“Lo que nos ha enseñado este trabajo es que la diversidad varietal y lo que hay dentro de una misma variedad en el viñedo navarro es muy amplia, con un potencial enorme para la investigación, la experimentación y su posterior utilidad comercial”
Con estas palabras explica Félix Cibriáin, de la sección de Viticultura y Enología de Navarra, EVENA, el trabajo que ha realizado este organismo en la búsqueda, identificación y recopilación de las cepas más antiguas existentes en la Comunidad foral. “Algunas de ellas, desconocidas“, añade.
Un trabajo que se ha presentado en el marco de las Jornadas Vitivinícolas que el Consejo Regulador de la DO Navarra ha celebrado en la sede de la Universidad Pública de Navarra, UPNA.
En concreto, se trata de un estudio que se ha llevado a cabo en los últimos 12 años y que ha salido adelante gracias a la colaboración de 50 viticultores de nuestra región.
Dicho esfuerzo ha permitido el descubrimiento de un total de 52 variedades de uva: 21 blancas, 25 tintas y 6 rosadas. A partir de ahí, tal y como explican los autores del informe, “se trata de rescatar el material vegetal que está a punto de desaparecer”. Es más, Cibriáin añade que “en el caso del Graciano, en muchas ocasiones, cuando íbamos a recogerlo ni lo reconocíamos hasta su posterior estudio”.
Las conclusiones son claras: 23 variedades no aparecen en el listado nacional que define a este tipo de uvas y, de éstas, 12 genotipos son, directamente, desconocidos. Entre ellas, Tempranillos navarros que aparecen referenciados por escritos del siglo XVIII como “Albillo Mayor”, “Grand Noir” o “Chasselas Doré” y otras hoy desconocidas
Pese a no estar inscritas en el Registro de Variedades Comerciales, en EVENA aseguran que algunas de ellas podrían contar con una interesante aplicación técnica por su potencial agronómico y enológico o, directamente, por su resistencia a las enfermedades de la viña.
MÁS DATOS
El trabajo se completa, además, con una primera elaboración del vino una vez que se ha comprobado las características enológicas de la uva. Aquí, “nos hemos volcado en los Tempranillos navarros y en las variedades desconocidas que ya evidenciaban un perfil cualitativo muy interesante en anteriores vendimias“, explicaron los autores del trabajo.
Así, se han efectuado 25 elaboraciones experimentales que, a posteriori, han sido testadas en una cata de la que han vuelto a salir algunas variedades desconocidas así como nuevos biotipos de Tempranillos. Una labor de investigación y recopilación que, en definitiva, ha permitido reforzar el trabajo que EVENA, realiza en sus instalaciones de Olite a partir de este tipo de cepas singulares de Navarra.