Pabló José López Jiménez, más conocido como Pablo López, se define como “un tío tímido que se vuelve loco con las 88 blancas y negras“. La timidez sabe disimularla muy bien sobre el escenario, ese lugar donde se vuelve ‘loco’, pero con la locura que caracteriza a los genios.
Hasta hace unos meses, confieso, nunca había oído hablar de Pablo López. Un día, haciendo zapping, me encontré con un joven que se desgarraba por dentro en ‘El Hormiguero’. Y me atrapó. Entre las bromas del formato, hubo espacio para algo que fue mucho más que música. Una entrega total y absoluta del compositor a su canción. Unos minutos que sobrecogían, con un artista que sabe mucho de música y de piano, pero que es totalmente “anárquico y particular“ a la hora de interpretar.
A partir de ahí, quise conocerlo y empecé a investigar sobre él. Nació en Fuengirola, Málaga, hace 34 años. A los 4 años se inició con una guitarra en el mundo de la música, porque en su casa no había dinero para comprar un piano. Después, llegaría su idilio con este instrumento de cuerda, que tuvo que comprar su madre a plazos. Sin duda, un esfuerzo que el artista ha sabido recompensar con creces.
A la vida pública nació en Operación Triunfo, en 2008. Quedó segundo en una sexta temporada por la que pasó sin pena ni gloria por el formato musical, quizás sus rifi-rafes con Risto Mejide sean lo más recordado. Pero es que ese no era su estilo, no era su lugar. Pablo López no necesita imitar, él es inimitable. Compone con el corazón la música que luego derrocha en el escenario, o en un plató, o en el estudio, o en su casa, o en cualquier lugar en el que haya un piano.
Pablo López el del piano, un día también fue Pablo López el de OT. Y en los últimos tiempos, se ha ganado el corazón de los espectadores de la Voz, donde es Pablo López el coach y donde ha derrochado simpatía, cercanía y más talento. Pero sobre todo, Pablo es hijo de Lola, es hermano de Luis y amigo de sus amigos. Hace amigos incluso entre los músicos: Antonio Orozco, David Bustamante, Pablo Alborán…
Durante unos años estuvo desaparecido, pero este artista llevaba la música en las venas, en los huesos, en la piel. Nada ni nadie lo apartaría de su camino. Tiene un don que le impregna hasta el corazón de música. Ha trabajado duro para cantar y compone con verdad y honestidad lo que luego ‘cuenta’ en el escenario.
Hoy, sus conciertos son un completo éxtasis. Se desenvuelve ante el piano provocando emociones entre quienes lo escuchan. No actúa, interpreta de tal manera que gana en directo, incluso suena mejor que en los vídeos musicales.
Pamplona no ha permanecido ajena a la magia que despliega Pablo con su música. En marzo, en su primera actuación en la capital navarra, la respuesta fue tan entusiasta que no hubo entradas suficientes. En cuanto Pablo tuvo conocimiento de este hecho, se comprometió a volver para repetir el recital y, afortunadamente, esa nueva ocasión no ha tardado mucho en producirse.
Ahí está el recién estrenado Navarra Arena para acoger algo más que un concierto porque, en medio del escenario, solo estará ese chico de Málaga que soñaba con la música y ha logrado hacernos soñar con ella, además de todas las canciones que forman parte de su tercer álbum ‘Camino, fuego y libertad‘, que ya es disco de platino.
Una vez más, sonarán ‘El niño’, ‘El gato’, ‘El patio’, ‘El incendio’, ‘Lo imposible’… Canciones que ya forman parte de nosotros. Canciones que demuestran que en un concierto de Pablo López hay espacio también para un amor por ese tipo de arte sincero, que surge del corazón, y que permite elevar nuestras almas y, lo que es más importante, ser más felices. Todo eso es lo que puedes disfrutar en directo en su próximo concierto en Pamplona y en esta dirección puedes adquirir ya las entradas.