El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo, afirmó este jueves que la transformación energética «no se va a llevar a cabo solo con autoconsumo, porque hace falta más». «Somos la segunda comunidad que más energía consume, después de Asturias, que tiene una empresa enormemente electrointensiva», subrayó.
Irujo, que respondió en el pleno del Parlamento a una interpelación de Podemos-Ahal Dugu sobre soberanía energética, dijo que pese a que Navarra es una región «pionera», el uso de renovables es «absolutamente deficiente». Según recordó, «solo el 21,1 % de la energía que consumimos es renovable», de ahí que llamara la atención sobre el hecho de que, incluso en consumo eléctrico, el 35 % sigue siendo de origen fósil.
Según el consejero Mikel Irujo, «el actual sistema energético es sucio, ineficiente y caro».
Así, el consejero destacó que «el actual sistema es sucio, ineficiente y caro» y aseguró que, «dentro de veinte años, consideraremos esto una auténtica aberración». «Es sucio por el 80 % -de energía de origen fósil- que seguimos quemando, es ineficiente porque nos hace tremendamente dependientes del mercado exterior, y es caro porque prácticamente uno de cada diez euros de gasto de cada navarro es para comprar energía, petróleo, gas y carbón», valoró.
El consejero explicó que el Gobierno de Navarra va a realizar una revisión de la Estrategia de Especialización Inteligente (S3), que pasará a llamarse S4 e incluirá la sostenibilidad dentro de sus ejes. «En esa S3 renovada, la transformación ecológica será un eje transversal y, el año que viene, vendremos a presentar el próximo Plan Energético de Navarra».
Además, entre otras medidas anunció que el Gobierno de Navarra va a destinar 10,5 millones de euros en ayudas para la eficiencia energética de grandes empresas y pymes, otros 12 millones para el almacenamiento del autoconsumo de fuentes renovables y 5 millones para movilidad eléctrica, además de los 7,5 millones de euros ya conocidos para un laboratorio de biocombustibles avanzados.
LAS REACCIONES DE LOS GRUPOS
Mikel Buil (Podemos-Ahal Dugu) indicó que «son conocidas las tropelías del oligopolio energético» y planteó la necesidad de «avanzar para ver cómo poder ser soberanos energéticamente». Así, propuso trabajar para desconectar del actual sistema «perverso» en favor de un sistema «en el que no solo nos centremos en la autonomía, sino también en la soberanía, en cómo queremos producir energía, cómo queremos distribuir, comercializar, con qué precios….». A su juicio, la región tiene «una gran oportunidad» y «un potencial enorme energéticamente».
Elena Llorente (Navarra Suma) sugirió un desarrollo sostenible de las energías renovables, «que tiene que estar apoyado por el Gobierno de Navarra y sujeto a un marco legislativo estable».
Así mismo, Elena Llorente (Navarra Suma) valoró que la formación morada «ha mentido a los ciudadanos», ya que «prometió en campaña que pondrían firmes a las eléctricas y bajaría la factura de la luz», pero ahora hay «máximos históricos» de los precios con Podemos-Ahal Dugu en el Ejecutivo foral.
En este sentido, Navarra Suma sugirió un desarrollo sostenible de las energías renovables, «que tiene que estar apoyado por el Gobierno de Navarra y sujeto a un marco legislativo estable»: «Con autoconsumo no vamos a lograr la descarbonización para 2050».
Por su parte, Javier Lecumberri (PSN) señaló que su partido apuesta por un modelo que permita «generar la suficiente energía a través de renovables para que Navarra no tenga dependencia energética externa»; que cuente con infraestructuras de transporte eléctrico; que esté dentro del sistema nacional y del sistema europeo energéticos; y que «de todo ello se beneficien los ciudadanos en precios, en estabilidad y en garantía de acopio energético».
Acto seguido, Mikel Asiáin (Geroa Bai) afirmó que, para poder disponer de soberanía energética, es necesario que Navarra tenga «las máximas competencias respecto de la regulación del ámbito normativo y fiscal» en el ámbito energético, algo que actualmente no se da: «A pesar de todo, estamos trabajando por la consecución de los mayores logros, dando pasos en ese caminar hacia la consecución de la reivindicada soberanía energética».
Más dura se mostró Laura Aznal (EH Bildu), quien dijo que «las grandes empresas son las que se benefician» del actual modelo de transición energética. «El autoconsumo no lo va a conseguir todo por sí solo y deben coexistir los modelos centralizado y distribuido», enfatizó. Además, trasladó la disposición de su grupo a alcanzar acuerdos en materia de soberanía energética.
Por último, Marisa de Simón (Grupo Mixto Izquierda-Ezkerra) hizo hincapié en que «el acceso a la energía es un derecho fundamental y, para garantizarlo, los poderes públicos deberían poder decidir y legislar sobre cómo quieren gestionarla». «Sin embargo, la capacidad que tienen para decir este Parlamento o el Gobierno del Estado es mínima. Y ese es uno de los elementos que nos debería obligar a reflexionar acerca de hasta qué punto determinados poderes económicos pueden decidir sobre nosotros».