El 76 % de las aportaciones realizadas por los diferentes agentes socioeconómicos de Navarra, durante los grupos de trabajo de la Mesa de la Industria, serán consideradas para la elaboración del borrador del nuevo proyecto de ley. Así lo destacó el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, en una sesión celebrada en Pamplona y donde se presentaron las principales conclusiones generadas a partir de las aportaciones de los nueve grupos de trabajo.
En la primera parte de la sesión, Irujo presentó el contexto general para la elaboración de la ley y la metodología que se ha implementado para recibir las contribuciones por parte de las organizaciones convocadas. A continuación, representantes de diferentes departamentos del Gobierno de Navarra y encargados de la coordinación de los nueve grupos de trabajo (Gobernanza; Valores; Personas; Transición Ecológica; Transición Digital, I+D y Emprendimiento; Captación, Retención e Inversiones e Internacionalización; Simplificación; Territorio y Financiación y Fiscalidad) compartieron las conclusiones de aquellas aportaciones recibidas durante los meses de enero a marzo, que «por diferentes razones consideran apropiadas para ser destacadas en la elaboración del borrador de la Ley Foral de Industria».
Según informó el Ejecutivo foral, en total participaron 57 entidades, que realizaron casi 900 aportaciones: «Los meses de verano serán claves para la elaboración del borrador del nuevo proyecto de ley. Una vez se presente en septiembre, se iniciará el proceso de trámite de consulta previa y exposición pública, en el que se podrán presentar alegaciones a través del portal de Gobierno Abierto».
Este proceso dio inicio el año pasado cuando la presidenta de Navarra, María Chivite, presidió una reunión donde se constituyó el Foro de la Industria (renombrado Mesa de la Industria). Un espacio en el que el Gobierno foral, junto con diferentes agentes económicos y sociales, «aborda las transformaciones que el sector industrial está haciendo y debe acometer en los próximos años, como la digitalización, la sostenibilidad, los nuevos sectores productivos o la formación». Todo ello «desde el compromiso con la competitividad y el empleo de calidad y estable».
