Seis socios y el rejoneador navarro Roberto Armendáriz han creado la sociedad Seven Horses para criar, adiestrar y comercializar caballos de pura raza que destinarán a la práctica de doma clásica. El proyecto no parte de cero, ya que algunos de los impulsores del proyecto, como el propio Armendáriz, atesoran un alto grado de experiencia en el sector. En concreto, José Manuel Azpilicueta, su mozo de espadas, y el zaragozano Sergio Visus, dueño de Yeguada De La Huerta, ubicada en Sádaba. Los demás miembros de la sociedad son Luis Unceta, Miguel Zandio, Raimundo Aguirre y el jerezano Eduardo Ruiz de Velasco.
«La idea nace del empuje de siete amigos y ya trota a buen ritmo, nunca mejor dicho. Estamos muy ilusionados ante la perspectiva de poner en marcha proyectos muy interesantes sobre la venta de caballos», asegura a Capital Sport el rejoneador. En esta línea, Seven Horses trabajará con las razas lusitana y varias alemanas, muy demandadas en esta disciplina olímpica.
Precisamente, esta última es la especialidad de Visus, cuya yeguada ya suma veintidós años de andadura y dos décadas como socia de la Asociación Española de Criadores de Caballos de Pura Sangre Lusitano (AEPSL). Según datos de esta entidad, el número de ganaderos dedicados a dicha raza ha pasado de los veinte en 2003 al centenar actual. Y lo mismo ocurre con las yeguas. En 2003 había registradas cien, mientras que hoy ya son más de mil.
En este sentido, Visus posee en Sádaba dieciocho caballos lusitanos, equinos compactos, musculosos y con patas y cuartos traseros muy fuertes, ideales para la doma clásica. «También son funcionales, por lo que son ideales tanto para la competición como para el ocio», completa Visus. En paralelo, Seven Horses trabajará con caballos de razas alemanas, igualmente conocidos como hannoverianos. Precisamente, los establos de la Finca El Pontarrón, propiedad de Armendáriz y ubicada en Noáin, albergan un magnífico ejemplar de PS Oldenburger llamado Baron’s Diamond.
ADIESTRAMIENTO
Visus se encargará de criar a los animales en Sádaba hasta que alcancen los tres años de edad y puedan ser adiestrados por Armendáriz en Noáin. «Cuando vemos un caballo con buenas cualidades para destacar nos interesa alargar el adiestramiento, aunque tardemos dos o tres años más en domarlo. A este nivel, los animales tienen los mismos cuidados que un deportista, y hay que ser muy cuidadosos con la alimentación para seleccionar los piensos y forrajes», asegura el aragonés para agregar acto seguido que el mercado es cada vez más exigente y, por norma general, los equinos no salen a la venta hasta superar los cinco años.
El punto álgido de rendimiento deportivo se sitúa entre los diez y los doce años, aunque su etapa competitiva está muy ligada a las lesiones. No obstante, cuando el animal inicia su fase de retirada, puede convertirse en un «maestro de jinetes». Este término se emplea para hablar de caballos experimentados, con un carácter tranquilo y una formación sólida, y que se utilizan para enseñar y formar especialmente a principiantes o a quienes buscan perfeccionar su técnica.
«Gracias a nuestra experiencia previa, contamos con una cartera de clientes asentada y sabemos cómo funciona el mercado. Estamos seguros de que irá bien», augura Armendáriz. En Europa, los países de referencia en la compra de caballos son Holanda, Alemania, Bélgica y Dinamarca. Además, el sector también está cobrando fuerza en Australia y Estados Unidos, sobre todo en Florida. «Recientemente hemos vendido dos caballos a clientes en Melbourne», concreta Visus.
El precio de cada ejemplar depende de sus características y de si participará en una competición. «La cifra puede situarse entre los 100.000 y los 150.000 euros, aunque no hay una tarifa como tal porque es un mercado muy marcado por el sentimiento. Si un cliente se encapricha de un caballo, lo comprará», detalla Visus, quien lamenta que el sector todavía «no está muy instaurado en España«: «El único caballo que he vendido en suelo español fue a un holandés».