Javier Salvat ha cerrado el círculo que inició cuando salió de Barcelona, ciudad en la que nació en 1952, para venir a estudiar Derecho en la Universidad de Navarra. Y tras una carrera profesional que le llevó a Suiza, Estados Unidos y otros países, ha vuelto a Navarra, concretamente a Artajona, donde vive actualmente en una casa que ha heredado su mujer, Marisa, a la que también conoció aquí en su época universitaria.
Además, siendo muy joven viajó a menudo junto a su padre para visitar la redacción de enciclopedias que la empresa familiar, Ediciones Salvat, instaló en Pamplona, y la imprenta Gráficas Estella, también propiedad del grupo editorial. Bromea señalando que incluso “tengo un nombre genuinamente navarro” y, con un tono algo más solemne, proclama que “Navarra ha sido y es muy importante en mi vida, un referente”.
También ha cerrado otro ciclo porque procede de una familia de editores, su padre ha sido presidente de la Unión Internacional de Editores, su hermano Pablo es ahora el presidente de la Asociación de Bibliófilos de Barcelona y acaba de publicar un libro titulado… Pero de eso hablaremos un poco más adelante.
La Biblioteca Básica Salvat contribuyó a popularizar la cultura literaria en un país pobre, en cuyos hogares escaseaban los libros. Hogares en los que todavía se conserva el Diccionario Monitor o la Enciclopedia de la Fauna de Félix Rodríguez de la Fuente. Productos editoriales impresos aquí: “No sé exactamente por qué mi padre decidió traer parte de la editorial a Navarra. Sí que buscaba un lugar con universidad y, por eso, pensó también en Salamanca. Pero las facilidades fiscales que entonces se daban a las empresas para que vinieran supongo que fue lo que le hizo decidirse”.
“Eso de tocar, oler, llevar el libro y tenerlo en la mano me sigue encantando”.
Ser miembro de la familia que creó una de las más importantes editoriales españolas, en la que trabajó entre 1978 y 1989, nos lleva a preguntarle qué siente al ver que la tecnología digital se ha llevado por delante las enciclopedias, que tanto prestigio dieron a Salvat, y plantea artilugios electrónicos para sustituir a los libros de papel, al tiempo que una tras otra van cerrándose librerías. La respuesta no es la que esperábamos: “No lo veo como un drama ni soy pesimista. Es evidente que tiene que haber ajustes y que, desgraciadamente, seguirán desapareciendo librerías. Pero pasa como en todos los negocios: el que quiera mantenerse y seguir en la brecha va a tener que ofrecer un valor añadido y diferencial. Por fortuna, todavía existen aventureros y amantes del libro que ofrecen cosas que no te pueden ofrecer las meras distribuidoras”.
LIBRO ELECTRÓNICO, LIBRO DE PAPEL
Suponemos que preferirá un libro de papel y nos lo confirma. “Llámale romanticismo si quieres. Eso de tocar, oler, llevar el libro y tenerlo en la mano me sigue encantando”. Pero acto seguido aclara que “no tengo nada en contra del libro electrónico, creo que es un complemento fantástico, que te puede dar cosas que el libro físico no da. Pero si tengo que escoger, me quedo con el de papel”.
Una vez asentados aquí, Javier Salvat y su esposa vieron que Navarra “tiene muchos atractivos». Y Artajona, «en concreto, uno turístico muy importante que es el Camino de la Vera Cruz”. Han creado la asociación Itineris Coma, que viene del inglés Corporation from the Middle Ages, cuya finalidad es dinamizar y potenciar territorios atravesados por caminos históricos, entre ellos el de la Vera Cruz, y han contactado con poblaciones del recorrido del camino y otras que no lo están directamente, pero pueden enriquecerlo con propuestas gastronómicas, culturales, patrimoniales… “Por otra parte, tenemos un proyecto que está bajo el paraguas de Itineris y se llama Líder Imperfecto, una plataforma de reflexión sobre lo que significa liderar en este momento en el mundo. Ya hemos hecho dos jornadas en Artajona, que han atraído gente de toda España, y la tercera vamos a hacerla en Madrid”.
“Soy optimista porque creo en el ser humano. El hombre no es mejor porque no ha probado a serlo”.
Tras su trabajo en Salvat Editores, pasó por varias empresas y proyectos “siempre con la mente muy puesta en las relaciones humanas y el crecimiento personal, lo que me llevó a formarme en ‘couching’ y mediación”. Aquí es donde retomamos el tema del libro, titulado ‘Derribando muros, construyendo puentes’, que es una recopilación de reflexiones. «Su subtítulo es ‘Pensamientos para abrir la mente’. Hay un tema al que he dado muchas vueltas durante toda mi vida, y es que el ser humano no dedica el suficiente tiempo para autoconocerse. Si lo hiciera, potenciaría un montón de cosas como sus habilidades sociales, la gestión de conflictos, la comunicación, la toma de decisiones, pasar a la acción…”. Esas reflexiones las ha ido difundiendo a través de las redes sociales “y, al cabo de un tiempo, me dijeron que por qué no las publicaba en un libro recopilatorio. Contacté con un editor que me seguía por Twitter, le pedí consejo y me dijo que no solo le parecía bien, sino que estaba dispuesto a hacerlo él”. Para su sorpresa, “todo ha resultado muy fácil”.
187 PÁGINAS DE TUITS
No esperen encontrarse un texto al uso. Son páginas que recuerdan la pantalla de un teléfono, mientras intercambiamos whatsapps, con frases enmarcadas en blanco sobre un fondo gris: “Uno no debería dejar de hacer lo correcto por el simple hecho de que no favorece sus intereses” es una de ellas. Y debajo, “uno no se suele preguntar qué gana poniéndose límites porque la respuesta no debe ser muy halagüeña”. Así hasta completar 187 páginas. “Es curioso, antes hablábamos de que si lo digital iba a acabar con los libros ¡y este es un libro físico que sale de las redes sociales!”, lo que le da pie para defenderlas: “Tendemos a demonizarlas, pero bien llevadas son un instrumento fantástico, me han servido para recuperar relaciones de la juventud y hasta de la infancia, por ejemplo. Otra cosa es convertirte en un esclavo de ellas o utilizarlas mal valiéndote del anonimato”.
Junto a su esposa, Marisa, trabaja desde Artajona en el proyecto del Camino de la Vera Cruz.
¿Es un libro de autoayuda? Reflexiona uno segundos antes de responder. “No ofrezco soluciones, no doy consejos, lo que hago es ayudar e invitar a que la gente reflexione y encuentre soluciones por sí misma. Porque no siempre va a tener a alguien a su lado que le diga qué tiene que hacer ni un libro en el que vaya a encontrar todo”. Hablamos algo de su contenido y Javier Salvat dice que “casi todas esas reflexiones me las he planteado en los últimos años, pero son sobre experiencias de toda la vida”. Algunas son negativas y proceden de “no haber sabido reconocer mis errores hasta un determinado momento”, pero añade que “no hay que dejarse condicionar por el pasado, es el que es. En todo caso, aprende de tus errores y que te sirvan de trampolín. Muchas veces las virtudes y los defectos son lo mismo, pero con diferentes dosis, está bien ser ambicioso, pero si te pasas ya es un defecto”. Son frases que Javier nos dice y que bien podrían figurar entre las que ha plasmado en su libro.
Es su primera experiencia como autor, aunque Marisa y él editaron «una revista de tendencias allá por 2000 o 2001, que duró cinco años. Ahora tenemos en proyecto, con todo el tema de la Vera Cruz, otra publicación que recoja temas del camino… Eso significa, experiencias, gastronomía, turismo…”. Habla con entusiasmo de planes y proyectos, lo que nos lleva a acertar al pensar que estamos ante un optimista. “Lo soy porque creo en el ser humano. El hombre no es mejor porque no lo ha probado. Si uno escarba en sí mismo, difícilmente no va a ser optimista”, afirma, y otra vez no sabemos si haciendo uso de alguna reflexión del libro. Pero luego lo confirma exponiendo sentimientos más personales: “En Navarra somos felices, vamos a menudo a Barcelona a ver a los hijos y los nietos, estamos en un momento fantástico de la vida. Si me hubieran dicho hace unas décadas que… La verdad es que me encuentro en el mejor momento de mi vida”. Su retorno le ha servido para establecer diferencias entre la Comunidad foral que conoció hace casi cinco décadas con la actual. “Pamplona está preciosa. Y el otro día comentábamos que los navarros no sois conscientes de lo que tenéis. Además, es de las regiones que mejor funcionan, ha sabido crecer y ¡se come tan bien…!”.