Ha finalizado la vendimia en la Denominación de Origen Navarra con la recogida de cerca de 78 millones de kilos de uva, lo que supone un notable aumento respecto al año anterior. El excelente estado de la uva y las óptimas condiciones vividas durante la vendimia hacen presagiar la elaboración de una muy buena añada.
La Denominación de Origen Navarra da por finalizada una vendimia que ha sido vivida como es tradicional en la región con las características habituales que la definen. Pasada una primavera y un inicio de verano complicados, la recogida de la uva se ha producido de manera escalonada desde que comenzó la campaña a finales del mes de agosto en la Ribera Baja con las variedades blancas más tempranas. Los racimos entraban en las tolvas de las bodegas en el momento oportuno y de manera seleccionada. Tras un mes de septiembre excepcional, las condiciones meteorológicas han acompañado en el tramo final durante el mes de octubre. La bajada de temperaturas ha favorecido la vendimia de una uva en excelentes condiciones.
Navarra retoma de esta manera una cosecha tradicional con la recogida de cerca de 78 millones de kilos de uva, casi un 30% más que el año pasado. El 13% son variedades blancas (Chardonnay, Viura, Garnacha Blanca, Sauvignon Blanc, Moscatel de Grano Menudo y Malvasía) y el 87%, tintas (Tempranillo, Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon, Graciano, Mazuelo, Syrah y Pinot Noir). La campaña ha sido protagonizada en los 116 municipios por 2.036 viticultores y 89 bodegas que han vendimiado las 10.500 hectáreas que componen la Denominación de Origen Navarra.
El 40% de la uva recogida pertenece a la Ribera Alta, el 28% a la Ribera Baja, el 14% a la Baja Montaña, Valdizarbe representa el 10% y el 8% es Tierra Estella.
Estas son las principales magnitudes de una campaña que es valorada de forma muy positiva. “En esta vendimia ha quedado de manifiesto la profesionalidad de nuestros viticultores y bodegas en el desarrollo de su trabajo para conseguir los mejores vinos que serán nuestros embajadores del futuro.”, comenta Jordi Vidal, gerente del Consejo Regulador de la D.O. Navarra.
Los mostos ya están fermentando en los depósitos bajo la atenta mirada de los enólogos. Se esperan vinos con acidez adecuada que proporcionará vinos blancos y rosados frescos y tintos con grandes posibilidades de guarda. Estas son unas características de partida que hacen presagiar una nueva añada muy buena. Hay que tener en cuenta que Navarra cuenta con una ubicación geográfica privilegiada entre los Pirineos y el desierto principal de Europa, las Bardenas Reales. El mapa vitivinícola navarro cuenta con algunos de los viñedos más norteños, de montaña.
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