De las aguas turquesas de Ibiza a los adoquines de la calle San Nicolás. Álvaro Torres, de 36 años, y Ayelen Alonso, de 31, dejaron atrás su plácida vida en las Pitiusas a principios de año para mudarse a Pamplona. Buscaban «un lugar mejor» para criar a su hijo, Aritz, que ya tiene dos años.
Sin embargo, comenzaron a barruntar la idea de marcharse al norte mucho antes, prácticamente desde que se conocieron hace siete años. Los numerosos viajes que realizaron a partir de entonces al País Vasco y la Comunidad foral terminaron por convencerles de que necesitaban un cambio de aires. «Nos enamoramos de Pamplona por su gente, sus valores y su calidad de vida. Así que decidimos venir para tener un futuro mejor y para que nuestro hijo crezca en un sitio con unos valores un poquito más acordes a lo que somos nosotros. En Ibiza se ha perdido esa esencia de comunidad y esa calidad de vida que había cuando yo era pequeño. Es una de las razones por las que mucha gente local se está marchando», apunta Álvaro.
Los dos tenían experiencia de cara al público, ya que habían administrado varias tiendas en su ciudad natal. De ahí que se hayan lanzado a poner en marcha su propio negocio de moda infantil en el número 58 de la conocida calle del Casco Viejo pamplonés. Su nombre, Diminutos gigantes: «Al buscar ropa para nuestro hijo, vimos que no había demasiada variedad. Detectamos una oportunidad y nos lanzamos a por ello».
DE CERO A DIECISÉIS AÑOS
En el local, que abrió sus puertas este viernes, se puede encontrar ropa para niños y adolescentes de entre cero y dieciséis años. «Hay prendas clásicas y también modernas y actuales. Procuramos que todas sean de firmas locales, regionales o nacionales», añade Álvaro. Además, la tienda, que está decorada con muebles de madera, dispone de una zona de juegos para los más pequeños. «Hemos intentado crear un ambiente que nos represente, por lo que también hemos añadido libros, que consideramos muy importantes para los niños», apostilla.
Estará abierta de lunes a sábado, de 9:30 a 14:00 horas y de 16:30 a 20:00 horas, con Álvaro siempre tras el mostrador ya que Ayelen trabaja en paralelo en el ámbito de la consultoría. Sus productos también estarán disponibles en su página web. Ahora, estos dos emprendedores sueñan con formar parte del barrio y crear comunidad: «A nivel personal, venimos con total convicción de quedarnos, queremos que nuestro hijo se sienta de aquí, ya que el arraigo es importante. Tenemos en mente aprender euskera, involucrarnos con la gente del barrio, generar comunidad con los comerciantes y resaltar el comercio local. Crear un vínculo con la gente es lo más bonito de estar de cara al público».