Esta semana, los cines Golem Baiona de Pamplona se convirtieron en escenario de una conversación pendiente. Con el preestreno de Votemos, Fundación Hospitalarias ofreció algo más que una película: propuso una pausa colectiva para repensar lo que creemos saber sobre salud mental.
Con una asistencia que rozó las 300 personas —entre ellas, muchas personas usuarias de la Fundación en Navarra—, la expectación era palpable. Y no defraudó. La cinta, dirigida por Santiago Requejo, plantea una situación reconocible: una reunión de vecinos que, ante la noticia de que un nuevo inquilino con diagnóstico psiquiátrico va a mudarse al edificio, se ve forzada a decidir… y a revelarse.
Una comedia que incomoda y despierta
Lo que en manos de otros podría haber sido un drama, Votemos lo transforma en una comedia con nervio, donde las risas dejan espacio a la duda y al replanteamiento. Tras la proyección, la conversación continuó en una mesa redonda llena de matices, emociones y verdades necesarias.
“El humor es una puerta que abre conciencias”, aseguró Santiago Requejo, director de la película. “Pero no se trata de banalizar, sino de desarmar las defensas con una sonrisa. A mí me hizo revisar mis propios prejuicios. Y creo que eso es lo más valioso que puede hacer una película”.
El actor Raúl Fernández de Pablo, que encarna a uno de los personajes más confrontados con el estigma, fue honesto: “Yo también he sentido miedo o desconfianza sin saber por qué. Este proyecto me obligó a mirar hacia dentro. Si el espectador se siente interpelado, aunque sea un poco, ya hemos logrado algo importante”.

El actor Raúl Fernández de Pablo, protagonista, junto al director del filme: Santiago Requejo.
Maite Sevilla, usuaria de Fundación Hospitalarias, fue una de las voces más conmovedoras de la jornada. “Siento que voy por la calle con una etiqueta invisible, como si en mi DNI pusiera: enfermedad mental. Y ese estigma no solo viene de fuera; a veces lo interiorizas, te lo crees tú misma”. Su intervención fue aplaudida con respeto y emoción.
Pablo Luis Moreno Flores, director médico de Fundación Hospitalarias Navarra, aportó una mirada desde la experiencia clínica: “Muchas personas conviven con diagnósticos de salud mental de forma completamente funcional. Pero viven en silencio por miedo a ser excluidas. Esta película refleja ese miedo con una exactitud que a veces nos falta incluso en consulta”.
Moreno subrayó que el impacto del estigma no se queda en la percepción: “Afecta al empleo, a la vivienda, a las relaciones personales. En nuestra red de pisos tutelados vemos cada día situaciones como las que muestra Votemos. Lo que se debate en esa reunión de vecinos sucede, literalmente, en nuestras comunidades”.
Virginia Basterra Gortari, jefa del Servicio Asistencial de la Gerencia de Salud Mental del Servicio Navarro de Salud, ofreció una reflexión institucional: “Estamos inmersos en un proceso de desinstitucionalización. Apostamos por un modelo comunitario, pero ese modelo solo funcionará si la sociedad deja de mirar con miedo y empieza a mirar con humanidad”.
Añadió algo clave: “Escuchar a los propios usuarios es parte de ese cambio. Sus vivencias deben guiar nuestras decisiones. Este tipo de iniciativas, como esta película, ayudan a generar el clima necesario para transformar los cuidados en ciudadanía”.

Buena parte del equipo directivo de Fundación Hospitalarias Navarra, durante la presentación en los cines Golem Baiona.
Una película para compartir, no solo para ver
Votemos es la evolución del cortometraje Votamos, nominado a los Goya y preseleccionado a los Oscar en 2023. Ahora, en formato largo, la cinta llega a los cines el 13 de junio, distribuida por DeAPlaneta. Y lo hace con una vocación clara: invitar a que cada espectador, al salir de la sala, se pregunte cuántos de sus votos —en la vida diaria— están guiados por la empatía… y cuántos por el prejuicio.
Porque Votemos no solo entretiene. Nos devuelve a una conversación imprescindible: la de construir una sociedad donde, por fin, nadie tenga que ocultarse para ser aceptado.