jueves, 28 marzo 2024

Germanodependencia como oportunidad foral

El autor analiza los beneficios alcanzados hasta ahora gracias a la relación que se mantiene con Alemania por lo que exhorta a Navarra a que refuerce ese trabajo conjunto para evitar así la deslocalización de los centros de mando.


Pamplona - 23 abril, 2018 - 06:57

guzman-garmendiaRecuerdo con claridad, y con cierta satisfacción, como una de las primeras misiones en las que me involucré a tiempo completo en el Parlamento de Navarra fue tratar de mediar de forma discreta en el conflicto de una empresa germana del sector auxiliar de la automoción. Lo primero que hice fue descolgar el teléfono y establecer contacto con su alta dirección en Friedrichshafen. Sin entrar en el éxito o fracaso de la operación, lo que sí que pude constatar es que el futuro de muchos trabajadores navarros se decidía en Alemania. Y se decide.

Según los datos de inversión extranjera que desde 1993 ofrece la Secretaría de Estado de Comercio, el cómputo total que corresponde desde entonces a la Comunidad Foral de Navarra es de 2.262 millones de Euros, similar al de ambas Castillas, lejos de los 322.023 millones de Madrid, y muy por encima de Cantabria, Extremadura o La Rioja. De esos más de dos millares de millones de Euros, cabe reseñar que 871 son responsabilidad teutona, seguido de nuestra vecina Francia con 324, Países Bajos con 321 y Estados Unidos con 183.

Si bien se antoja crucial tener en cuenta los datos anteriores, habría que analizar el detalle más en profundidad, ya que, por ejemplo, la inversión del país que nos ocupa se centra en gran parte en el año 2016, cuando una compañía de renovables de Hamburgo adquirió otra del mismo sector cuya sede estaba en nuestro territorio. Por lo tanto, tener en cuenta estas cifras es necesario, pero no definitivo.

“Además de la acertada conexión por aire, desde Navarra debemos abrir cuantos canales estén en nuestra mano para mantener por muchos años la inversión alemana en nuestra tierra”

La germanodependencia, sin perder de vista las claves numéricas, debe mirarse en términos de empleo, de generación de riqueza, de movimientos de capitales y de influencia económica directa e indirecta en la Comunidad Foral de Navarra, claves todas ellas incalculables, aunque se pueden intuir. Igualmente, es necesario echar la vista la atrás y remontarse más allá de 1993, siendo mucho antes de esa fecha cuando se empezó a labrar el puente que hoy se simboliza con el aéreo que de forma regular traza la compañía bandera germana con la línea que une Noáin con Frankfurt.

LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN

Sin situarnos en la lejanía de 1965, año en el que se puso la primera piedra de lo que hoy es la principal empresa en suelo navarro, habría que remontarse en ese mismo lugar a 1982, año en el que, además de perder la selección alemana la final del Mundial que se celebraba en nuestro país, se inició en la planta de Landaben la fabricación del modelo de coche que hoy sale en número anual superior a 240.000. Desde entonces han sumado más de 7 millones de vehículos, con todo lo que eso supone en recursos humanos, servicios y empresas auxiliares de automoción, sector, éste último, al que pertenece la fábrica referida al comienzo de este artículo y la otra gran compañía navarrizada que aparece en el Top 100 de empresas alemanas ubicadas en España.

La inversión alemana en Navarra se ha diversificado. Al motor se han unido, desde 2016, inmportantes operaciones en logística, electrodomésticos, construcción, electrónica, alimentación, entre otros…

Esta relación de inversión del país centroeuropeo, si bien en su gran mayoría se corresponde al mundo del motor, mantiene una diversificación acentuada en los últimos años con la operación que señalábamos del año 2016 en las energías renovables, al que se suman en logística, electrodomésticos, construcción, electrónica, alimentación y otros muchos servicios.

En el lado contrario, y volviendo a los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, la balanza inversora de la Comunidad Foral de Navarra en Alemania es claramente deficitaria, con tan sólo 39 millones de Euros frente a los 871 que mencionábamos anteriormente. Lejos de verlo como un fracaso, debemos abordarlo como una oportunidad, como la que observó una gran empresa de nuestra comunidad que se ha impuesto al complicado mercado de la alimentación, y que a día de hoy, en un gran porcentaje, es la responsable de cubrir el producto estrella de la gastronomía germana, del mismo modo que la fuerte industria hortofrutícola ribera lleva sus exquisitos productos a las mesas bávaras, tudescas o berlinesas.

Asumiendo desde la honestidad que la razón por la que están aquí no es precisamente un factor climático, hay que enfrentarse a la realidad de que los órganos de decisión están más cerca del Rin o del Danubio que del Ebro o del Arga, a lo que se suma la inabarcable y creciente industria 4.0, tendente a replegar sus filiales manufactureras a la casa madre. Sin esperar a que el agua de nuestra pecera se caliente hasta el punto de no retorno, es imprescindible saltar a la acción y focalizar los lazos de internacionalización con el país que vio nacer a Goethe. Además de la acertada conexión por aire, debemos abrir cuantos canales estén en nuestra mano, empezando por una implicación pública intensa, acompañada por el compromiso privado, social e institucional y, sobre todo, unida a la labor de los navarros y navarras, sin duda, la verdadera fuerza que debe mantener por muchos años la inversión alemana en nuestra tierra. Viel Glück und Arbeit Navarra.

Guzmán Garmendia
Parlamentario foral. Grupo Paramentario Partido Socialista de Navarra

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