martes, 19 marzo 2024

La Internacionalización también es cosa de PYMEs

El autor enumera algunas de las ventajas y oportunidades que ofrece la internacionalización a la empresa familiar así como una serie de consejos prácticos para que pueda afrontar dicho proceso con garantías.


Pamplona - 12 septiembre, 2018 - 06:00

La empresa familiar vive en un mercado extremadamente competitivo donde recibe muchos impulsos exteriores que le animan e incluso exigen tomar decisiones estratégicas: innovación, internacionalización, etc. En muchas ocasiones estas decisiones son difíciles de tomar y pueden parecer fuera de su alcance y más en un día a día tan operativo que no permite la reflexión pausada.

A veces, se transmite la idea de que la internacionalización es cosa de empresas grandes pero la realidad es otra. La mayor parte de empresas internacionalizadas son pymes y una muy buena parte de éstas, son empresas familiares. Este fenómeno ocurre en toda España y en Navarra en particular.

Además, internacionalizarse no significa necesariamente implantarse en el exterior, ni comercialmente ni productivamente. Herramientas como los marketplaces permiten, hoy en día, una internacionalización de menor esfuerzo en este sentido, aunque de una gran competitividad, que puede ser muy atractiva para muchas PYMEs productivas familiares.

«Internacionalizarse no significa necesariamente implantarse en el exterior»

Es verdad que existen características de las empresas familiares que las distinguen del resto de organizaciones y que aparentemente frenan sus posibilidades de internacionalización

Analicemos a continuación y de formas pormenorizadas algunas de esas notas exclusivas:

  • Su prioridad es sobrevivir a largo plazo y no tanto el crecimiento, con lo que asumir los riegos de la internacionalización no es prioritario.
  • En ocasiones las estructuras y los roles no son claros, afectando al desarrollo internacional.
  • Tienen más dificultades de acceso a la financiación y al conocimiento que una empresa con un grupo de accionistas fuerte a sus espaldas.
  • Muchos miembros de la familia solamente han trabajado en la empresa familiar y no cuentan con una visión estratégica internacional.
  • Existe miedo a la pérdida de control empresarial si se acometen fusiones, asociaciones, alianzas, etc.

Por otro lado, las empresas familiares también tienen ventajas:

  • Conocen a la perfección su negocio y les preocupa la calidad de sus productos y servicios y la satisfacción de sus clientes.
  • Tienen un mayor compromiso y visión a largo plazo
  • Presentan una cultura empresarial más sólida.
  • Las decisiones suelen tomarse más rápidamente, pues están concentradas en una o pocas personas.
  • Las nuevas generaciones tienen una mentalidad empresarial internacional y empujan hacia ello.
  • Los empleados de una empresa familiar suelen estar muy alineados con el plazo medio y largo de obtención de resultados, que es el plazo que conlleva la internacionalización.

ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS

Conociendo estas características, sabemos que la internacionalización es una aventura complicada, con muchos riesgos e incertidumbres y se trata de una de las estrategias más complejas por las que una empresa puede apostar, pero en cambio es uno de los caminos más seguros hacia la supervivencia. exportación (2)

También sabemos que todo ello implica un cambio en todos los ámbitos de la organización, desde el marketing a las ventas o la producción y distribución, desde los recursos humanos a la contabilidad.

Sea comenzar a exportar, establecer una alianza con una empresa local, directamente la implantación en el exterior o desarrollar una línea en un Marketplace, contar con una buena estrategia de expansión es clave. Conocer muy bien el mercado de destino, el valor diferencial que se aporta en él como nuevo actor, establecer un plan de entrada, etc.

La empresa familiar tendrá que aprender estos nuevos mecanismos y adaptarse rápidamente a los cambios para tener éxito. Por ello, la preparación de los fundadores, directivos y trabajadores de la organización es vital.

La clave está en seguir metodologías claras y concretas que garanticen un proceso de internacionalización lo más eficiente y seguro posible.

En este proceso es necesario seguir metodologías claras, concretas y aplicadas que permitan a la empresa familiar desarrollar su internacionalización de una forma eficiente y lo más segura posible.

La utilización correcta de la información del entorno, sumado al desarrollo metodológico, puede lograr que la empresa familiar aborde un proceso de internacionalización inteligente acorde a sus posibilidades y con el menor riesgo posible.

Este proceso en el cual la información apoya de forma metodología la iniciativa de internacionalización es lo que denominamos internacionalización inteligente, que reduce los riesgos de fracaso y facilita el proceso de forma que la empresa familiar vea facilitado su camino al exterior.

No estamos solo ante un reto para la empresa familiar, estamos ante una oportunidad que hay que aprovechar.

Iñaki Oroz Llander
Consultor y analista de internacionalización en IMEANTICIPA

Adefan organiza el 26 de septiembre una jornada sobre internacionalización para pymes.

 

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