La restauración debe convertirse en el “motor de desarrollo y riqueza” de la Comunidad Foral. Así lo entiende la Academia Navarra de Gastronomía (ANG), que apuesta por el “renacimiento” de este sector. Esta renovación debe integrar, a su juicio, la elaboración y puesta en marcha de un Plan Integral de Promoción “que contemple medidas en torno a diferentes ejes, como la sostenibilidad económica, la seguridad, el marketing y la promoción” y en el que participen profesionales, empresarios e instituciones públicas y privadas.
Desde la asociación animan a respaldar a toda la cadena toda la cadena de valor agroalimentario, desde el sector primario hasta las “numerosas fases intermedias” y los nuevos hábitos de consumo.
Créditos y ayudas públicas para los alquileres, eliminación o reducción de las tasas municipales, entrega de bonos, distribución de productos Km 0 –conocidos también como productos de proximidad- y celebración de jornadas gastronómicas para fomentar el comercio local son solo algunas de las sugerencias que, de implementarse, repercutirían positivamente en la valoración de la gastronomía navarra como un “factor fundamental” para el crecimiento de la región. Asimismo, la Academia Navarra de Gastronomía anima a respaldar a toda la cadena de valor agroalimentario, desde el sector primario hasta los nuevos hábitos de consumo, y resalta la importancia de las “numerosas fases intermedias” que engloba el sector.
No es casualidad que el comunicado se emitiera en tiempos de “nueva normalidad”. Para los miembros de la ANG, la irrupción del coronavirus “ha sido doblemente dramática”. No solo ha generado “un profundo dolor” entre todos aquellos familiares y amigos de las víctimas, sino que además “ha alterado gravemente todas las actividades productivas, sobre todo aquellas vinculadas al ocio social donde la hostelería, el comercio y la restauración desempeñan un papel clave”.
Por último, recuerdan que los clientes son la razón de ser del sector y tienen “la última palabra”. Por eso, animan a que “la sociedad navarra muestre su apoyo a esta industria consumiendo sus productos, preferentemente locales, y acudiendo a los locales con un comportamiento responsable” que se ajuste a las medidas de protección implementadas, para así compatibilizar el disfrute con la seguridad.
UN LLAMADO A REINVENTARSE
El llamado de atención también se dirige hacia los propios restauradores, a quienes se les invita a reinventarse y a redefinir su propuesta de valor. “Si siempre ha sido necesario controlar los costes y ser eficientes, ahora lo va a ser todavía más. Aunque algunas novedades que ha traído la pandemia serán pasajeras, otras como el delivery o el take away han llegado para quedarse”, afirman. Tras la caída masiva de empleo y el posible cierre de negocios “que por su carácter familiar o artesanal no contaban con los recursos económicos necesarios para hacer frente a la falta de ingresos continuada”, desde la ANG estiman que “es tiempo de plantearse seria y profundamente, la supervivencia de estos sectores y de las miles de personas que los atienden”.
Constituida en 2004 como asociación sin ánimo de lucro, la ANG tiene voz y es colaboradora de la Real Academia Española de Gastronomía. Sus objetivos son, entre otros, promover y difundir la cultura gastronómica en general y, en particular, la referida a Navarra. Además, la Academia Navarra de Gastronomía tiene la delegación de inspección gastronómica de la Guía Repsol sobre hoteles, restaurantes y ventas de todos los municipios de nuestro territorio, atendiendo no sólo a las características del menú así como a la carta y la calidad de los vinos ofertados, la ambientación adecuada y la disposición estética de mesas, vajillas y servicios en general. En la actualidad, Martín Sarobe desempeña el cargo de Presidente de la citada institución.