La cooperativa navarra de iniciativa social Gure Sustraiak sigue en constante crecimiento y, ahora, sus responsables quieren afrontar un nuevo proyecto donde poder volcar la experiencia que han acumulado en todos estos años.
En concreto, han iniciado los tramites para comenzar la obra de un nuevo albergue. Según confirmó su director Raúl Pilar a Navarra Capital, el inmueble tendrá una capacidad para sesenta y cuatro personas y, para financiarlo, cuentan con un aval de Sonagar. «También estamos en contacto con Fiare. El coste total del proyecto está valorado en unos 400.000 euros y, prevemos poder inaugurarlo hacia verano de 2024».
El nuevo edificio estará destinado al hospedaje de los escolares que participan en su oferta de actividades. Se ubicará junto al resto de sus instalaciones situadas en el Valle de Ollo y tendrá capacidad para acoger hasta a sesenta y cuatro personas. «Es un servicio que siempre vamos a necesitar y así no dependemos de decisiones de terceros», asevera.
EL TRAYECTO HASTA LA NUEVA INSTALACIÓN
En 2014, Gure Sustraiak contaba con una zona destinada a pisos tutelados y, otra, para el hospedaje de estudiantes. En ese momento vivían doce personas de forma asidua pero, la llegada de la pandemia propició que las solicitudes para obtener el servicio de las viviendas aumentasen.
Esta situación llevó a la cooperativa a transformar uno de los espacios destinados a acoger a los alumnos de los colegios e ikastolas en más pisos dedicados a esta labor. «El espacio para los escolares se vio reducido y, empezamos a pensar en otras alternativas para albergarlos ya que, sin ellos, esto no tendría sentido. Todo el programa de actividades que ofrecemos desde el centro ocupacional es para estos estudiantes», especifica.
Pero, el punto de inflexión que les motivó a plantearse la construcción de su propio edificio en el Valle de Olleta ocurrió cuando, la gestión de la posada del pueblo, desde 2001 en su propiedad, volvió a salir a concurso. «Teníamos el derecho porque ganamos la licitación y la empleábamos como albergue. Su duración era de veinte años y, en 2021 venció el plazo. El Concejo de Ollo nos permitió alagar algo la estancia pero lo volvieron a sacar a subasta y, finalmente se la concedieron a otro gestor», rememora.
LA IMPORTANCIA DEL FACTOR HUMANO
El director de esta cooperativa que se alzó con el galardón del RSC Medioambiental en la segunda edición de los premios RSC otorgados por este medio, explica que, además de dar salida esta estructura que, sin duda, será un apoyo para desarrollar su programa de educación ambiental que realizan ikastolas y colegios y una oportunidad para consolidar y asentar sus equipos de trabajo,.
De hecho, desde marzo de 2020, los integrantes de Gure Sustraiak se han duplicado. Su equipo de trabajo ha pasado de emplear a veintidós personas a los 43 empleados actuales. «la inversión en el equipo humano que trabaja a nuestro lado también es muy importante para nosotros», concluye.
