La digitalización empresarial ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una obligación si quieres seguir siendo una empresa competitiva en un comercio sin fronteras, con mercados transparentes, donde tus clientes y tus competidores tienen todo tipo de información comparativa.
Ante esta realidad, pongamos los pies en la tierra, porque los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que hay más de 3.000 empresas del sector manufacturero en Navarra, de las que solo 55 cuentan con más de 200 empleados. Estas cifras reflejan algo que ya es conocido, que vivimos en un entorno en el que las pymes y micropymes dominan el panorama empresarial. Sin embargo, las estadísticas también dicen que estas empresas se están quedando atrás en la necesaria transformación digital.
La Unión Europea y el Ministerio de Economía y Empresas lo tienen claro y han destinado fondos para la creación de las Oficinas de Transformación Digital (OTD) en todas las comunidades españolas. En Navarra, la OTD está siendo gestionada por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra (COIINA) para ayudar a las empresas a caminar, cada una a su ritmo, en la digitalización, y hoy hablamos con Gonzalo Franco, director de la OTD de Navarra.
¿Cómo ha empezado el trabajo de la OTD?
En el momento en que la Administración nos comunicó la condición de Oficina de Transformación Digital (OTD) en exclusiva para Navarra, iniciamos un análisis de la situación del tejido industrial navarro. Tras varios meses de trabajo, decenas de entrevistas y visitas realizadas, hemos constatado que la mayoría de las empresas o no ha comenzado o apenas ha hecho pequeñas incursiones en su camino hacia la transformación digital. Y lo que es aún más grave, no existe una estrategia clara sobre cómo empezar y a dónde llegar.
En la presentación de la OTD hace apenas un mes hablaron de 132 actividades para las pymes durante este año, ¿en qué van a consistir?
“La OTD Navarra asesora de manera gratuita a todas las empresas que lo deseen”.
Nuestro reto es llegar a todas aquellas empresas que todavía no son conscientes de los cambios necesarios, empresas que ahora tienen beneficios, que llevan toda la vida relacionándose de la misma manera con sus clientes y que la saturación del día a día les supera tanto como para poder prestar atención a estos temas. Este es el público objetivo de la OTD. Queremos concienciar a estas empresas de la magnitud de los cambios que se están produciendo en su entorno y que, si no hacen nada al respecto, tarde o temprano desaparecerán o por lo menos tendrán graves problemas de competitividad. Esperamos facilitarles este viaje hacia la transformación digital, que se sientan arropadas.
Además, trabajaremos muchas otras acciones orientadas a trabajar las nuevas competencias, las personas, cómo llevar a cabo la implantación y otras ventajas competitivas que puede aportar en sus empresas las principales tecnologías habilitadoras. Siempre con un enfoque muy práctico, porque no podemos olvidar que nos dirigimos a profesionales que necesitan resultados desde el minuto uno.
LAS PYMES, O SE DIGITALIZAN O DESAPARECEN
¿Y cómo está siendo la respuesta de las empresas?
Tenemos sentimientos enfrentados. Por una parte, estamos abrumados por el interés que ha despertado la OTD Navarra, pero casi la totalidad de las personas interesadas provienen de grandes empresas. Los responsables de las pymes no están concienciados, ya sea por la falta de recursos, el miedo a lo desconocido o la resistencia al cambio. Si una pyme ahora funciona y es rentable, es el momento idóneo para interesarse por estos temas e ir empezando poco a poco. La transformación digital es un gran desafío que ofrece grandes oportunidades y que hay que ir abordando en pequeñas dosis para no atragantarse en el proceso, pero siguiendo el guion establecido.
¿Cómo se explica a las pymes que es importante esta transformación?
Es muy complicado hacer ver a una pyme que actualmente está teniendo resultados positivos, y que lleva toda la vida haciendo lo mismo, que debe cambiar su forma de pensar. Pero estamos viendo que la evolución nos conduce hacia productos personalizados y/o conectados, con servicios de valor añadido para satisfacer las expectativas del consumidor digital, que se caracteriza por buscar la inmediatez, ser exigente y, sobre todo, por estar bien informado. Se tiende a pensar que esto no va afectar a mi sector y es un gran error. La cuestión no es si mi sector se va a transformar, sino cuándo va a suceder.
“Sin personas no hay transformación”.
Una pequeña compañía que ahora mismo está pensándoselo, ¿qué pasos debe dar?
Entidades como el Colegio de Ingenieros Industriales y la Fundación Industrial Navarra llevan años trabajando la transformación digital y ayudando a empresas y profesionales a mejorar su competitividad. Por tanto, es una oportunidad única para beneficiarse de su experiencia y del camino recorrido. A partir de aquí, la OTD Navarra asesora de manera gratuita a todas las empresas que lo deseen. Este asesoramiento no es consultoría, nos centramos en ser facilitadores para que las empresas escojan al compañero de viaje que más le convenga, ya sea una consultora, un habilitador digital u otra empresa.
¿Hay una transformación tipo para todas las empresas?
Cada empresa es única y tiene su propia realidad, por tanto, el proceso de transformación tiene que ser personalizado. No hay una receta única, pero sí hay una serie de pasos recomendados.
“Si una pyme ahora funciona y es rentable, es el momento idóneo para interesarse por estos temas e ir empezando poco a poco”.
Hacía referencia antes a los miedos de las compañías: el coste económico y personal, los cambios…
Efectivamente, hay muchos aspectos que abordar. Tal vez el menos importante es el económico. Las personas, las nuevas capacidades que se van a demandar a los profesionales del futuro y la resistencia al cambio son los grandes retos del futuro. Sin personas no hay transformación.
Es fundamental involucrar a todas las personas de la organización para que se sientan partícipes y protagonistas de esta (re)evolución.
¿Qué le puede pasar (en el corto-medio plazo) a una empresa que, a pesar de toda esta advertencia y ayuda, decide no dar el paso de la transformación?
Es responsabilidad de los empresarios seguir generando valor, crear o mantener empleo para asegurar la viabilidad de su empresa. No hacer nada siempre es una opción, pero es la peor de las opciones. La pregunta que se deben hacer los empresarios es: ¿está mi negocio evolucionando al ritmo que lo hacen las personas? Y por paradójico que resulte, no podemos tener un negocio del siglo XX con clientes del siglo XXI. Hay que tomar las decisiones correctas para adaptarse y entender lo que está pasando a su alrededor. Pero quiero lanzar un mensaje de optimismo a las empresas que todavía no han empezado, aún están a tiempo y les espera un gran futuro si deciden iniciar el camino hacia la transformación digital.
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