España, que posee cerca de 25.000 supermercados, afronta un gran reto: reducir el consumo energético de estos establecimientos, que suponen un 3 % del consumo de electricidad nacional. En esta lucha, se estima que sus sistemas de refrigeración pueden representar hasta el 60 % de la demanda energética en las grandes superficies, por lo que optimizar este porcentaje no solo supondría un ahorro económico para las empresas, sino también un importante paso hacia la eficiencia energética en la industria alimentaria. Un sector que, según datos de McKinsey and Company, es responsable «de más del 30 %» de las emisiones totales a nivel global.
En esta línea, Navarra cuenta con su propia respuesta. Desde su creación en 2006, la empresa familiar Exkal fabrica y comercializa muebles refrigerantes en sus plantas de Marcilla, una actividad que ha ampliado a sus instalaciones de Pamplona, Valencia, China y Chile. Su propuesta comercial ha captado el interés de grandes compañías, logrando acaparar el 43 % del mercado nacional. Para 2025, persigue un objetivo aún más ambicioso: alcanzar una cuota del 10 % en el mercado europeo. «Para lograrlo, hemos apostado por el valor diferencial de sus productos y servicios a través de la innovación, en lugar de competir por precio», explica a Navarra Capital el director general de la firma, Daniel Antoñanzas.
Daniel Antoñanzas: «La puesta en marcha de esta unidad nos ha permitido integrar actividades de investigación y desarrollo en nuestras capacidades»
Fiel a esta visión, Exkal creó su propia Unidad de I+D+i Empresarial, Global and Local Solutions (GLS), que fue una de las tres primeras entidades de este tipo adscritas al Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), coordinado por ADItech: «La puesta en marcha de esta unidad nos ha permitido integrar actividades de investigación y desarrollo en nuestras capacidades, a través de una estructura que complementa la experiencia en innovación de Exkal. Hemos invertido en laboratorios, materiales y en la contratación de personal doctorado especializado en termodinámica y tecnología de los alimentos».
En concreto, el equipo desarrolla tres grandes líneas de trabajo. En primer lugar, se centra en soluciones para alcanzar un supermercado 0 emisiones en 2040. «Diez años antes del plazo marcado por Europa a este respecto», añade Antoñanzas. En este objetivo se enmarcan, por ejemplo, proyectos como Ice2Market, para materializar una instalación experimental frigorífica con un refrigerante innovador, ‘Hielogel’; Vitrish, que busca reducir al máximo el consumo de las vitrinas, mejorando la conservación de productos frescos; o la creación de muebles de ultrabajo consumo.
Por otro lado, la labor innovadora de GLS también se dirige a minimizar el desperdicio alimentario. «El 17 % de los alimentos se pierden en su transporte y conservación en superficies comerciales», incide el directivo de Exkal. Este es el objetivo del proyecto Zero Plastics, que busca nuevas soluciones de envasado sostenible y sistemas inteligentes para la industria agroalimentaria.
La actividad de GLS se centra en tres líneas: supermercados 0 emisiones, desperdicio alimentario y problemas termodinámicos.
En esta línea, GLS ya ha desarrollado conocimiento que Exkal aplica y comercializa en sus productos. «En las pescaderías de algunos supermercados de España, por ejemplo, antes colocaban los pescados eviscerados sobre una cama de escamas de hielo, de modo que ese producto tenía una vida útil de tres días. Ahora, el pescado se vende eviscerado en un embalaje de atmósfera modificada, colocado sobre un mueble especial que permite multiplicar su fecha de caducidad hasta por cuatro. Y también trabajamos en la conservación de frutas y verduras a través de soluciones que absorben el etileno, una sustancia que acelera su putrefacción», detalla.
Por último, el tercer eje de innovación para GLS es la resolución de problemas termodinámicos en los equipos. Un punto en el que colabora estrechamente con el Grupo de Investigación en Ingeniería Térmica y de Fluidos (ITF) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). «Contamos con sus servicios y colaboramos para la consecución de conocimiento básico, que aplicamos después en la investigación desarrollada por GLS. Buscamos desarrollar la tecnología para ser capaces de climatizar grandes volúmenes, tanto interiores como exteriores, con importantes reducciones de consumo eléctrico respecto a los sistemas actuales», señala.
Aunque el proyecto está en fase inicial, GLS ya cuenta con una patente y planea convertirla en un producto comercial para diversificar las actividades de Exkal. ¿Su objetivo? Crear una línea de instalaciones climáticas para espacios industriales o de entretenimiento, como estadios de fútbol.
DE NAVARRA A TODO EUROPA
Las innovaciones de GLS y Exkal han contribuido a que la compañía creciera un 18 % en 2024 hasta facturar 255 millones de euros. Este año, con el objetivo de «aumentar sus ingresos un 25 % más», la firma prevé destinar 5 millones a la automatización de sus instalaciones y procesos dentro de su plan inversor 2020-2025.
Así mismo, espera seguir expandiendo sus operaciones en Sudamérica y consolidar su crecimiento en Portugal y Alemania, países en los que ya ha abierto delegaciones comerciales. «En Alemania, ya trabajamos con grandes firmas como Rewe, Makro o Aldi«, celebra. En paralelo, exporta muchos de sus equipos a países de Europa del Este, como Polonia o Rumania, en los que espera contar una sede comercial «a corto plazo».
Exkal prevé crecer un 25 % más en 2025 gracias a su expansión internacional y sus inversiones industriales.
Para la empresa de Marcilla, esta expansión pasa por una estrategia industrial que prioriza la producción en Navarra. Entre sus últimas operaciones, Exkal adquirió en 2023 una firma pamplonesa de fabricación de cristal: «Los vidrios suponen el 35 % del coste de los muebles que vendemos. Así que decidimos expandir nuestras capacidades industriales porque también vemos importantes oportunidades de diferenciación tecnológica en este componente». Precisamente, Exkal levantó ese mismo año una planta en Marcilla con ese fin.
