La falta de precipitaciones de los últimos meses está causando estragos en los embalses navarros, especialmente en Yesa. Según los datos publicados por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, julio y agosto han sido unos meses muy cálidos y secos. Y eso ha propiciado que el agua de los embalses haya descendido del 50 % registrado en el mes de julio al 34 % del mes siguiente.
Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) apuntan que, actualmente, los embalses de la Comunidad foral cuentan con “entre un 12 % y un 15 % menos de agua embalsada que en años anteriores”. En concreto, son los pantanos de la margen izquierda de la cuenca del Ebro los que se encuentran en “sequía”. Especialmente, desde la CHE muestran su preocupación por la situación de Yesa, ya que los datos son “los más bajos experimentados para un 31 de agosto desde 1980”. En estos momentos, el caudal está al 20 % (con 87 hm3).
Por el contrario, en la margen derecha la situación mejora un poco. Itoiz está al 43 % de su capacidad. “Unas reservas poco inferiores a las de otros años. Se trata de un 5 % menos que años anteriores”, indican desde la confederación. A su vez, Eugi, Alloz o Urdalur se acercan a un 60 % de su capacidad. “Digamos que tienen una situación de normalidad”, afirman fuentes de la CHE.
La preocupante situación que vive Yesa puede afectar también al regadío de las Bardenas, que se abastece de este pantano a través de su propio canal. De hecho, desde la CHE auguran que la campaña de riego tal vez deba finalizar un poco antes de lo debido. “Hasta ahora se ha satisfecho el sistema de riego, pero si a lo largo de septiembre no hay precipitaciones, se va a gestionar la reserva disponible para garantizar los abastecimientos. Se prevé que en las próximas semanas se vacíe de forma total por los consumos de riego y por satisfacer los abastecimientos y los caudales ecológicos”, advierten.
La actual previsión de precipitaciones no aseguran que el caudal recupere agua suficiente para abastecer los regadíos. “Las previsiones de lluvia a medio y largo plazo para nosotros tienen poca validez. El déficit es tan grande en estos momentos en Yesa que, salvo que viniera una gran avenida o lluvia, que parece poco probable en estas fechas, no se va a recuperar. Y, por otro lado, las previsiones a largo plazo no son nada exactas y no las tenemos en cuenta. A corto, más que esperar las lluvias, que esperamos vengan, debemos planificar con los volúmenes disponibles lo que tenemos para intentar que se alarguen lo máximo posible, garantizándose los caudales ecológicos y los abastecimientos. El volumen actual de Yesa garantiza el riego hasta mediados de septiembre”, anticipa Ramón Lúquez, jefe de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
LA VISIÓN DE LOS AGRICULTORES
Por el momento, señalan fuentes de la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), la sequía sí “ha afectado a la calidad, producción y rendimiento en algunas zonas”. Y es que los propios agricultores de las Bardenas se están autoimponiendo restricciones de riego en el sur de la región para adaptarse a una situación que les preocupa mucho. Porque, en el horizonte, ya visualizan posibles cortes en el regadío.
“Se oye que pueden quedar únicamente uno o dos riegos. Hasta ahora, hemos podido regar con más o menos normalidad. Pero se prevé que no podamos concluir el sistema de riego hasta finales de septiembre y se corte antes. Esto causará perdidas en algunos cultivos como, por ejemplo, la alfalfa”, lamentan algunos productores de la zona.
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