Una información de Cristina Catalán para Navarra Capital
Todos conocemos el poder de la música, de una canción que nos evoca momentos y sentimientos de nuestra vida. Incluso, al oír una canción de un anuncio, podemos identificar a qué producto o empresa se refiere.
La nueva empresa navarra Emozzire nace a principios de año con esa idea: crear música personalizada, componer canciones a la carta. Emozzire ayuda a personas y empresas a comunicar de una forma diferente, a emocionar a través de la música. Las finalidades de estas canciones pueden ser muy diversas, desde la sintonía para una boda, un cumpleaños, una despedida o como regalo de enamorados hasta un uso más empresarial para inauguraciones, presentaciones de productos, campañas publicitarias, etc. “La música ayuda a identificar y evocar recuerdos. Su uso empresarial es muy interesante”, señala Iñigo Porres, emprendedor de Emozzire además de Consultor de negocio, letrista y cantante.
El germen de Emozzire surge a raíz de la propuesta de crear un himno para un equipo de fútbol femenino en Navarra, que el grupo de música al que pertenece Porres recibe. A raíz de esta propuesta, va tomando forma lo que hoy es Emozzire. “Pero creo que hay un origen mucho más lejano. Llevo desde los 13-14 años escribiendo textos para foros en internet y me di cuenta del poder y el alcance que tienen las palabras y la música en las emociones”, añade Porres.
El proceso comienza con un formulario con el que se pretende valorar y descubrir qué y cómo se quiere transmitir el mensaje, además de conocer así mismo, aspectos más técnicos como el estilo musical y referencias musicales que pueda preferir el cliente para ayudar a estos profesionales a componer la canción lo más fielmente posible a sus gustos y objetivos para los que va a ser creada. A partir de ahí, lo primero que se hace es la base musical y posteriormente se va produciendo la letra.
“En el ámbito empresarial, una canción en sí misma no aporta demasiado. Aquí entramos en campañas de marketing basadas en la música y esto es mucho más complicado. No hacemos sólo una canción, ésta debe tener sentido y estar integrada en un objetivo empresarial. Uno de nuestros últimos encargos por ejemplo, es la banda sonora de una obra de teatro de una compañía que se acaba de crear. En este caso, la música en sí misma no es lo más relevante, sino que se debe integrar en la filosofía de la compañía y dar sentido a todo lo que vayan a hacer”, explica Porres quien lleva la gestión de Emozzire y una red de siete músicos (que irá en aumento) le acompaña en la labor creativa de las canciones.
Por último, Emozzire va a ofertar talleres para insertarlos en empresas de forma que sean los propios empleados los que puedan crear el himno de la compañía. “Creemos que esto puede ser una buena actividad para desarrollar en una empresa de cara a un día especial de la empresa como un aniversario, nueva apertura, etc. “, finaliza Porres.