Son lugares de Navarra abandonados que sobrecogen por su estampa. Se encuentran repartidos por diferentes puntos geográficos de esta tierra y, en ellos, podemos viajar al pasado y recordar momentos que marcaron nuestra historia. Entre escombros y malezas se vislumbran importantes construcciones que en su día albergaban mucha vida en el interior.
El viejo aserradero de Ekai
El Irati S.A. fue la empresa fundadora del aserradero de Ekai, hoy abandonado. Desde aquí se procesaban las maderas que cargarían luego en el tren. Un centro dinamizador de la economía industrial navarra del siglo XX y que cerró en 1990.
Ahora, en pleno siglo XXI, el Gobierno de Navarra trabaja sobre un plan operativo para acondicionar la zona Aoiz-Lumbier al turismo: una red de museos, espacios culturales, centro de interpretación de arqueología industrial de la zona y recuperación del barrio del aserradero.
Una antigua Fábrica de Armas
Que en Orbaizeta hubiera una fábrica de armas es conocido por gran parte del pueblo navarro. Se mantuvo en activo diez años, del 1874 al 1884. Se trata de una zona de conflicto, de frontera con Francia y la Selva de Irati. Esto es lo que escribió sobre la empresa un agente francés en 1835: “Situado a dos leguas del Bidasoa, cerca de la Selva de Irati, tan renombrada por la abundancia y excelencia de sus maderas de construcción, y rodeada de numerosas fábricas que realizan el mejor hierro conocido, que se vende a muy bajo precio”.
En el Valle de Aezkoa ya hay constancia de una antigua e importante herrería del siglo XV. La fábrica produjo cañones, munición y hierro de alabada calidad hasta la implantación de los Altos Hornos a finales del XIX. Se estima que vivieron más de 150 familias en este emplazamiento de Irati, gracias a la capacidad productiva del lugar. Está declarado Bien de Interés Cultural desde 2007,y en 2020 se realizaron obras de restauración de la antigua fábrica de la mano del Servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana.
Fuerte de San Cristóbal: la mayor fuga de presos de España
El 22 de mayo de 1938, huyeron del Fuerte de San Cristóbal 795 presos republicanos. Navarra fue el escenario de la mayor fuga de presos de la historia de España. Cayeron 221 personas en el intento y había 2.497 reclusos en la antigua fortaleza. Todavía hoy algunos supervivientes dan testimonio de aquellos que probaron la libertad en Francia y el olor de la pólvora en los cuerpos esclavos de los caídos.
Se levantó en el siglo XIX y pasó a la historia en el siglo XX. Oficialmente, el nombre es Fuerte de Alfonso XII, pero nadie se refiere a él así. Se concibió como una construcción estratégica para defender Pamplona tras la última Guerra Carlista. Su historia de cárcel terminó en 1945.
Inaugurado el pantano, abandonado el pueblo
El pueblo de Escó es la historia de una expropiación en la década de los sesenta. Tras la orden de construir el embalse de Yesa en el lugar, los vecinos desalojaron la aldea. Catalogado como pueblo abandonado desde entonces, contaba hasta 2010 con cuatro habitantes: Félix Guallar y sus tres hijos, pastores.