La jornada anual de balance de cultivos hortícolas de verano se celebró ayer en la finca experimental de INTIA en Cadreita, a la que asistieron más de un centenar de personas para visitar los diferentes ensayos realizados con estos cultivos. Según informó INTIA en un comunicado, las primeras pruebas que se pudieron conocer fueron las desarrolladas con tomates.
Inmaculada Lahoz, técnica de la empresa, explicó que durante la campaña, iniciada con la plantación a finales de mayo de más de 60 variedades, este cultivo ha pasado por algunos problemas, «debido sobre todo a la climatología adversa», por la que se tuvo que adelantar la recolección. Se analizaron también un ensayo de berenjena de once variedades diferentes; otro de pimientos de carne gruesa en rojo y amarillo, con 26 variedades; y otro de pimiento para recolección mecánica, una alternativa que está respondiendo a la demanda del mercado actual, «que se decanta por mezclas de colores y de formas en el cortado de este producto». 
A continuación, se visitaron los ensayos de protección de cultivos contra enfermedades y plagas, una experimentación basada en la protección integrada y en la que se utiliza un tipo de productos «que no dejan residuos en los cultivos». Jesús Zuñiga, especialista en enfermedades de INTIA, presentó un ensayo de fungicidas contra el oídio en el calabacín, enfermedad muy extendida en el cultivo, y las estrategias utilizadas en esta campaña que «han dado resultados muy positivos».
En lo que respecta a las plagas, Ricardo Biurrun, especialista de la entidad, mostró en un ensayo de pimiento, de variedad Alcántara, los resultados obtenidos en el control de orugas en floración. Esta experimentación es continuación de las realizadas en otras campañas «en la línea de implementar productos que controlen la plaga y no afecten a la fauna auxiliar tan abundante en la época de floración». También se realizó un ensayo contra pulgones en el calabacín con productos «de residuo cero».
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