La construcción vive un momento «histórico». Por un lado se enfrenta a la subida en el precio de los materiales y la falta de personal, como tantos otros sectores, así como a la escasez de suelo disponible para edificar. Y, por otro, deberá abordar las exigencias medioambientales aprobadas por Europa. Precisamente, el Parlamento Europeo ratificó el pasado marzo una ley que obliga a que todos los edificios de nueva construcción sean de emisiones cero a partir de 2030, normativa que se adelanta a 2028 para los inmuebles públicos. Todo ello con el agravante de «ser el único gran sector que no ha asumido todavía la transformación de su modelo productivo», a diferencia de otros relevantes para Navarra como el de la automoción o el de las energías renovables.
Por eso, estas compañías ya han tornado sus ojos a la industrialización. De hecho, se espera que el 10 % de las futuras edificaciones del país se levanten siguiendo este modelo a partir de 2030, según el Radar de tendencias de la edificación 2024 elaborado por Rebuild. Y es que, aun cuando queda un importante recorrido por hacer, su impulso permitirá a las empresas edificar de forma rentable, sostenible y digital.
Estas reflexiones centraron el II Encuentro Anual del Clúster de la Industrialización de la Construcción de Navarra (iCONS) que, con el patrocinio de CaixaBank y el apoyo del Gobierno de Navarra, se celebró la semana pasada en Salesianos Pamplona. Así, bajo el título ‘Construyendo en serio’, la jornada reunió a más de cien representantes de estudios de arquitectura, promotoras, constructoras, fabricantes, empresas digitales y centros de formación, que pudieron conocer el estado actual y las próximas líneas de acción del clúster, así como los testimonios de tres referentes nacionales en el sector.
El gerente del clúster, Íñigo Porres, dio paso en primer lugar a Jorge Lanchas, director del Salesianos Pamplona. Durante su intervención, este destacó el alineamiento entre el centro educativo y la entidad sectorial. «Nos mueve el hecho de avanzar, innovar y transformar la sociedad a través de las cuatro especializaciones que trabajamos, desde las artes gráficas hasta la construcción, pasando por la impresión funcional y la automoción. En ese camino, ser socios del clúster nos hace ir de la mano con las empresas, que ahora se enfrentan a importantes retos como la Inteligencia Artificial (IA) o la integración de tecnologías innovadoras en su quehacer profesional», incidió.
iCONS ya aglutina a 57 empresas, que facturan 3.248 millones
A continuación, la consejera de Universidad, Transformación Digital e Innovación, Patricia Fanlo, recalcó la «fluida relación» entre el clúster y el Gobierno de Navarra. Una dinámica que ejemplificó a través del futuro Building & Architecture Institute (BAI): «Ya estamos trabajando de la mano de iCONS en la fundación de lo que posteriormente será este centro de referencia nacional». Al mismo tiempo, recalcó el compromiso del Ejecutivo foral con «diseñar un nuevo modelo de construcción que impulse tanto la sostenibilidad como la digitalización».
Por su parte, el presidente de iCONS, Íñigo Eugui, valoró el impulso que la industrialización del sector está viviendo en Navarra en el marco de «un momento histórico», caracterizado por dificultades como «el aumento de los costes y la falta de personal». Este esfuerzo se concreta en iniciativas como la aprobación reciente de una red nacional conformada por los once clústeres regionales de construcción o el servicio disponible para los socios de contar con un asesor experto en industrialización.

Eugui desglosó las principales líneas de trabajo de iCONS, así como las líneas que impulsará el siguiente curso 2024-2025.
El clúster ya aglutina a 57 empresas y entidades, con una facturación agregada anual de 3.248 millones de euros. Además, ha participado en el diálogo que el Ejecutivo foral ha fomentado alrededor de la futura Ley de Industria. «Para que Navarra sea más atractiva a la inversión y más eficiente para el tejido empresarial, hemos solicitado, entre otras cosas, la simplificación administrativa, la transparencia y la trazabilidad de expedientes, y mejoras en la fiscalidad. También esperamos concurrir al proceso de revisión de la Estrategia S4 para postular la construcción como sector estratégico, al igual que lo es en otras comunidades como Castilla y León», detalló.
Así mismo, concretó las actividades que se llevan a cabo desde la entidad para materializar las líneas estratégicas: industrialización, digitalización, sostenibilidad, rehabilitación y talento. «De cara al siguiente curso, iCONS trabajará, entre otras líneas de acción, para impulsar la atracción y el apoyo a startups que deseen innovar en nuestro sector y poner en marcha varios servicios de vigilancia tecnológica y el diagnóstico de transformación digital, así como para materializar un manifiesto que defina de qué hablamos cuando tratamos sobre construcción industrializada», concluyó Eugui. A todo ello se sumarán los servicios transversales y las actividades que ya se vienen desarrollando desde el clúster como los encuentros entre socios, las píldoras de conocimiento con expertos o las visitas grupales.
LOS RETOS DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
La segunda mitad de la jornada se centró en las experiencias reales de tres empresas pertenecientes a distintas partes de la cadena de valor. Así, tras presentar sus actividades y proyectos, participaron en el debate Julio Touza, presidente del estudio Touza Arquitectos; Alberto Fransitorra, director de Operaciones de la startup 011h; y José Ignacio Esteban, director general en Ávit-A, firma especializada en la construcción industrializada y perteneciente al Grupo Avintia.
Julio Touza: «Hace falta también que las escuelas de arquitectos incorporen contenido acerca de los componentes industrializados»
En primer lugar, Touza explicó cómo ha sido la evolución de la construcción industrializada a lo largo de cincuenta años. Precisamente, ese es el tiempo que lleva desempeñándose como arquitecto, una experiencia que le ha llevado a especializarse en el uso de componentes industrializados.
«En los últimos años ha habido un avance cualitativo porque hay inversión. Y las compañías de Navarra están más que cualificadas para asumir esta enorme transformación, que sucederá como un paso natural del sector», esbozó.
Alberto Fransitorra (011h): «Quienes han trabajado con nosotros reconocen que nuestros proyectos suelen tener un acabado más fino y fiable»
Después, Fransitorra y Esteban reflexionaron sobre la economía de escala de la industrialización, una asignatura pendiente. El primero relató que 011h, fundada por los promotores de Privalia en 2020 para impulsar la sostenibilidad en el sector, trabaja sobre tres pilares: el uso de componentes prefabricados, una red de proveedores integrados para una cadena de suministro confiable y la digitalización de todo el proceso. De esta forma, ha logrado reducir el tiempo de construcción «en un 35 %» y las emisiones de CO2 «en un 70 %».
«En este camino, nos hemos encontrado con la sensibilidad del cliente ante el precio. Aún estamos en una etapa muy inicial para hablar de escalado, pero quienes han trabajado con nosotros reconocen que nuestros proyectos suelen tener un acabado más fino y fiable. Hay empresas que ya han repetido con nosotros», aseguró.
José Ignacio Esteban (Ávit-A): «El desafío yace en rentabilizar esta actividad para que las empresas de menor tamaño también logren dar este salto»
Por su parte, Esteban encabeza Ávit-A desde su creación en 2022, cuando el Grupo Avintia decidió apostar por la construcción industrializada como línea de negocio. «La evolución del sector se da por necesidad, porque el futuro que se avecina para la manera tradicional de construir es muy complejo. Nosotros tenemos la suerte de contar con un riñón que soporta grandes inversiones, como la que hicimos en nuestra fábrica, pero el verdadero desafío yace en rentabilizar esta actividad para que las empresas de menor tamaño también logren dar este salto», advirtió al tiempo que defendió la posibilidad de que España se pueda convertir en la «fábrica de viviendas de Europa por su capacidad industrial».

De izda. a dcha., Julio Touza (Touza Arquitectos), Alberto Fransitorra (011h), José Ignacio Esteban (Ávit-A) e Iñigo Eugui (iCONS).
La conversación derivó en la necesidad de un cambio de cultura en el sector, por el que se debe potenciar la colaboración entre los eslabones de la cadena de valor. «La robótica y la estandarización han llegado para aportar ese punto de perfección necesario en la coordinación de todo el sector. Pero hace falta también que las escuelas de arquitectos incorporen contenido acerca de los componentes industrializados en sus planes de estudio. La construcción industrializada no limita la creatividad, sino que la impulsa», remató Touza.
La jornada concluyó con una invitación abierta del clúster a todas las empresas que «quieran participar de la transformación irremediable» del sector. «Seguiremos trabajando para cimentar las bases y construir en serio la industria de la construcción. Tenemos que hacerlo encajando como piezas de un puzle las nuevas tecnologías y sistemas constructivos que van surgiendo a paso acelerado, siempre desde la colaboración y el diálogo entre todos los agentes implicados», señaló Porres.