Chamonix alberga una legendaria estación de esquí, conocida por sus desafiantes pendientes y vastos campos de nieve virgen. Un paraíso para esquiadores expertos y aventureros amantes de los Alpes.
Allí, con el Mont Blanc como telón de fondo, Comansa ha instalado una grúa de pluma abatible LCL 190 a 3.300 metros de altitud en Grands Montets, lo que supone uno de sus proyectos «más impresionantes hasta la fecha».
Según informó la empresa navarra, que quiso trasladar su agradecimiento a Spie Batignolles Génie Civil, CMBH, SAF Helicoptères, DB Activités, Gavard & Fils y AMCS Technologies, la infraestructura jugará un papel crucial en la reconstrucción de la estación G4 del teleférico, destruida en un incendio en 2018. La operación se llevó a cabo gracias a un helicóptero, que elevó las diferentes piezas de la grúa hasta dicha altitud.
«Gracias a la cuidadosa coordinación de todos los equipos, la imponente grúa de Comansa domina ahora la zona, lista para comenzar la construcción de la estación G4 del teleférico. Felicitaciones a los equipos y gracias a nuestro socio de helicópteros por su experiencia y apoyo durante esta compleja misión», apuntó el director de la empresa navarra en Francia, Jonathan Lengsavath.
SOBRE COMANSA
La firma de grúas torre para la construcción se lanzó a este «desafío épico» unos meses después de que Navarra Capital adelantara su entrada en el accionariado de Tetrace Holding.
En la actualidad, posee dos oficinas en Palaiseau (Francia) y Pineville (Estados Unidos), así como dos centros productivos en Huarte y Hangzhou (China). Fundada en 1960, ha fabricado más de 16.000 grúas y cuenta con distribuidores en más de sesenta países de los cinco continentes.