En la economía navarra hay dos pilares fundamentales: la automoción, con Volkswagen como cabeza visible, y la industria agroalimentaria, más atomizada pero igual de potente. De hecho, sorprende saber que en una Comunidad relativamente pequeña como es Navarra haya más de 1.300 empresas vinculadas al sector agroalimentario; que más de 24.500 empleos dependan de una u otra manera del agro, desde el campo hasta las industrias de transformación; que el 10% de las exportaciones sean precisamente productos agroalimentarios; y que el sector suponga el 7% del PIB regional, incluso el 14% si lo que se tiene en cuenta es el PIB industrial. Los datos hablan por sí solos.
La I+D ha dejado de ser un capricho para las industrias agroalimentarias, es una necesidad en un mercado cambiante y exigente
Todos estos logros no son fruto de la causalidad. Hay mucho trabajo detrás. Obviamente, la tierra y el clima influyen en la producción de determinados cultivos. Pero no todo queda ahí. Cuando en los años 60 del siglo pasado arrancaron las primeras industrias agroalimentarias, entre ellas las conserveras, apenas se imaginaban que medio siglo después iban a tener renombre nacional y proyección internacional. Pero ha sido así, y se ha logrado por la apuesta decidida por la innovación, por la mejora constante, por la defensa de un sector y unos productos que podían diferenciar a Navarra. Ahora nadie entiende el agro, en toda su extensión, desde el campo hasta el producto final, sin ese aporte innovador. La I+D ha dejado de ser un capricho para ser una necesidad en un mercado cambiante y exigente, que cada vez demanda más productos sanos, variados y nuevos. Precisamente en ese creciente interés por la innovación se asiente la segunda edición del congreso Alimenta Meeting Point, que se celebrará el próximo día 17 en Baluarte y que tiene como hilo conductor la innovación en la cadena de valor alimentaria.
Sobre esto tienen mucho que decir entidades como CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria), Consebro (Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón) e INTIA (Instituto Navarro para la Transferencia e Innovación en el sector Agroalimentario), pero también entidades y empresas que se dedican a aspectos más amplios de la cadena alimentaria, como la logística, como es el caso del Puerto de Bilbao y su Plataforma Marítimo Multimodal de Tudela, que han acudido a la invitación de Navarra Capital para exponer su punto de vista y debatir sobre el presente y, sobre todo, el futuro de un sector estratégico para la economía de la Comunidad foral.
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