Cabe recordar que, tras el incendio sufrido hace ahora un año, los propietarios de INDUSAL barajaron otras posibles ubicaciones. Sin embargo, las gestiones del alcalde de Marcilla, Mario Fabo, permitieron que la empresa optara por continuar en unas nuevas instalaciones de 15.000 metros cuadrados de superficie, que ya se encuentran operativas y cuya adecuación y puesta en marcha ha supuesto un desembolso próximo a los 8 millones de euros.
En ese sentido, la operación del Ayuntamiento consistió, fundamentalmente, en una permuta de terrenos y la compra de una parcela en el polígono industrial ‘El Campillo’ donde hoy se localiza una INDUSAL, una lavandería más tecnificada que la que fue destruida por el fuego y que emplea en el momento presente a 60 personas aunque, en este último caso, la dirección no descarta nuevas contrataciones según se desarrolle el negocio.
A cambio, el consistorio se ha quedado con las antiguas instalaciones de la empresa que se espera destinar para usos municipales así como para el desarrollo de una serie de naves nido que acojan futuros proyectos vinculados a PYMEs y nuevos emprendedores.
Mientras esto llegar, la realidad es que INDUSAL ha aprovechado el cambio para introducir una nueva línea de trabajo: el lavado y alquiler de ropa laboral
A partir de ahí, solo falta descontar las horas para que se conozca la fecha de la reinauguración de un complejo productivo ya a pleno rendimiento y, sobre todo, para que puedan hacerse públicas una serie de operaciones empresariales que, según se ha sabido, podrían suponer “futuros proyectos de expansión” para la compañía.
Una información facilitada por José María Cambra para Navarra Capital. Fotos: Kerus Comunicación©
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