A pesar del aumento de la lluvia registrada en las últimas semanas, el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) auguró este viernes que los cultivos extensivos (principalmente cereales) “serán capaces de capear el temporal”. Así, el instituto prevé que la tierra “sea capaz de drenar el agua sin que cause una afección mayor”.
No obstante, todo dependerá también de la durabilidad de esta situación. Y eso no quita para que ya se estén registrando problemas en los cultivos extensivos. El principal reside en quem tras un primer periodo de presiembra o siembra, en estos momentos es “prácticamente imposible poder entrar a los campos para realizar cualquier tratamiento de postemergencia”. Los herbicidas, que habitualmente se aplican en la primera o segunda siembra, no se podrán emplear “a la espera de que el suelo vuelva a una situación de relativa normalidad”.
El exceso de humedad en el suelo es un obstáculo para el desarrollo de los cultivos hortícolas de invierno y la campaña de la aceituna.
Por otra parte, el desarrollo de los cultivos hortícolas de invierno, como las crucíferas, se está retrasando por el frío y la lluvia, lo que a su vez presenta “grandes dificultades” para la recolección por el exceso de humedad en el suelo.
Estos condicionantes hacen que el trabajo sea “más dificultoso” para las personas que lo realizan. El maíz y el arroz representan una excepción a esta dificultad, ya que está prácticamente finalizada su campaña de recolección.
La campaña de la aceituna se encuentra detenida en estos momentos, a pesar de que “está prácticamente finalizada”. Los olivares de la variedad arróniz que aún quedan por recoger tendrán que esperar a que la situación mejore. En esta línea, el problema es doble, explicaron desde INTIA. Por un lado, las máquinas de quienes optan por la recolección mecánica no pueden entrar al campo y, por otro, resulta muy complicado para quienes optan por hacerlo a mano evitar que la tierra o barro entre en contacto con la aceituna.
“La técnica de aceituna de vuelo que exige la Denominación de Origen impide que la oliva toque el suelo (hay que recogerla con una malla o cubo). Y el suelo encharcado dificulta en gran medida este método de recogida”, señalaron desde el instituto.
En el sector ganadero, la lluvia y la nieve han provocado que “sea necesario estabular el ganado antes de lo previsto”. Además, los cambios de alimentación por el frío y la humedad para el ganado que está a la intemperie hacen que los animales “estén en peores condiciones y aumente el coste de su alimentación”. Todo esto en un periodo marcado por el aumento de costes.
AGUA DISPONIBLE HASTA VERANO
Sin embargo, como consecuencia de estas lluvias, también existen aspectos “no tan negativos”. Esta cantidad importante de lluvia y nieve de otoño está haciendo que se recarguen los acuíferos que estaban con muy pocas reservas o agotados, que se llenen los embalses y se presenten “mejores perspectivas” para el próximo año en la disponibilidad de agua para el ganado y para el riego.
En el regadío, INTIA prevé afecciones en caminos y en infraestructuras de riego por las salidas de caudal de los ríos. En estos momentos, la Administración está “vigilante y a la espera de que la acumulación de agua en los terrenos se reduzca para poder revisar los daños que se hayan podido producir”. Así mismo, se revisarán la semana que viene todas las infraestructuras para comprobar los perjuicios que las crecidas de caudal hayan podido generar.
En un periodo de diez días, el embalse de Itoiz ha pasado de 160 hectómetros cúbicos el pasado 29 de noviembre a 240 en la mañana del 10 de diciembre, según datos del SAIH Ebro. Actualmente, Itoiz se encuentra en un 57 % de su capacidad total, por lo que existe reserva de agua garantizada para el próximo verano.
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