Preparados, listos… ¡ya! Un coche verde de carreras acelera a toda velocidad. El motor ruge con fuerza. Se desliza por las rectas a casi 300 kilómetros por hora, como si pudiera volar sobre el asfalto. A lo lejos, nuestra protagonista ondea una bandera de cuadros blancos y negros mientras camina hacia nosotros. “¡Bienvenidos!”, exclama con una sonrisa radiante. Su abrigo combina a la perfección con los tonos del recinto: miremos por donde miremos, un rojo brillante colorea las instalaciones del Circuito de Navarra, ubicado en Los Arcos. Preparada para recorrer sus memorias, Inma Lezana nos conduce hacia los boxes, donde nos desvela que el mundo del motor forma parte de su vida desde que nació.
Nuestra invitada se detiene en uno de los 32 boxes. Con cierto halo de misterio, de pronto retira una manta (también roja) y nos muestra el safety car del circuito. Asombrados, contemplamos la estética del vehículo y su estallido de colores mientras Inma ocupa el asiento del piloto. “Me he criado entre motos y coches, pero tengo que reconocer que conducir esto sola me da un poco de respeto”, ríe para acto seguido explicar que la función del coche de seguridad es intervenir rápidamente en las carreras ante un incidente. Después, con amabilidad, pregunta: “¿Os queréis subir?”. Sopesamos la respuesta en silencio y, aunque nos habría gustado dar el “sí”, rechazamos la propuesta. Preferimos explorar las instalaciones, pues con una superficie total de 74 hectáreas, hay mucho que recorrer.
“Tenemos un circuito de velocidad, otro de karting, una pista de autocross, una deslizante y una zona 4×4″, concreta tras poner rumbo a su despacho. Con unas espectaculares vistas, entre curvas y rectas, nos invita a un café y narra su historia. La nostalgia aterriza en su voz para dar cabida a los recuerdos de una “infancia muy feliz”.
GRAN AFICIONADA DE LAS MOTOS
Aunque nació en Logroño, vivió en Haro hasta los 17 años. De aquella época destaca el entusiasmo con el que contemplaba el campeonato de Moto GP, junto a sus padres y su hermana, en el salón de la vivienda familiar. Con euforia y admiración, disfrutaban de aquellas carreras como si fueran “el mayor evento” del año. Esta afición le vino heredada de su padre: “Tiene motos de todo tipo, siempre han sido su gran pasión. Incluso competía en campeonatos de motocross los fines de semana”.
“Mi padre tiene motos de todo tipo e incluso competía en campeonatos de motocross“
Con apenas siete u ocho años, Inma ya era toda una experta en motos. De hecho, su padre regaló a las dos hermanas una pequeña Mecatecno. “Al subirme y conducir, me iba arañando las piernas con los hierbajos del campo”, rememora entre risas. También la velocidad y la adrenalina corrían por sus venas cuando manejaba una moto de agua en un pantano de Vitoria: “Era divertidísimo, me lo pasaba fenomenal”.
Además del mundo del motor, nuestra protagonista sentía una especial devoción por el mundo de la comunicación. “Mis amigas me decían que tenía un don comunicándome con la gente, así que elegí formarme en eso”, expresa tras remarcar que estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Valladolid, en el campus de Segovia. Yo, como vallisoletana, le pregunto por los compañeros castellanoleoneses con los que compartió aula y, sonriente, reconoce que entre clase y clase encontró su lugar en la “gran familia” que conformaba aquella promoción universitaria. “Había gente de todas partes del mundo. Estados Unidos, Italia… El hecho de conocer a personas de otros lugares me gustaba mucho”, subraya.
RUMBO A LONDRES
Pero no abandonó el mundo de las carreras. Una vez finalizados sus estudios, optó por cursar un MBA en Sports Management por la Universidad Europea de Madrid, especializándose así en la gestión deportiva. Al terminar su formación, hizo las maletas y se mudó a Londres. ¿Por qué? Lo cierto es que viajar siempre ha sido otra de sus grandes aficiones y, la primera vez que estuvo en Inglaterra siendo aún adolescente, se “enamoró” de la ciudad. Allí permaneció un año como deal coordinator en la empresa Ethos Data, enfocada en ofrecer salas de datos virtuales para albergar información de forma segura. A pesar de que en Gran Bretaña era feliz, en 2011 una oferta de trabajo en la Comunidad foral cambió sus planes. Y entonces, Inma dio un volantazo y trazó un nuevo rumbo para su carrera.
“Comencé a trabajar como secretaria de dirección del Circuito de Navarra”, recapitula. Más tarde, ocupó los puestos de responsable comercial, organización de eventos y comunicación. Y, desde hace apenas siete meses, a sus 40 años, ejerce de directora. Así, acumula unos trece años en la entidad, donde conoció a César, su marido: “Vino como comisario de pista de manera puntual. Compartimos coche para llegar a las instalaciones y, desde ese momento, estamos juntos”.
“Podemos acoger más de un evento al día porque podemos usar diferentes pistas de manera simultánea”
Por aquel entonces, el circuito llevaba apenas unos años en funcionamiento. Hoy ofrece experiencias de conducción, alberga rodajes de anuncios y carreras… También acoge otros tipos de eventos, como carreras de bicicletas de resistencia o la San Silvestre. “Al disponer de tantos espacios, podemos acoger más de un evento al día porque podemos usar diferentes pistas de manera simultánea”, puntualiza. De hecho, el piloto que conduce a toda velocidad un coche verde mientras conversamos con nuestra protagonista está entrenando para una competición: “Normalmente los equipos vienen con sus propios vehículos para probarlos”, especifica.
UNA INVERSIÓN “MULTIMILLONARIA”
El circuito se incorporó en 2022 a la cartera de MotorSport Vision (MSV), que lo compró por 7 millones de euros (hasta entonces, el Ejecutivo foral había invertido 67,8 millones en él). De esta forma, se convirtió en la única infraestructura de este tipo que el grupo británico posee en España. Desde entonces, se ha realizado una “inversión multimillonaria” para acometer mejoras y remodelaciones. En concreto, MSV optó por un proceso en dos fases para garantizar la mínima interrupción posible de la actividad programada, y la primera intervención se completó a principios de este año.
Así, se han modificado los sistemas de seguridad y señalización con la instalación de veintiún nuevos paneles luminosos EM T2, que presentan una alta potencia. “Todos ellos están ya operativos antes del Campeonato Británico de Superbikes Bennets“, apunta Inma entusiasmada para señalar que el evento tendrá lugar los días 20 y 21 de abril y contará con un DJ y un espectáculo de acrobacias sobre moto.
“Hemos recibido buen feedback de los pilotos que han probado la pista. Se han eliminado las zonas bacheadas”
Además, se han actualizado los sistemas de videovigilancia del recinto, que ahora ofrecen “mayor calidad”. Nuestra invitada se muestra ilusionada con estos cambios y con la nueva etapa que afronta como máxima responsable del circuito, trabajando para una empresa privada: “Hemos recibido muy buen feedback de los pilotos que han probado la pista. Se han eliminado las zonas bacheadas de la recta principal y de la curva cinco”. Entonces, se levanta de la silla y examina las estanterías del despacho en busca de algo. “¡Mira”, exclama antes de mostrarnos un pedrusco. “Cuando estaban de obras, bajé a la pista y cogí un trozo de un bache para el recuerdo”, apostilla entre carcajadas.
La segunda fase de las remodelaciones se desarrollará en agosto. La idea es crear un trazado que amplíe la configuración actual de 3,9 a 4,3 kilómetros, con una nueva recta tras la curva diez: “Muchos usuarios decían que había una zona lenta. Con este cambio, el circuito será más rápido, fluido y dinámico. La gente tiene muchas ganas de probarlo”.
Aunque el Circuito de Navarra no alberga campeonatos de Moto GP o Fórmula 1, como sucede en Jérez o Barcelona, su directora defiende que las instalaciones “son de primer nivel”. Por ejemplo, todos los boxes cuentan con su propio baño privado. Y, al pasear por el entorno, Inma hace hincapié también en la torre de control. “Hemos invertido en el remodelado de edificios para pintarlos. La torre vuelve a tener un color rojo intenso”, explica.
ENTRETENIMIENTO FAMILIAR
Los aficionados a las carreras de coches y motos son los principales usuarios del circuito, pero el objetivo de este es hacerlo “más atractivo para las familias”. Inma menciona Inglaterra al abordar esta realidad: “Allí hay más afición, ponen food trucks, ferias, espectáculos con monster trucks… Lo hacen más ameno. Aquí hay más actividad en pista. Queremos darle una vuelta de tuerca”. Para alcanzar esa meta, la directora ha empezado por sus propios allegados. Sus dos pequeños mellizos, Mateo y Lucas, visitaron recientemente las instalaciones. “¡Mamá, quiero un kart de esos, lo voy a pedir por mi cumple! ¡Y también una moto!”, clamaban correteando por el recinto. De hecho, los niños también pueden pilotar vehículos. “Al karting vienen críos incluso de cinco años”, recuerda.
Casi sin darnos cuenta, parece que el tour ha terminado. De nuevo volvemos al punto de salida, y nuestra protagonista nos desea un buen viaje de camino a Pamplona. “Tranquila, nuestro coche no es de carreras, conduciremos con calma”, bromeamos. Ella nos devuelve la sonrisa y, a toda prisa, regresa a su despacho: “¡Aquí vamos a todos lados como una moto!”.