Según la Real Academia Española, innovar significa ‘mudar o alterar algo, introduciendo novedades’. Si lo trasladamos al ámbito económico, a esta definición habría que añadir que esas novedades tienen como objeto una mejora que reporte beneficios, crecimiento y riqueza, tanto a la empresa que desarrolla esa innovación como a la sociedad en su conjunto. Con la terminología ya clara, el think tank Boston Consulting Group ha hecho público un estudio en el que asegura que sólo el 2% de las empresas a nivel mundial son “muy innovadoras”, porque han sabido conjugar sus capacidades para crecer y ser rentables aún en tiempos de crisis.
Este organismo considera empresas muy innovadoras aquellas que buscan y consiguen la excelencia, que se adaptan a un mercado global e internacional, que apuestan por áreas de potencial crecimiento y que tienen claro el modelo de renovación para obtener ventajas a corto y largo plazo.
Atendiendo a todo ello, la primera pregunta que surge es si en Navarra hay empresas que innoven y qué peso tienen en la economía foral. La respuesta no es del todo sencilla.
MENOS DE MEDIO MILLAR
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016, último año analizado, había en Navarra 402 empresas con actividad innovadora. Por esas fechas había un total de 38.444 empresas en la Comunidad foral, si bien, 31.207 eran unipersonales o tenían dos o menos asalariados, con lo cual la innovación en esos casos es casi imposible. Así pues, cabría decir, en el peor de los casos, que el 5,55% de empresas con posibilidades de innovar lo hace.
402 empresas navarras tenían en 2016 actividad innovadora, según el INE
Sin embargo, lo cierto es que hace falta tamaño para lograrlo. Y es por eso que tienden a ser las multinacionales y las grandes empresas las que se lanzan a la aventura de la innovación. Según el Instituto de Estadística de Navarra (NASTAT), es la industria manufacturera la que más empresas innovadoras concentra, sobre todo, entre las dedicadas a la metalúrgica, la madera y la agroalimentación. Pero, no deja de lado el empuje del sector servicios, sobre todo, en lo que se refiere a transporte, información y comunicaciones. “Las grandes son las que más invierten; son las que más capacidad tienen para ello, pero también es verdad que hay algunas pymes que llevan la innovación en su ADN y que innovan sí o sí… Aunque el resto, en líneas generales, no lo hace mucho”, reconoce Ana Ursúa, directora de la Asociación de la Industria Navarra (AIN).
NAVARRA PIERDE POSICIONES
Navarra ocupa la cuarta posición entre las comunidades autónomas en lo que a innovación se refiere, considerándose “moderadamente innovadora” y por detrás de País Vasco, Cataluña y Madrid. De hecho, la comunidad vecina es la única con el calificativo de “fuertemente innovadora” en todo el Estado. Al menos, así se desprende del Índice de Innovación Regional (RIS en sus siglas en inglés) de 2017, elaborado por la Comisión Europea con datos de 2014 y 2015. Navarra mantiene un nivel aceptable, pero lo cierto es que es la comunidad que más ha caído en el ranking en comparación con los datos de 2009.
El think tank Institución Futuro ha analizado recientemente estos datos y ha llegado a la conclusión de que Navarra está ahora 15 puntos por debajo de la media europea, cuando en 2009 y 2011 iba casi a la par, apenas 1,5 puntos de diferencia. Además, según la UE, el porcentaje de empresas que innova en producto, procesos, marketing y organización es todavía demasiado pequeño en la Comunidad foral. “Si estos datos son preocupantes, lo es más en este momento en el que la globalización y el avance imparable y exponencial de las tecnologías amenazan la competitividad de toda empresa carente de agilidad, flexibilidad y apertura al mundo”, se lamenta Ana Yerro, directora de Institución Futuro, para quien innovar “no puede ser un lujo, sino una tarea constante de las empresas”.
En cualquier caso, no todo es malo en la evaluación del RIS. Según destacan desde Institución Futuro, Navarra está por encima de la media europea en educación terciaria y en los empleos en sectores de media y alta tecnología, y ha mejorado un poco en gasto privado y en inversión pública en I+D. Al menos, en comparación con 2013, pero no llega todavía a los datos previos a la crisis.
De hecho, esta pasada semana se presentó el informe COTEC, que refleja la situación de la I+D+i en España desde 1996, y reconoce que nuestro país está “totalmente descolgado” de Europa. Mientras nuestros vecinos europeos destinan de media un 27% más a innovación que en 2009, la aportación española ha caído un 9%. Y eso pese a que en 2016 la inversión de las empresas en I+D+i creció un 3% hasta los 7.126 millones de euros, registrando ya dos años consecutivos de subidas.
En Navarra, en cambio, 2015 fue el peor año de la serie, con 272 millones de euros invertidos por empresas, frente a los 479 millones de 2011 o los 440 millones de 2008. Y, aunque en 2016 mejoró ligeramente, apenas superó los 308 millones. “Navarra ha perdido una década. Mientras otras regiones de todo el mundo pisaban el acelerador en una carrera de largo aliento, la inversión en I+D de Navarra ha pasado de rondar el 2,1% del PIB a quedarse el año pasado en un exiguo 1,62%, el porcentaje más bajo desde el año 2003”, resalta Ana Ursúa, quien añade que la Comunidad foral está ahora “a una distancia enorme de las economías más pujantes y avanzadas del continente”. En este sentido, recalca que Alemania, Suecia y Dinamarca rondan el 3% de inversión anual. Ese porcentaje, fijado a principios de siglo por Navarra, se atisba ahora casi inalcanzable.
LAS PYMES, CADA VEZ MÁS FUERTES
Consciente de los estragos de la crisis económica en las inversiones en innovación, la Unión Europea cuenta con varios instrumentos para incentivarla y hacer de la economía europea más competitiva y fuerte. Con ese objetivo se creó el Consejo Europeo de Innovación con un presupuesto de 2.700 millones de euros, como explica Sergio Pérez García, responsable de Entreprise Europe Network de la Universidad de Navarra. El Consejo gestiona varios programas como Instrumento PYME, que facilita la financiación de proyectos innovadores, que se inscriben dentro del programa marco H2020. En el apartado concreto de innovación en las pymes, España es el país con un mayor retorno (un 18,3%), afirma Pérez.
Navarra es la comunidad que más ha caído en el ranking de innovación en comparación con 2009
“Navarra –explica Sergio Pérez– ocupa la novena posición entre las comunidades autónomas, con un total de 35,3 millones de euros y donde las empresas son la mitad del total de entidades beneficiaras por el H2020”.
Además, aclara que, aunque Navarra no figure en las primeras posiciones por áreas, “nuestro porcentaje de financiación de innovación en las pymes es superior al de las comunidades líderes”. De hecho, hasta el pasado diciembre, eran 34 las pymes con proyectos financiados por el Instrumento PYME, a los que se suman otras dos en lo que va de año. Además, insiste, 50 pymes navarras son consideradas innovadoras, según ENISA, la Empresa Nacional de Innovación, dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Con esos datos sobre la mesa, Sergio Pérez no duda en afirmar que “en Navarra existen pymes con una I+D excelente y con gran potencial de innovación”. Pero esto no quita, añade, para que “siempre haya líneas de mejora”.
Estas mejoras, apunta Ana Yerro, pasan por “impulsar la formación en nuevas tecnologías y formación continua, en promover la cooperación y la innovación abierta, atraer el talento y la inversión extranjera, y por el hecho de que las entidades públicas impulsen e incentiven la innovación a través de medidas como la fiscalidad, la compra pública, los entornos piloto de aprendizaje, etc”. “La innovación –insiste- es imprescindible para generar riqueza y empleo”. Innovación, y en eso coinciden los tres expertos, entendida en sentido amplio, no sólo desde el punto de vista tecnológicos, sino también organizativo; innovación que afecta no sólo al producto y los procesos sino a toda la empresa.
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