Para algunos es un dictamen cruel e injusto, impuesto por un orden que doblega a la mayoría de los mortales. Para muchos, no obstante, la idea de someterse a un tratamiento estético forma parte de sus planes a futuro o incluso de su rutina de self-care. ¿Hablamos de un simple capricho? La realidad suele ser, casi siempre, mucho más compleja. Después de todo, es innegable que, si bien las intervenciones de esta naturaleza no son la respuesta a todos los problemas, en la mayoría de los casos sí influyen positivamente en la autoestima, autopercepción e incluso en la salud física y emocional de los hombres y las mujeres que se animan a pasar por un quirófano o a realizarse un lifting o una limpieza facial, entre la infinidad de alternativas disponibles en el mercado.
Todo ello encaja en una reordenación de las prioridades vitales de la sociedad, que ya no se conforma tan fácilmente. De la misma manera que la membresía del gimnasio, la suscripción a una plataforma de streaming o la cena en el restaurante del momento se han convertido en elementos cruciales a la hora de valorar la calidad de vida que tenemos, la belleza también se ha transformado en una inversión por la que muchos apuestan, sin importar el sexo, la raza, la condición socioeconómica. Los últimos datos disponibles lo avalan. La industria de la cirugía estética ha crecido entre un 15 y un 20 % en la última década, según la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP).
Representantes de la misma organización aseguran que la facturación de este sector, en el que se incluye tanto a las intervenciones quirúrgicas como a los tratamientos de belleza que no precisan de la intervención de un cirujano, alcanzó los 2.660 millones de euros en 2020.
Los últimos datos disponibles lo avalan. La industria de la cirugía estética ha crecido entre un 15 y un 20 % en la última década, según la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP).
Aquí, precisamente, es donde está la clave. En un mundo que demanda democratización, el mundo de la belleza está obligado a idear soluciones a todo tipo de clientes, necesidades terapéuticas y, por supuesto, con facilidades de pago a través de financiaciones. Por eso, en el centro ubicado en el Edificio Policlínica Artica brindan una variedad de posibilidades, desde sesiones faciales hasta cirugías estéticas, para adaptarse a las distintas necesidades del paciente.
El presupuesto medio mensual destinado por los españoles a productos de belleza y cosmética es de 40 euros, aunque en el caso de las mujeres este importe asciende a los 45 euros, un 32 % más que el de los hombres (con 34 euros de media). Así lo refleja el último análisis realizado por la app de finanzas Fintonic, elaborado a partir de datos reales y anónimos de más de 400.000 usuarios. De este informe, por otra parte, también se extrae que los ciudadanos de Navarra y País Vasco invierten más que el español promedio. En concreto, encabezan el gasto con 47 euros al mes.
Actualmente existe un creciente interés por procedimientos estéticos que no precisan de anestesia ni de quirófano. Son opciones reversibles y más económicas, perfectas para los pacientes más indecisos o reticentes. Su popularidad está estrechamente relacionada con los últimos avances tecnológicos alcanzados en esta materia, que garantizan procedimientos seguros y eficaces al mismo tiempo. De la mano de un equipo clínico formado por un doctor y técnicos en estética, en el centro de medicina estética ubicado en el Edificio Policlínica Artica tienen a disposición avances como el IPL de Reference, la tecnología de Luz Pulsada Intensa, la cual está especialmente indicada para mejoras a nivel epidérmico, arrugas finas, punto rubíes, venitas rojas y la eliminación de las manchas en la piel.
En todo tratamiento es clave la combinación de la mejor aparatología médica con las manos de un profesional. Ejemplo de ello son los grandes resultados que se obtienen con Endymed; el cual combina la radiofrecuencia y masaje modulado que logra la producción de nuevo colágeno mejorando el contorno corporal y facial. En el centro de estética y medicina, FIVE, a su vez cuenta con un extenso catálogo de tratamientos de medicina estética ( como ácido hialurónico, botox, mesoterapia facial y corporal, …) opciones menos invasivas que una cirugía y que dan excelentes resultados para acompañar la belleza de la mujer y el hombre con el paso del tiempo de una forma “bella”.
Cuando este tipo de tratamientos no son suficientes, ya es el momento de acudir a un cirujano plástico. En FIVE Estética y Medicina ofrecen las intervenciones más cotizadas. Como la blefaroplastia, que consiste en la eliminación del exceso de piel en los párpados para revitalizar la mirada. Su demanda en España, según estiman desde la AECEP, creció en torno a un 30 % durante los meses de pandemia. O el aumento de mamas, el procedimiento más popular entre las mujeres jóvenes a nivel mundial, tal y como reseña la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS). Cómo olvidar, por supuesto, otras populares cirugías como la rinoplastia -a la que se someten uno de cada 10.000 españoles, afirman desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE)- o el lifting facial, entre muchas otras.
Y por último no podemos olvidarnos de la necesidad de combinar los procedimientos en cabina con la mejor cosmética como tratamiento domiciliario, tan esencial para el mantenimiento. Es por ello que, en Five, Estética y Medicina, trabajan con principios activos científicamente contrastados. Los profesionales aconsejarán a cada paciente el tratamiento domiciliario idóneo.