El vicepresidente y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, destacó este lunes que la cooperativa energética presentada en la localidad pirenaica de Garralda es «un ejemplo de respuesta audaz y de ejercicio efectivo y práctico de la soberanía energética impulsado desde una iniciativa local participativa». En este caso, su objetivo global se centra en «hacer frente a los retos de la transición ecológica y transformación de nuestro modelo productivo y de consumo en un contexto global de emergencia climática y de la crisis totalmente desorbitada que se ha desatado en el mercado energético internacional».
Por su parte, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, quiso recalcar «el compromiso firme y trabajo activo» de Navarra en materia de transformación del modelo energético y productivo: «Ya nos marcamos objetivos más ambiciosos que la Unión Europea para alcanzar la neutralidad en emisiones en la aprobación del Plan Energético de Navarra H2030 en 2018. Ahora damos un paso adelante con la aprobación por unanimidad de la Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética y trabajamos en una normativa que regula las comunidades energéticas. Hoy asistimos a la constitución de la primera cooperativa energética que va a permitir un ejercicio de participación directa y empoderamiento de sus miembros en las decisiones sobre energía que les competen».
Gracias a este proyecto, el pueblo «generará su propia energía de origen renovable a un precio muy bajo, mejorará la calidad de vida de sus habitantes, reducirá la huella de carbono y creará empleo local».
Al acto, que sirvió para dar a conocer los detalles del proyecto fotovoltaico Garraldargi Koop, también acudieron el alcalde de Garralda, Gurutz Gorraiz; el presidente de ANEL, Ignacio Ugalde; y el presidente de la cooperativa promotora, Ángel Luis Mandacén. En concreto, se trata de la primera comunidad de autoconsumo energético a escala local, impulsada por los vecinos, que se pone en marcha en la Comunidad foral.
La instalación, promovida por una cooperativa local autogestionada con el respaldo del Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Garralda y ANEL en el marco del proyecto europeo LIFE NAdapta-CC, tiene como fin «la generación, el suministro, el consumo y el almacenamiento de energía renovable, así como la prestación de servicios de eficiencia energética». Gracias a este proyecto, la localidad «generará su propia energía de origen renovable a un precio muy bajo, mejorará la calidad de vida de sus habitantes, reducirá la huella de carbono y creará empleo local», destacó el Ejecutivo foral.
El proyecto incluye una instalación fotovoltaica de 162 kWp, la ejecución de la red interior, la instalación de baterías de segunda vida con una capacidad de 414 kWh y la colocación de cinco puntos dobles de recarga de vehículos eléctricos. Su presupuesto total asciende a 754.278 euros.
LAS COMUNIDADES ENERGÉTICAS
Las comunidades energéticas son entidades que «no buscan una rentabilidad financiera» y se constituyen «para impulsar y facilitar la participación activa de los consumidores en el sistema energético y mejorar la gestión de la energía, mediante una gobernanza basada en la participación abierta y voluntaria de sus miembros». Asimismo, están controladas por socios «con vinculación con el territorio, por lo que los beneficios medioambientales, económicos y sociales que aportan revierten de manera directa en el entorno donde se constituyen».
Su impacto «va más allá del sector energético, puesto que ayudan en la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética y promueven mejoras sociales en la comunidad, por lo que son una figura especialmente interesante para los municipios de reto demográfico». Al estar cercanas al territorio, «conocen sus puntos sensibles y las ventajas que pueden ofrecer, al tiempo que ayudan a dinamizar la actividad local, generar empleo y fijar población».
Nasuvinsa, la sociedad pública que ha liderado el desarrollo técnico del proyecto Garraldargi Koop junto con las asistencias técnicas de la ingeniería Eseki y la consultora jurídica LKS Next, ha llevado a cabo varias acciones para el impulso a la creación de comunidades energéticas en Navarra dentro del Proyecto LIFE-IP NAdapta-CC. Entre otros análisis, ha elaborado un estudio de benchmarking de comunidades energéticas sobre el estado actual de las mismas, «incluyendo un análisis comparado y las dificultades encontradas para su desarrollo».
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