Intermalta, empresa navarra proveedora de la industria cervecera, ha acometido un proyecto de calado dentro de su estrategia de descarbonización. Según pudo saber Navarra Capital, este lunes inaugura una planta de biomasa en sus instalaciones de Sevilla, cuya inversión asciende a 14,6 millones de euros.
El año pasado, la firma anunció una ambiciosa estrategia para aumentar la capacidad de malteado de sus tres sedes (San Adrián, Albacete y la capital andaluza). El objetivo: «satisfacer la creciente demanda de cerveceros y consumidores de malta en toda la Península Ibérica«. En este sentido, Intermalta prevé aumentar su capacidad de producción anual, pasando de las 350.000 toneladas actuales a 450.000. Para ello ampliará su fábrica navarra, cuyas obras finalizarán en algo menos de año y medio, según señala a este medio Carlos Álvarez, director general de la compañía.
Dentro de esta expansión, la empresa apuesta por descarbonizar sus tres plantas. Así, está implementando medidas para reducir su impacto medioambiental. «La planta de biomasa de Sevilla va a descarbonizar el centro en un 75 %», anuncia Álvarez.
«Hay poca maltería tan descarbonizada como la nuestra. Es importante consumir energía limpia»
En concreto, estas nuevas instalaciones darán empleo a cinco profesionales, que se enfocarán en las tareas de mantenimiento. «Llevamos más de dos años trabajando en este proyecto. Hay poca maltería tan descarbonizada como la nuestra, porque consideramos que es importante consumir energía limpia. Usaremos biomasa sostenible certificada para producir el calor y la electricidad que la fábrica necesita», apunta para acto seguido recalcar que el proceso de germinación, hidratación y climatización de la cebada posee un consumo energético alto. «Queremos desarrollar una cebada con menor huella de carbono para que nuestra materia prima tenga menos impacto», agrega.
ACTUACIONES EN LAS TRES PLANTAS
Así, en los próximos cinco años, Intermalta espera reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 50 % «en todas las instalaciones». Esta iniciativa abarca «todo el proceso productivo, desde el cultivo de la cebada hasta la producción de malta». De hecho, en la maltería de San Adrián se implantó recientemente una instalación fotovoltaica, mientras que la factoría de Albacete posee un «proyecto definido más complejo, con instalaciones de diferentes tecnologías para conseguir reducir también drásticamente las emisiones».
El crecimiento experimentado por la compañía también se refleja en su facturación anual, que supera los 200 millones de euros. «Los datos dependen mucho de los precios de los cereales, que últimamente han tenido oscilaciones importantes. En 2024 alcanzamos los 203 millones, y para este año esperamos una cifra similar», concluye el director general de la empresa.