Con el día a día laboral y las muchas responsabilidades, el estrés amenaza continuamente. Así que destinar unos días para relajarse en un balneario es la mejor decisión para recuperar la salud mental y física.
Si está planificando sus próximas vacaciones y busca servicios de relajación y tratamientos de belleza alternativos, sepa que, a 54 kilómetros de Pamplona, en la confluencia del corredor del Bidasoa y el valle de Baztán, se encuentra el único balneario de agua salada natural que existe en Navarra: el Hotel & Balneario Elgorriaga.
UN “MAR” DE POSIBILIDADES
“Lo que más sorprende a nuestros visitantes es el recorrido termal de aguas salinas y de una flotabilidad mayor que la del mar muerto”, explica su gerente, Roberto Fuertes, que nos ha hecho una visita por este lugar de relax: “Para todo el tema dermatológico, es un agua inmejorable que ayuda en los procesos de curación; además, tiene mucho litio, por lo que funciona como desestresante. Estas son las principales propiedades, pero tiene otras como ayudar al aparato circulatorio, al aparato motor o a las articulaciones, entre otras”.
Y precisamente, aprovechando las propiedades curativas de esta agua, se ha desarrollado una línea cosmética en cuyas cremas el ingrediente principal es el agua del balneario, por lo que «tienen excelentes propiedades».
Los primeros análisis del manantial clasificaron sus aguas minerales como clorurado-sódicas frías, bromo-yoduradas y bacterostáticas con origen en terrenos sedimentarios, gracias a los que esta prodigiosa agua cuenta con la mineralización más alta del mundo: “Tiene un índice de salinidad de 333 gramos por cada litro de agua y se trata de agua natural que no manipulamos, se filtra y nosotros solo la calentamos para las piscinas”.
Precisamente, el recorrido que ofrece está repleto de experiencias y sensaciones: “en nuestro circuito termal se encuentra la piscina con nado contra corriente, cascadas, piscina de contraste, chorros de masajes en extremidades inferiores, cuellos de cisne, jacuzzi interior, asientos de chorros lumbares, camas de burbujas relajantes, Flotarium, piscina lúdica y gimnasio”.
También hay una zona de relajación “con tumbonas relax, piscina dulce-lúdica con chorros lumbares y zona relax, sauna seca-finlandesa, sauna húmeda-baño turco o duchas de contrastes”.
Además, el hotel ofrece drenaje linfático; tratamientos faciales; fisioterapia; hidroterapia; tratamientos de belleza, bienestar y relax; rituales con chocolates, frutas o barros… Todo un “mar” de posibilidades para dejar que nos cuiden unos días.
UNA EXPERIENCIA QUE TE CAMBIA LA PIEL
“Sin duda, es una experiencia que te cambia la piel. Y si a eso le sumas que tiene 75 habitaciones totalmente confortables y completas, incluidas suits, la experiencia es única”, reconoce Roberto Fuertes, quien hace especial hincapié en el entorno del hotel: “Instalaciones que compaginan comodidad y accesibilidad con diseño”. Y para coronar la experiencia, la restauración se adapta al lugar: buffet para la máxima comodidad de los comensales compuesto de ensaladas, verduras y carnes navarras, además de una amplia carta de cafeteria y salones para todo tipo de celebraciones. “Se trata de cocina muy tradicional, pero nada pesada. No es una comida purista de dieta, porque queremos que nuestros visitantes también disfruten de la gastronomía, que sí está adaptada al lugar en el que nos encontramos, un balneario al que vienen a cuidarse y relajarse”.
Y todo el espectro de visitantes son bien acogidos y encuentran su lugar: “Desde las personas mayores que vienen a cuidarse, las parejas de todas las edades, personas solas que vienen a relajarse o a tratamientos específicos, e incluso familias. El balneario no está contraindicado para los niños, pero a veces pueden romper la paz de un lugar así, por ello, tenemos una zona del recorrido termal, más una piscina lúdica para ellos”.
LA SUIZA ESPAÑOLA
El pequeño municipio de Elgorriaga, situado en un paraje natural antiguamente conocido como “la suiza española”, es un lugar en el que naturaleza y tradición se funden para ofrecer al visitante una estancia agradable en un entorno de belleza natural.
“Estamos en una zona verde rodeada de monte en la que, además de disfrutar del hotel, se pueden hacer todo tipo de actividades, como senderismo o BTT, que están tan de moda. La gastronomía del entorno también acompaña, así que bordas el viaje”, asegura el gerente. 
A su alrededor se hallan varios pueblos y caseríos típicos de la zona, Zugarramurdi y Señoría de Bertiz, las localidades de Elizondo y Santesteban, o la región pirenaica de la cuenca del Bidasoa a los pies del monte Mendaur. Su situación entre frondosas arboledas y bosques dominados por el roble, le otorgan un clima fresco de montaña y una amplia variedad de excursiones.
Y no podemos olvidar la proximidad a Guipúzcoa y al sur de Francia: “Puedes tener tu punto base en este privilegiado balneario y desplazarte para hacer todo tipo de excursiones”.
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