Juan Carlos Ureta, nacido el 2 de octubre de 1956 en Bilbao, es diplomado en la Especialidad Jurídico-Económica (abogado economista) por la Universidad de Deusto, estudios que terminó, por cierto, con un premio extraordinario fin de carrera y el primer premio nacional de Terminación de Estudios Universitarios. Eso sucedió en 1978, y en 1980 ya era abogado del Estado, prestando sus servicios en el Ministerio de Economía y Hacienda.
Tenía un futuro confortablemente asegurado, incluso pudo ser notario. Pero en 1984 decidió cambiar esa seguridad profesional por otro horizonte más incierto: el de las inversiones y la bolsa. Primero fue agente de cambio y bolsa de la Bolsa de Madrid, otra vez con el número uno de su promoción, y posteriormente fundó la sociedad de inversión Renta 4. ¿Por qué? Tras precisar que en realidad lo que hizo fue iniciar una carrera empresarial, nos explica que hubo varios factores que le empujaron a tomar esa decisión: “Uno de ellos, quizá, fue mi origen en Bilbao. Mi padre era un empresario vinculado al mundo industrial, a Altos Hornos de Vizcaya, y crecí en un ambiente familiar de empresa. También se produjo entonces un cambio en la legislación del mercado de valores y los agentes de cambio y bolsa tuvimos la opción de ser notarios, que es lo que casi todos mis colegas eligieron, o bien la de constituir compañías financieras de inversión, que es lo que fue Renta 4 antes de ser un banco”.
Ureta añade que le atraía “mucho el mundo de la inversión, empezaba a conocer bien el mercado financiero por mi trabajo como agente de cambio y bolsa” y que “tenía en la cabeza la idea de crear una empresa que ayudase al ahorrador español que quisiese invertir y atenderlo de forma especializada”. Así que cuando se aprobó el cambio legislativo que le daba la oportunidad de hacer realidad su proyecto, “preferí elegir el mundo del riesgo de la inversión empresarial a la seguridad y tranquilidad de ser notario”.
FAMILIA DE FINANCIEROS
Debía de ser un riesgo calculado porque es evidente que ha sabido prosperar en un negocio sacudido por tantas convulsiones en la última década. De hecho su nombre aparece regularmente en los listados de las personas con mayores fortunas del país. Un éxito que puede ser la causa de que de sus tres hijos, dos mujeres y un varón, dos hayan seguido sus pasos. La mayor ha trabajado dos años en uno de los grupos de banca de inversión y de valores más grande del mundo, Goldman Sacks, y ahora lo hace en el Grupo Virgin de Richard Branson. Y el segundo fue contratado por J.P. Morgan, la primera institución bancaria de los EEUU. “La pequeña todavía está estudiando”, aclara.
“Preferí elegir el mundo del riesgo de la inversión empresarial a la seguridad y tranquilidad de ser notario”.
Juan Carlos Ureta no solo fue estudiante en Deusto, también dio clases, “en 1980 y 81, de Derecho Civil bajo la tutela de mi admirado maestro Ricardo de Ángel”. Y además, impartió “algún curso más breve en la llamada Comercial de Deusto”. Recuerda con agrado aquélla época porque “siempre me ha gustado la docencia, y no descarto volver a dedicarme a la enseñanza, pero mi vocación no era la académica, no”. En cualquier caso tiene dotes didácticas, porque consigue que los profanos en una materia tan complicada como la financiera salgan de sus conferencias, como la que impartió en un reciente Desayuno Empresarial organizado por NavarraCapital.es, con las ideas bastante claras.
También escribe artículos, en los que explica conceptos económicos en la página web de Renta 4 Banco. “Tratan de cosas que me llaman la atención sobre la situación de la economía, los mercados… Expongo mi opinión, la comparto, pero no es un blog como se ha dicho porque mantener un debate con los lectores me distraería de mis actividades. Además, no tengo tiempo”.
Comentamos que si siempre parece complicado, aún tiene que ser más difícil conseguir inversiones rentables en los tiempos que corren. Pero responde que “invertir no es tan difícil, lo que ocurre es que cuando vienen tiempos de turbulencia algún inversor puede inquietarse, por eso es muy importante una labor de pedagogía previa, explicar bien que es y qué supone invertir, qué son los mercados, porque parecen incomprensibles a corto plazo pero al final hay una lógica en la inversión”.
No obstante, admite que “estamos en un entorno más complejo en la economía global por todo esto de la economía disruptiva, de la innovación, y eso genera hechos como el de los tipos de interés negativos, que es una anomalía financiera”, y finalmente ofrece una salida: “También es verdad que hoy el mundo de la inversión tiene unas herramientas y unas capacidades muy grandes, el campo de los activos invertibles es muy amplio, las temáticas de inversión se han estructurado mucho, y eso yo creo que es bueno para el inversor”.
“Mi padre era un empresario vinculado al mundo industrial, a Altos Hornos de Vizcaya, y crecí en un ambiente familiar de empresa”.
No cabe duda de que conoce las claves del negocio financiero, y si alguien lo duda ahí está su currículum: presidente del Instituto Español de Analistas Financieros y de la Fundación de Analistas Financieros entre 2010 y 2016; miembro del consejo de administración de BME (Bolsas y Mercados Españoles) y del consejo de administración de Indra Sistemas entre 1998 y 2007… También ha sido consejero de Lucent Technologies y de ING Direct en España y consultor de varios grupos empresariales.
¿LIQUIDEZ, RIESGO, CRIPTOMONEDAS?
Pero claro, el común de los mortales no sabe moverse entre fondos estructurados y otros productos financieros complejos con su soltura, si bien Ureta cree que cada vez hay más cultura inversora. “Cuando Renta 4 se fundó, el mundo del ahorro era muy sencillo: o lo tengo en un depósito en un banco o en un inmueble, no había más. La gente ha ido aprendiendo a invertir, ha perdido ese miedo que podía haber, se ha avanzado bastante, pero queda mucho por hacer. Vemos que en España hay un cierto retraso respecto a sociedades como la de Estados Unidos o Inglaterra”.
Hemos asistido a su ponencia en el Desayuno Empresarial de NavarraCapital.es, en la que ha indicado que en estos momentos las opciones pasan por disponer de liquidez u optar por el riesgo a la hora de invertir: “Como ha desaparecido el activo sin riesgo, ya no tenemos ese bono soberano que nos daba una rentabilidad. Lo que no sea liquidez es riesgo, y es cierto que ahora estamos recomendando tener niveles de liquidez ante posibles ajustes de los mercados porque han subido mucho, pero parte del patrimonio tiene que estar invertido”.
Bueno, pues vamos a ver dónde. Las tecnológicas son las que más se cotizan, pero acordémonos del fracaso de las punto com. “Sí, estamos viendo ya cómo algunas de las empresas más emblemáticas de la economía digital, Uber, Lift, WeWare.. han sufrido severos recortes en su valor, estaban sobrevaloradas porque las nuevas empresas digitales hacen una economía muy innovadora que ha fascinado a la gente. Como ocurrió con las punto com, sí”.
“Las monedas digitales, que no son lo mismo que las criptomonedas, van a llegar”.
También podríamos probar con las criptomonedas, que multiplican exponencialmente su valor, pero Ureta lo desaconseja “porque creemos que una moneda tiene el valor que le da la comunidad que la acepta como medio de pago, y el bitcoin y otras criptomonedas se han convertido en activos financieros muy especulativos, pero no son utilizados como medios de pago. Eso quiere decir que no tienen valor como moneda. Están muy sometidas a vaivenes precisamente por ser tan especulativas y no creemos que sean para un ahorrador digamos que normal”.
Llama la atención que utilice el plural mayestático, aunque está claro que lo hace porque habla como portavoz de Renta 4 Banco. Así, cuando parece vislumbrar cierta confusión de conceptos por nuestra parte, nos dice que “otra cosa son las monedas digitales, no son lo mismo que las criptomonedas, van a llegar. China está preparando el lanzamiento de una, Facebook no ha podido hacerlo porque no le han dejado, pero ya tenía a punto la suya, Libra, que habría sido una moneda muy exitosa. Creemos en la moneda digital, pero no en esta primera fase de las criptomonedas”.
El futuro, entonces, puede venir por la vía de las monedas digitales, por una parte, y de China como potencia económica mundial. Como sabemos que practicaba técnicas de gimnasia oriental y artes marciales, bromeamos preguntándole si es que se prepara para el dominio de China, y su serio rostro se distiende con una sonrisa que se nos antoja un tanto tímida: “Hacía taekwondo, pero lo dejé hace unos diez años porque la edad te dice que… A taekwondo va gente muy joven y a veces salía algo lesionado. Hago gimnasia y algo de ejercicio, pero con mis años es mejor olvidarse del taekwondo. Pero sí es verdad que siempre me ha atraído la cultura oriental, esa filosofía del equilibrio, sin que esté directamente conectado con ese ambiente. En cualquier caso, creo que en Oriente, en Asia, está la fábrica del crecimiento del mundo, también por eso he tenido mucho interés en conocer esos países lo más a fondo posible”.