jueves, 28 marzo 2024

La dura crisis de 2008 puso a prueba la fortaleza de nuestra moneda única y mostró las grandes deficiencias de nuestra Unión Económica y Monetaria (UEM), que había sido considerada definitiva por muchos. La Unión Europea ha reaccionado para subsanar dichas deficiencias, alcanzando objetivos a lo largo de los últimos seis años que pocos se habían planteado en los años de bonanza. Uno de los grandes logros y primeros pasos para lograr una verdadera UEM es la Unión Bancaria, que continúa en fase de desarrollo.

semana-culturas-navarra-bruselas-12El 4 de noviembre entró en acción el primer pilar de la Unión Bancaria, el Mecanismo Único de Supervisión, presidido por la francesa Danièle Nouy. Con este primer paso, el Banco Central Europeo se convierte en el supervisor único de los 130 bancos más grandes de la Eurozona, entre los que hay 15 españoles. Un sistema de supervisión común hace que se apliquen las mismas reglas de juego en nuestra área monetaria y que se garantice una correcta y homogénea evaluación de riesgos bancarios. Éste es un gran paso hacia el restablecimiento de la confianza en el sector financiero, siendo ésta una de las claves para volver a la senda del crecimiento económico sostenido y de la creación de empleo.

El segundo pilar de la Unión Bancaria es el Mecanismo Único de Resolución, compuesto por una Junta de Resolución y un Fondo Único de Resolución. Este fondo será financiado por las contribuciones del sector financiero, con lo que se garantiza la protección del dinero de los contribuyentes en el hipotético caso de que se produzca una nueva crisis bancaria en el futuro.

La salida de la crisis pasa por una mayor implicación de todas las instituciones europeas. Pero no podemos esperar que una combinación de medidas convencionales y no convencionales por parte del BCE estimule por sí sola la demanda agregada, con el objetivo de volver a la senda del crecimiento. Las acciones del BCE sirven para que los Estados miembros ganen tiempo y apliquen las reformas necesarias, recuperando de esta forma la competitividad perdida, que atraerá la inversión y generará crecimiento real, traduciéndose éste en creación de empleo.

Ahora es el momento de trabajar en equipo, el reto europeo es una acción conjunta. Los Estados miembros deben aprovechar el momento reformista y comprometerse a cumplir con el ordenamiento jurídico europeo y a realizar las reformas pertinentes. El BCE, por su parte, debe continuar con una política monetaria expansiva, así lo anunció el 6 de noviembre, para cumplir de esta forma con su mandato de garantizar la estabilidad de precios, al mismo tiempo que incentiva a los Estados miembros a continuar con sus esfuerzos para modernizar y dinamizar sus economías.

La UE es un equipo al que aún le quedan duros entrenamientos por delante para actuar como tal. Debemos ser conscientes de que un fallo o la falta de motivación de uno, nos repercute a los demás, por lo que todos debemos poner ilusión en el proyecto y ganas de trabajar por un espíritu común que nos hará más sólidos y mejores ante los desafíos.

Este es el camino hacia más y mejor Europa.

Pablo Zalba Bidegain
Diputado al Parlamento Europeo
Portavoz adjunto del PPE en la Comisión de Economía
Presidente del PPN

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