Se espera que el porcentaje de la población mayor de 65 años en España aumente más de cinco puntos en los próximos quince años. Dado el menor gasto por habitante de este grupo, ello provocará un descenso del consumo per cápita total. Se prevé que el consumo per cápita descendería en torno al 1,5% entre 2018 y 2033.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio elaborado por BBVA en el que se analiza la situación del consumo en el primer semestre de 2019. En dicho análisis se destaca que los mayores tienden a consumir menos, en términos per cápita, que la población de mediana edad. Los cambios que se están produciendo en la estructura poblacional, con su progresivo envejecimiento, pueden provocar alteraciones profundas en el gasto de los hogares. La forma de gastar cambia, ya que los mayores suelen hacer un uso menos intensivo de las tarjetas de crédito y, en general, de las nuevas tecnologías para las transacciones bancarias entre otros.
Se espera que el porcentaje de la población mayor de 65 años aumente más de cinco puntos en los próximos quince años.
CAMBIOS FORMAS DE PAGO
Según las retiradas de efectivo en cajeros automáticos realizadas por los clientes de esta entidad en España entre junio de 2018 y junio de 2019, los clientes con un mayor nivel de consumo son los que se sitúan en las edades comprendidas entre los 35 y los 64 años.
La población entre 20 y 34 años y los mayores de 65 años exhiben un gasto por habitante menor. Las personas con esas edades intermedias tienen una renta y un consumo per cápita relativamente elevadas, y cuando los individuos se jubilan, reducen sustancialmente su nivel de gasto.
Según destacan, los clientes de mayor edad en esta entidad bancaria son más propensos a retirar efectivo de los cajeros automáticos, mientras que los jóvenes tienen una mayor preferencia por el pago con tarjeta. El volumen de compras con tarjeta es mayor que el de retiradas para los consumidores nacidos después de 1960. Sin embargo, para los clientes nacidos antes de esa fecha, las retiradas de efectivo superan a las transacciones con tarjeta.
Las perspectivas según este estudio, muestran una heterogeneidad entre las diferentes regiones españolas notable. Se pueden identificar tres grupos de provincias por su exposición al envejecimiento de la población: Aquellas con un peso de los mayores de 64 años ya elevado que repuntará significativamente durante los próximos años. En este grupo se encuentran buena parte de las provincias del noroeste, que presentan una mayor preferencia por las retiradas de efectivo en cajeros automáticos.
El segundo grupo estaría integrado por las provincias que hoy exhiben una estructura poblacional más equilibrada que la del conjunto de España, pero que experimentarán un incremento significativo de la proporción de mayores de 64 años. En este grupo se sitúan la gran mayoría de las provincias andaluzas y canarias, ubicadas en una posición intermedia en términos de su propensión a las compras con tarjeta.
Los clientes con un mayor nivel de consumo son los que se sitúan en las edades comprendidas entre los 35 y los 64 años.
Y en tercer lugar, se encontrarían Baleares, Madrid, Girona, Lleida y Barcelona, que destacan porque la proporción de mayores de 65 es relativamente reducida y se prevé que crezca menos que la media de España. Se trata, además, de provincias con un uso intensivo de las compras con tarjeta. En estas zonas, tanto el consumo per cápita como la preferencia por el pago con tarjeta continuarán siendo relativamente elevados.
El envejecimiento de la población condicionará la evolución del consumo en España. La información de las transacciones con tarjeta y las retiradas de efectivo en cajeros automáticos realizadas durante el último año muestra que el nivel de gasto per cápita de los mayores de 64 años es comparativamente reducido.