generar residuos plásticos en la cadena de valor agrícola y mejorar así el medio ambiente”. Así lo manifestó, Iñaki Urdaci, director de Marketing y Nuevos Productos en la firma.
El equipo del SEAE, por su parte, señaló que esta iniciativa “no solo contribuye a fomentar el uso del acolchado de fibra vegetal en detrimento de cubiertas plásticas, sino que además aportará a los productores información técnica fiable y comprobada sobre la viabilidad de este material en diferentes condiciones edafoclimáticas y sobre sus posibles impactos positivos en suelo y la sanidad de los cultivos”.
En este sentido, según apuntó Carlos García, investigador principal del proyecto desde CEBAS-CSIC, el proyecto “también pretende aprovechar la incorporación al suelo de carbono orgánico procedente de la celulosa para favorecer uno de los servicios ecosistémicos más importantes e incrementar el secuestro de carbono en los mencionados suelos donde se incorpora el papel, contribuyendo a mitigar el cambio climático”. Todo lo señalado “se encuadra dentro de las acciones que Europa propone, encaminadas a conservar y proteger la salud, funcionalidad y biodiversidad de los suelos agrícolas”.
Hassen Merdassi (Florette): “Observamos que el papel conserva gran parte de las ventajas del plástico convencional en su aplicación en la agricultura”.
Por su parte, los socios productores Florette, Grupo AN y Floréale explicaron los motivos de su compromiso con el desarrollo del acolchado de papel y la puesta en marcha de pruebas en sus cultivos.
“Hemos estado implementando este material en distintos tipos de cultivo en varios puntos geográficos de diferente climatología, como Navarra y Murcia. Observamos que el papel conserva gran parte de las ventajas del plástico convencional en su aplicación en la agricultura. También valoramos positivamente que sea respetuoso con el entorno y que no haya que retirarlo tras la recolección, ya que es totalmente compostable”, relató Hassen Merdassi, jefe de Proyectos y Desarrollo de Florette.
Sergio Menéndez, project manager en Grupo AN, aseguró que la cooperativa agroalimentaria “apuesta por la innovación en la búsqueda de alternativas que sean sostenibles de manera medioambiental, económica y social, para la reducción del uso de plástico convencional”. Una misión que compartió a su vez Floréale desde Francia: “Sabemos que la cobertura de los cultivos es eficaz para controlar malas hierbas y calentar el suelo. Por eso, nos involucramos en el proyecto Life AgroPaper testando el papel en nuestras condiciones para lechuga, batata, cebollina o calabacín”.
Sobre estas premisas, el workshop del proyecto se centró en explicar la situación actual del mercado del acolchado agrícola, junto con los retos futuros en la legislación. Al mismo tiempo, se presentó una evaluación científica y técnica de los primeros resultados del acolchado de papel biodegradable AgroPaper y se llevó a cabo una visita a los campos de cultivo de Florette en Villafranca, con el fin de ver in situ su colocación y rendimiento.
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