Oroviogoicoechea ha transmitido a los casi medio centenar de asistentes, en su mayoría empresarios, su experiencia en la empresa logística Boyacá durante los 15 años de crisis vividos. Una empresa que transportaba periódicos a las distribuidoras y que tras descender la venta de prensa escrita en un 60% ha visto la necesidad de diversificarse en otros productos como cápsulas de café, zapatos y accesorios, o chucherías entre otros.
TRATO CON LOS EMPLEADOS
Oroviogoicoechea asegura que el hecho de que la empresa no haya cerrado tras esos 15 años de crisis, se debe fundamentalmente a dos motivos: las dificultades y las personas. Según ha señalado el ex–consejero del Banco Popular, “las dificultades unen a las organizaciones, exigen lo mejor de cada uno, generan una cierta adrenalina que si en el entorno de la empresa es positivo y humanamente elevado, aquello se convierte en entusiasmo. Las dificultades ayudan mucho. Ayudan a ser generosos, impulsan a ser originales a buscar caminos diferentes”.
Y en cuanto a las personas, el directivo de Boyacá ha comentado la importancia de crear una buena atmósfera en las empresas porque las empresas, “son personas y es el talento colectivo el que saca la empresa día tras día, no los directivos. Cuando se habla de gestión de talento, parece que sólo nos acordamos de directivos o trabajadores con formación. Sin embargo, en nuestra empresa tenemos conductores, mozos de almacén, etc que son los que realmente hacen el día a día”.
“Las dificultades unen a las organizaciones, exigen lo mejor de cada uno, generan una cierta adrenalina puede convertirse en entusiasmo”
Esto, según ha señalado, no se consigue con formación sino que hay crear una atmósfera idónea donde los trabajadores, las personas, crezcan. “Si no se cuida esa atmósfera, se deteriora la empresa y eso afecta a la cuenta de resultados. Si hay mal ambiente, las relaciones se laborizan. Hay que estar orgulloso de lo que uno hace, de la empresa en la que trabaja”.
Y todo ello, según Oroviogoicoechea se tiene que llevar a cabo con orden, limpieza, con honestidad, austeridad y sinceridad… “No le puedo exigir a una persona un buen trabajo si no le pongo las condiciones. Necesita limpieza y orden. No puedo permitir que mi trabajador mienta a un cliente y pretender que sea honesto conmigo. Hay que predicar con el ejemplo. En un entorno así, la gente colabora y trabaja en lugar de buscar triquiñuelas”.
En ese objetivo de crear buen ambiente, los trabajadores de Boyacá realizaron un curso de Imagen personal donde se les enseñó a saber comunicarse, les pusieron uniforme… “la gente estaba implicada… y la cuenta de resultado aumentó. A la gente se le retiene con proyectos e ilusión, no económicamente. Hay que estar con los trabajadores. Un director de Recursos Humanos tiene que tratar con la gente, debe bajar al taller, al almacén”. No obstante, ha alertado del riesgo de que el trato apalanque la exigencia. “Hay que ser exigentes con dignidad, respeto, educación y cariño”. En ese trato con los empleados, Oroviogoicoechea ha contado cómo en Boyacá se cuidan mucho los detalles en cumpleaños, en Navidad, tomando chocolate con churros a las tres de la mañana con aquellos que trabajan de 3 a 7 e incluso acompañando en los malos momentos si es necesarios en los tanatorios…
Los directivos deben crear la atmósfera idónea para que el talento colectivo de desarrolle. Hay que estar y tratar con los trabajadores. A la gente se le retiene con ilusión y proyectos.
Los directivos son los responsables de crear esta atmósfera para que el talento colectivo se desarrolle. Cualquier decisión directiva según el ponente, debe tener una reflexión previa. “Los directivos deben generar confianza, deben tener amplitud de horarios, necesitan un equilibrio entre sus tres facetas: la familiar, personal y social. Y ha criticado el concepto de “sueldo variable” porque según él, a un directivo ya se le paga para que dé el máximo de sí mismo, si no “se convierten en mercenarios, se cosifican y destruyen”.
