Carlos Carrillo tenía apenas trece años cuando sirvió su primer plato como camarero. Su madre regentaba un restaurante en su Ecuador natal y él, en cuanto pudo, comenzó a ayudarle. Hoy, tras haber dedicado su vida a la hostelería, puede asegurar que la lleva «en las venas».
Desde 2022 dirige junto a su mujer el bar StikBol en la calle Iturralde y Suit de Pamplona. Anteriormente trabajó en otros locales como Ezkia Taberna, en la calle Navarrería, o El Halcón en la calle Olite. Pero uno de los episodios más determinantes en su carrera fue su etapa en el bar Rancho Grande, un restaurante familiar con cerca de 40 años de historia afincado en Arre. Carrillo estuvo tres años en el establecimiento y hace unos meses, tras el fallecimiento de su fundador, decidió hacerse cargo del negocio. El local cuenta con capacidad para unas 70 personas entre el comedor y el bar. Además, dispone de una terraza con cerramiento de madera.
Rebautizado como The New Rancho Grande, este emprendedor ecuatoriano busca «darle un aire nuevo y atraer a más clientes». El bar, conocido por sus almuerzos, sus patatas con alioli y sus pizzas, mantendrá casi intacta la carta. No obstante, Carrillo introducirá un surtido de nuevas hamburguesas y una lista de smoothies de cara al verano: «Mis objetivos son llamar la atención de un público más joven, renovar la imagen y revitalizar el local para fomentar la comunidad y el ambiente en Arre». Asimismo, potenciará su presencia en redes sociales, mientras su pareja continúa al frente del StikBol.
De momento se mantendrá el personal existente, pero Carrillo incorporará cambios como uniformes para el servicio, al estilo del StickBol. Con ideas frescas, pero sin prisa, quiere transformar The New Rancho Grande sin perder su esencia. «Avanzo con pies firmes e ilusión, pero tengo que ir poco a poco hasta encontrar la fórmula que funcione», apunta.