Explorar y tomar riesgos. Eso es innovar. Al igual que grandes expediciones como las de Cristóbal Colón, Magallanes o la del Apolo XI, para Innovar hay que crear una hoja de ruta, un mapa por el cual guiarse. Un viaje, para el que Gijs Van Wulfen aporta su metodología FORTH gracias a la cual, en 15 semanas, una idea innovadora puede llegar al mercado con éxito.
La nueva edición de Innovaction Week ha comenzado en Baluarte con un plato fuerte, la ponencia de Gijs Van Wulfen, fundador de la metodología FORTH Innovation y autor del bestseller internacional “The Innovation Expedition” (publicado en inglés, ruso, turco, holandés, Chino y japonés). Es uno de los top influencers en Linked in en innovación y ha sido su ponencia The Innovation Expedition la que ha dado la apertura de esta nueva edición.
LA INNOVACIÓN NO ES UN PASO, ES UN SALTO
La aplicación Pokemon Go contabilizó en tan sólo 10 días, más de 50 millones de usuarios. Unas cifras impensables hace años. Según Van Wulfen, el ciclo de vida de los productos y servicios se asemeja al de las personas y como nosotros, también mueren. “Pero este ciclo de vida se ha visto reducido en los últimos años en un ratio de 4. Se ha pasado de 12 a 2,3 años. Esto nos demuestra que el mundo se mueve muy rápido”. Tan sólo una de cada tres ideas llega al mercado, “algo que nos hace sentirnos frustrados”, pero para innovar es necesario “ser arriesgados”.
Gijs Van Wulfen ha destacado que las empresas no se ponen de acuerdo en qué es innovar pero lo primero que hay que hacer es definirlo: “Innovar es crear algo nuevo. Pero hay que definir para qué o quiénes eso es algo nuevo. Debemos plantearnos si una nueva idea es una mejora o una innovación. Una empresa debe conseguir beneficios. Con las mejoras, la empresa puede sacar el dinero necesario para una posterior innovación. Cuando la mejora no funciona, hay que innovar. La innovación no es un paso, es un salto”.
“La innovación también es frustración. Todos ponen pegas a las ideas de otros”
Pero la innovación, según ha señalado Gijs Van Wulfen, también es frustración. “Yo siempre me he sentido frustrado. Todos ponen pegas a la ideas de otros. Saltar es más arriesgado que dar un paso. Si todo el equipo directivo de una empresa dijera que sí cuando se le plantea una idea innovadora, entonces no sería una innovación porque sería algo que les encaja. Debemos convertir los noes en síes. Los que tenéis hijos sabeis que aunque no os gusten los niños, amáis a vuestros hijos pero no queréis a los hijos de los vecinos… pues con las ideas es lo mismo. Tu idea es tuya y la del otro es suya. Entonces ¿por qué tengo que romper mis reglas en la empresa por tu idea? Debemos trabajar juntos para generar ideas juntos. Si hace falta una familia para criar un hijo, necesitamos una empresa para crear una idea innovadora. Necesitamos que la innovación sea una factura para que se convierta en algo en lo que trabaje toda le empresa”. Según el ponente, un comité de dirección no funciona porque siempre dice no. “Hay que incorporarlo al equipo para que haga el viaje contigo”
El fundador de la metodología FORTH ha señalado también que no tenemos cultura de innovación aunque lo creamos así. “Como señalaba el presidente de BMW, hoy día sólo innovamos si no innovar es más arriesgado. La innovación es el beneficio de mañana. Estamos ciegos porque no vemos lo que ocurre a nuestro alrededor”.
LAS ENSEÑANZAS DE LAS GRANDES EXPEDICIONES
Gijs Van Wulfen ha equiparado la aventura de innovar con varios viajes y expediciones que han sido relevantes para la historia mundial. Así ha señalado que durante la expedición del Apollo XI a la luna, se contó con tres tripulantes porque cada uno de ellos se había especializado en una tarea concreta. De hecho, se formó a seis astronautas para tener una reserva de cada uno. “Puedes inventar algo solo pero no puedes innovar solo. Necesitamos a todos los integrantes de una empresa, de muchas diferentes disciplinas para innovar. Para mantener la fe del equipo, debemos conseguir pequeños éxitos que les motiven e ilusionen en el proceso”
En la expedición al Polo Sur, Scoth llevó consigo ponys que murieron pronto ante la escasez de hierba. La expedición duró mucho más tiempo y la mayoría de los integrantes murió. Sin embargo, Amundsen llevó 4 trineos de 11 perros cada uno. Los perros más débiles que iban muriendo servían de comida para el resto. La expedición llegó antes y volvió con un trineo de 11 perros. “Esto nos enseña que sólo puedes tener ideas cuando puedes entender las cosas de otra forma. Amundsen había estado el año anterior viviendo con inuits y conocía de antemano a lo que se podía enfrentar”.
“Un comité de dirección no funciona porque siempre dice no a las ideas innovadoras. Hay que incorporarlo al equipo para que haga el viaje contigo”
Para subir al Everest, hubo un primer equipo de asalto que se quedó a mitad de expedición pero que abrió camino para que Hillary y Tenzing pudieran llegar a la cima. “Esto nos enseña que nunca debes apostar por un solo caballo, siempre hay que apostar por varias ideas”.
Isabel de Castilla le ofreció las tres carabelas a Cristobal Colón porque éste le mostró un mapa, tenía un plan. “Cuando vas a innovar, no hay camino. Por eso, es importante construir una ruta que nos dé seguridad. Debemos tener un mapa con sus obstáculos previstos. Después deberemos dar nombre a las ideas”.
METODOLOGÍA FORTH
Es en este punto donde Gijs Van Wulfen ha hablado de su metodología FORTH, la que inventó a partir de sus lecturas de viajes, basándose en las grandes expediciones. Plantea el proceso innovador como un viaje. Con este método se consigue aumentar de un 37% a un 70% la probabilidad de que una idea innovadora llegue al mercado con éxito. La metodología FORTH Innovation es un método para ayudar a las empresas a innovar con éxito en el desarrollo de nuevos productos, servicios o modelos de negocio, con una marcada orientación hacia el cliente.
El nombre que toma este método Forth, está formado por las iniciales de las cinco fases en las que se divide esta metodología en inglés (Full Steam Ahead, Observe & Learn, Raise Ideas, Test Ideas and Homecoming, es decir, avance a toda máquina, observación y aprendizaje, generación de ideas, testeo de ideas y proyectos y vuelta a casa, en castellano).
Este viaje innovador dura 15 semanas en las que a través de talleres se desarrollan proyectos que den como resultado nuevos productos, servicios y/o modelos de negocio. Este proceso comienza eligiendo el foco de innovación, “debemos observar, hay que dejar de pensar para que nos salgan nuevas ideas”. Después hay que establecer una hoja de ruta que nos guíe, observar, analizar la información, testearla, llevar a la práctica los prototipo y realizar por último la implementación del proyecto. “El éxito de este método, que se utiliza a nivel mundial, es gracias en gran parte a que desde el principio, ya se tiene una idea clara, tangible y fiable de la idea de negocio. Además, se lleva a cabo una innovación de forma estructurada, no se innova solo, se experimenta, se conecta con el cliente y uno llega a casa con nuevas micro ideas de negocio”.