España es la novena potencia “en producción de conocimiento científico en biotecnología“. Sin embargo, se encuentra ante el reto de “transformar esa ciencia en un tejido industrial innovador y sostenible”. Con el objetivo de abordar los puntos fuertes del sector ‘biotech’ en el país y conocer cuál puede ser el impacto del plan de recuperación en este ámbito y posibles fórmulas de colaboración público-privadas, se organizó este miércoles ‘BioDesayuno: Biospain, un impulso a la inversión en ‘biotech’. En él participaron Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio); María Eugenia Lecumberri, directora de Inversiones en Sodena; y Raúl Martín-Ruiz, partner en Ysios Capital.
España “no ha dejado de consolidarse como potencia científica, especialmente en el ámbito de la biotecnología y las ciencias de la vida y más aún en estos tiempos de pandemia”. El crecimiento del sector ha venido acompañado “de una década de consolidación del capital riesgo, que ha invertido más de 740 millones de euros en empresas biotecnológicas españolas”. Así lo detalló Arocena: “Desde hace una década, las inversiones internacionales se han ido incrementando. En 2020, el volumen de las operaciones con participación internacional rozó los 100 millones de euros. Además, la inversión privada ha dado un salto de casi un 50 % en la pandemia”.
Mª Eugenia Lecumberri: “Sodena ha apoyado a más de veinte empresas, en las que se han aumentado tres veces sus ventas, se han generado más de 8 millones de euros de Ebitda y casi mil empleos”.
Sodena es “un ejemplo claro” de estas cifras, según resaltaron desde Asebio. “La sociedad ha apoyado a más de veinte empresas en las que se ha conseguido aumentar tres veces sus ventas, generar más de 8 millones de euros de Ebitda y generar casi mil empleos”, enfatizó Lecumberri.
De todas formas, el director de Asebio analizó que el sistema español de ciencia e innovación no se corresponde con el potencial económico del país. Mientras la inversión privada en el sector ‘biotech’ ha ido creciendo en los últimos años, “la inversión pública no ha alcanzado los valores de 2015 ni tampoco los de 2010”, año en que la cantidad de ayudas suponía el doble que en 2020. “Aunque también se vio ese año un aumento considerable tanto del número de proyectos financiados -catorce más- como del importe total -un 26 % más que el ejercicio”.
El experto insistió en que España debe seguir avanzando para “convertir esa ciencia en soluciones que se fabriquen” en el país, “que lleguen a la sociedad” y permitan consolidar “una industria del conocimiento”. La inversión privada “es crucial para que esto ocurra” y así lo remarcó Martín-Ruiz: “Los agentes inversores especializados en este sector jugamos un papel esencial a la hora de canalizar los fondos de inversión privados hacia las empresas biotechs, ya que suponen su principal vía de financiación”.
En este sentido, Sodena defiende la colaboración público-privada: “Los apoyos financieros que ofrecemos son en coinversión con los representantes privados más activos del entorno. Por tanto, son en las mismas condiciones que el resto de agentes inversores. Esto se traduce en apoyos adicionales a proyectos que van consolidando sus resultados, y que gracias a esta financiación pueden afianzarse, crecer y avanzar en sus desarrollos, y a proyectos nuevos con unas perspectivas muy interesantes en el medio plazo. Desde Sodena tenemos el compromiso de seguir apoyando al sector y haciéndolo crecer y consolidarse. Y nos gustaría ver un sector que tenga peso significativo en el PIB de nuestra comunidad y que esté conformado por más empresas y de más tamaño”.
La directora de Inversiones de Sodena recordó que el sector salud ha sido y sigue siendo una apuesta estratégica para Navarra en su Estrategia de Especialización Inteligente (S3). Gracias a ella, se están impulsando los proyectos de investigación y las infraestructuras tecnológicas necesarias para el” desarrollo de la medicina preventiva, la genómica, el diagnóstico avanzado y el tratamiento personalizado”. “Junto con el impacto de la medicina personalizada en la atención clínica, las políticas de investigación e innovación, y la creación de tejido industrial, se trabajan otras líneas transversales como la incorporación, por parte de la Universidad Pública de Navarra, de los grados de Medicina Personalizada y de Ciencia de Datos; infraestructuras y sistemas de computación; regulación ético-legal; o aspectos de comunicación y gobernanza”, precisó.
BIOSPAIN 2021
Precisamente, las personas participantes en el desayuno coincidieron en destacar la importancia de ferias como Biospain 2021, el evento “de referencia” del sector biotecnológico español y que “sirve de punto de encuentro para multitud de profesionales del ámbito nacional e internacional”.
Este año, se celebrará en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra-Baluarte, en Pamplona. Y tendrá lugar en colaboración con el Gobierno de Navarra y Sodena del 27 de septiembre al 1 de octubre de 2021 en formato híbrido. La cita reunirá a más de 1.500 profesionales del sector tanto nacionales como internacionales. “En un evento como este se van a presentar proyectos nuevos, se van a compartir soluciones e innovaciones y se van a cerrar oportunidades de negocio para hacer crecer el sector y fortalecer todos los vínculos. Biospain va a ser un escaparate de todo ello, de todas esas ramas y posibilidades que nos van a permitir ponernos en el corazón de la reparación sanitaria, sostenible y económica del país”, remarcó Arocena.
Para Lecumberri, Biospain 2021 ayudará “de manera significativa” a posicionar a este sector a nivel europeo “como referente, no solo en la investigación, sino también en el fomento de la transferencia de la tecnología, el emprendimiento y el desarrollo de nuevos proyectos”.