Irumold, hasta ahora con sede en Landaben, proyecta trasladar sus actividades al polígono Arazuri-Orkoien. De esta forma, la empresa prevé aumentar su capacidad productiva máxima para pasar de las 148.306 horas de trabajo al año actuales a 207.628,4. Un incremento aproximado del 40 %, que quiere implementar de manera progresiva.
Fundada en 1974, Irumold diseña, desarrolla y fabrica moldes multicavidad de alta precisión con colada caliente para el sector médico y farmacéutico. Su principal destino es la elaboración de dispositivos de administración de medicamentos como inhaladores; plumas de insulina; sistemas de monitoreo de glucosa flash; contadores de dosis; y otros consumibles como placas, catéteres y jeringas. En este sentido, cuenta con clientes como AstraZeneca, Sanofi, Gerresheimer, Abbott o Nypro.
Según pudo saber Navarra Capital, la empresa pretende adecuar el edificio y la nave de la antigua firma de ingeniería y mecatrónica Uscal, que se declaró en concurso de acreedores hace dos años y cuyo proceso finalizó en enero.
Las instalaciones cuentan con un total de 8.291,6 metros cuadrados, donde Irumold proyecta emplear la planta baja y la primera del edificio como zona administrativa. La segunda, para optimizar el consumo derivado de la climatización del edificio. Por su parte, la compañía prevé modificar la distribución de la nave con el fin de generar las estancias adecuadas para desarrollar su actividad.
En la actualidad, Irumold cuenta con 66 trabajadores en la plantilla, 45 en el taller y veintiuno en las oficinas. Cuando se aumente la producción, la empresa espera aumentar esta cifra hasta en un 10 %, de modo que llegaría a tener 73 (cincuenta para el taller y veintitrés en las oficinas).
LA PROPIEDAD DE IRUMOLD
En 1994, la multinacional Schneider vendió Irumold a un grupo de directivos de la empresa. Entre ellos se encontraba Francisco Javier Antoñana, que ostentaba en aquel entonces el cargo de director general. Unas dos décadas después, el Grupo Flex, el tercer fabricante más grande del mundo y que diseña dispositivos electrónicos para firmas de la automoción, la informática o la salud como Ford, Dyson, Ocado o HP, se hizo con la propiedad de la empresa navarra.
De esta forma, la firma pasó a ser una de las ocho subsidiarias de la multinacional, que cuenta en la actualidad con unos 130 centros de fabricación a nivel global. Flex emplea a más de 160.000 personas en el mundo y factura anualmente unos 24.000 millones de dólares (alrededor de 21.900 millones de euros).
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