La atracción de un número cada vez mayor de producciones cinematográficas está convirtiendo a Navarra en un hub para el cine europeo y norteamericano. Así lo muestra el estreno ayer en Pamplona de “Black Butterfly”, película protagonizada por el actor Antonio Banderas, que acaba de ser galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía 2017 por su trayectoria y que está coproducida por la navarra Elipsis Capital.
“El tejido industrial que está surgiendo al amparo del marco normativo fijado por la Navarra, que profundiza en los incentivos que marcan la normativa del cine española y europea para proteger la cultura, están convirtiendo a Navarra en un lugar propicio para producir películas”, explica Juan García Peredo, socio director de Elipsis Capital, especializada en la financiación de producciones cinematográficas, musicales y de artes escénicas.
“Navarra es un marco muy atractivo para producir cine y lo será más en la medida en que vaya desarrollándose la industria y el talento local y vayan instalándose aquí proveedores de servicios de clase mundial”, Silvio Muraglia.
En la rueda de prensa previa a la presentación de la película, estuvo también Silvio Muraglia, presidente de la productora estadounidense Paradox Studios quien habló de Navarra como “un marco muy atractivo para producir cine y lo será más en la medida en que vaya desarrollándose la industria y el talento local y vayan instalándose aquí proveedores de servicios de clase mundial, como se ha conseguido ahora con Film Pixel”.
En este momento, se están produciendo tres películas gracias al acuerdo entre Paradox y Elipsis Capital para coproducir tres largometrajes en la región y gracias al trabajo derivado de este acuerdo se instaló en Pamplona un estudio de postproducción, Film Pixel, que en su primer año de actividad ha contado con el apoyo de la sociedad pública dependiente del Gobierno de Navarra, Sodena (Sociedad de Desarrollo de Navarra, S.L.) y Navarra Film Commission para su implantación y posterior ampliación, debido a la creciente demanda de servicios y producciones de nivel mundial.
LA POSTPRODUCCIÓN SE QUEDA EN NAVARRA
Ganarse un lugar en el espectro internacional es difícil, puesto que se compite con todo el mundo y especialmente “con países con potentes industrias como Bélgica o Canadá”. Sin embargo, todos los esfuerzos se están viendo recompensados y “aunque estamos limitados, porque no contamos con capacidad de producción con estudios, servicios e infraestructuras diversas, sí tenemos otras infraestructuras que nos permiten ser fuertes en postproducción”, explicó Javier Lacunza, director de NICDO (Navarra de Infraestructuras de Cultura, Deporte y Ocio), entre las que se encuentra Navarra Film Commission.
Para que nos hagamos una idea, ahora mismo, se está grabando una película fuera de nuestras fronteras que tendrá 8 semanas de grabación; y el proceso de postproducción se va a hacer en Navarra, se prolongará durante 10 o 12 meses, con todo lo que implica de estancias, necesidades y gastos en la Comunidad foral.
De hecho, este año, se van a grabar 15 largometrajes en Navarra, con la posibilidad de que entren 2 más. En años anteriores han sido 9 y 8 en 2016 y 2015, respectivamente. Pero los proyectos atendidos por Navarra Film Comission son mucho más variados, como detalla Lacunza: “Videoclips, spots, reportajes fotográficos, cortometrajes, documentales, series y programas de televisión… Son al final rodajes intensivos que generan mucho gasto en el territorio que es lo que al final buscamos. Y ojo, estamos hablando de rodaje, hay mucha postproducción que se está realizando íntegramente en nuestro territorio y ahí estamos hablando de mucho tiempo de estancia”.
MIRANDO AL FUTURO CON OPTIMISMO
Navarra, con su diversidad climatológica y geográfica resulta interesante para las productoras que cada vez la eligen más para sus proyectos: “Todo no va a surgir de la noche a la mañana, pero sin duda, hay que avanzar. En la primera película con Silvio hicimos pocas cosas de postproducción aquí y en la tercera lo haremos todo. Y si hubiera un estudio, a lo mejor rodábamos”, explica García Peredo.
“Esta tierra es un país en pequeñito y eso tiene unas ventajas sustanciales para las producciones cinematográficas”, Javier Lacunza.
Sin duda, las ayudas del Gobierno de Navarra están favoreciendo esa cercanía, pero no es solo eso: “Muchas veces, la ventaja competitiva no está en el incentivo, que es un señuelo muy importante para que vengan y se interesen por el territorio, Navarra ofrece cosas muy buenas: somos pequeños, tenemos una diversidad paisajística enorme en 10.000 kilómetros cuadrados, tenemos una administración pública que funciona muy bien en la que todo son facilidades, las aperturas de espacios singulares, el trabajo con medioambiente, con hospitales o el departamento de justicia… Esto es un país en pequeñito y eso tiene unas ventajas sustanciales”, sentencia Lacunza.
La postproducción se queda en la Comunidad foral, porque hay una serie de valores añadidos diferenciales.
Para que esta industria cinematográfica se consolide y crezca, el director de Baluarte tiene la receta: “Al tejido de navarra hay que cuidarlo, no podemos obviarlo, hay que aglutinar las fuerzas vivas del sector audiovisual de Navarra para que se aprovechen de estas producciones; también hace falta inversión foránea para suplir la capacidad de inversión que no tienen los inversores navarros; por supuesto, hay que hacer entender a los inversores navarros qué les ofrece el cine (desgravación fiscal, posicionamiento de producto, vertebración del territorio…); y aunque tenemos la complejidad de que muchas cosas tienen que funcionar en paralelo, la buena noticia es que desde hace un año todo ha evolucionado mucho”.
Hablar de todos esto es aportar datos que no están cuantificados, pero NICDO va a realizar un Estudio de Impacto Económico, que verá la luz en unos 5 meses y que será un termómetro fundamental para ilustrar en cifras económicas lo que supone toda esta industria cinematográfica y lo que puede suponer.