Las empresas españolas son cada vez más vulnerables ante la ciberdelincuencia. Precisamente, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) gestionó el año pasado 97.348 incidentes, de los cuales el 32,4 %, unos 31.540, afectaron a pymes, micropymes y autónomos. Esta cifra representa un notable incremento con respecto a la de 2023, que se situaba por encima de los 22.000 casos. Por eso, la ciberseguridad ha pasado a convertirse en una necesidad estratégica para las empresas que desarrollan tecnología.
Ante este contexto, la Unión Europea implementó la Ley de Ciberresiliencia, que entró en vigor el pasado diciembre y establece una serie de requisitos obligatorios de ciberseguridad para productos con componentes digitales. Así, busca garantizar que tanto el hardware como el software sean seguros durante todo su ciclo de vida, responsabilizando a los fabricantes de este aspecto. Las principales obligaciones de esta nueva normativa se empezarán a aplicar a partir de 2027.
En ese contexto, varios empresarios navarros decidieron unir fuerzas para afrontar dicha problemática a través de la colaboración: Íñigo Ayerra, CEO de IED; Jon Navarlaz, Ana Monreal y Miguel Ángel Llorente, socios de iAR; y Jorge García, CEO de MyVitale. Pero, al analizar su propio mercado, se percataron de que era un nicho en el que también podían asistir a otras firmas con sus avances. Así nació Argos Secure Developments, cuyo objetivo es diseñar, instalar y operar soluciones para desarrolladoras y fabricantes de software y hardware, así como formar a sus empleados en la materia.
«En Argos, no solo prevenimos amenazas, sino que creamos un entorno seguro donde la innovación y el desarrollo tecnológico puedan prosperar sin riesgos. Así, nos distinguimos gracias a nuestras soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente, asegurando que sus sistemas y datos estén protegidos frente a las vulnerabilidades más críticas», explica a Navarra Capital Navarlaz, quien ejerce también como CEO de iAR.
Para ello, la nueva compañía combina tecnología avanzada con la experiencia multidisciplinar de sus fundadores. En esta línea, por ejemplo, ayudó recientemente a una empresa del sector industrial «a detectar y mitigar vulnerabilidades críticas» en su firmware. «La protección de los datos y sistemas críticos no es solo una necesidad técnica, sino una responsabilidad estratégica. Por eso, queremos liderar este campo con innovación y excelencia», añade Ayerra. Un enfoque que corrobora Galduroz: «Nuestro equipo está comprometido con proteger la propiedad intelectual y reputación de nuestros clientes».
PLAN DE NEGOCIO
Por eso, sus actividades se estructuran en cuatro grandes ámbitos: la auditoría, el diseño e implantación de sistemas de protección frente a amenazas avanzadas como ransomware y fugas de datos, la consultoría estratégica para integrar la seguridad en la estructura corporativa, y la capacitación continua para los equipos internos de las compañías. «Desde iAR, entendemos que la seguridad es la base para el éxito de cualquier desarrollo tecnológico. En Argos, aplicamos nuestro conocimiento para ofrecer soluciones robustas y a medida», señala Monreal, COO en iAR.
Para liderar el proyecto, la nueva empresa ha fichado a Julia Cortés, ingeniera informática que cuenta con un máster en Ciberseguridad, Seguridad Informática y de Sistemas por la IMF Business School. Previamente, trabajó en las logroñesas Creast e Idoneo, además de llevar a cabo el desarrollo back-end en iAR.
Para este año, Argos proyecta ampliar su cartera de clientes, expandir su equipo de trabajo en función de la demanda y desarrollar una plataforma propia, con herramientas diseñadas internamente para ofrecer servicios más personalizados. «Pero, sobre todo, queremos trasladar que en temas de ciberseguridad no solo importa la parte más técnica, sino que es necesario formar a todos los empleados para que tengan unas nociones mínimas. Por eso, impulsaremos este doble enfoque de implantación de sistemas en las empresas», remata Cortés.
SOBRE LAS FUNDADORAS
Las firmas fundadoras de Argos ya tienen una larga trayectoria en la puesta en marcha de proyectos digitales para un amplio abanico de sectores. En este sentido, iAR está especializada en el desarrollo de software industrial y forma parte de numerosos proyectos de innovación relacionados, entre otros, con el sector agroalimentario como la automatización de la toma de decisiones en las fábricas o la supervisión de la producción en tiempo real para reducir costes, aumentar la calidad e incrementar la seguridad alimentaria.
Por su parte, MyVitale aplica sus desarrollos tecnológicos al sector del deporte y el bienestar. Diseña e instala apps personalizadas y software profesional adaptado a las necesidades de cadenas de centros deportivos, así como comercializa su propia aplicación de entrenamiento. En concreto, cuenta con más de cuatro millones de usuarios particulares, más de 4.000 usuarios profesionales y clientes en ocho países.
Además, IED diseña y fabrica soluciones electrónicas para industrias como las energías renovables, la movilidad eléctrica, la agricultura, la industria y la construcción. Entre sus últimos hitos, la firma abrirá sedes en EEUU y Brasil para producir y vender su tecnología que optimiza los ‘trackers’ solares. Así mismo, lanzó recientemente una nueva firma en colaboración con Zizu que, bajo el nombre de Mula Autonomous Farming, desarrolla vehículos para llevar a cabo labores agrícolas de forma autónoma.