Contratar a una persona con discapacidad no es hacer un favor. Su incorporación puede ser rentable y permite generar un impacto positivo en la sociedad. Esa es la conclusión que se desprende de las palabras de Diana Bohórquez, la coordinadora de formación de Specialisterne, una consultora especializada en la formación de personas con autismo.
Este jueves, 10 de octubre, Bohórquez visita la sede de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), de la mano de Fundación Iddeas y Mutua Navarra para participar en la jornada ‘Equipos diversos, un nuevo talento en las organizaciones’.
De hecho, comenta la coordinadora de formación de Specialisterne, «una de cada 59 personas posee autismo». Y muchas de ellas llegan a la universidad y tienen habilidades muy enfocadas hacia el tratamiento de datos y la gestión de la información, competencias muy demandadas en el futuro mercado digital, como ya informó NavarraCapital.es.
¿Qué pueden aportar las personas con autismo al mercado laboral?
Muchas personas con esta condición tienen un perfil de pasión por los detalles, es decir, muy buenas capacidades para la memoria y para identificar patrones; una alta tolerancia a las tareas repetitivas y una baja tolerancia al error. También son muy constantes, con un seguimiento de instrucciones altísimo, por encima de la media, y una capacidad para enfocarse en tareas específicas también por encima de la media; son honestos porque son muy literales en el seguimiento de pautas… Y esas capacidades se pueden transformar en competencias a la hora del trabajo.
«Las competencias informáticas son las que más se adaptan a estas personas con pasión por los detalles».
¿Tienen identificados algunos sectores más ad hoc para ellos?
Cada persona tiene sus competencias y su proyecto personal. Ni todas las personas con autismo están capacitadas para la informática ni les interesa. Pueden gustarles la jardinería, las matemáticas o lo que sea. Y esa parte hay que respetarla, porque es importante que haya autodeterminación también. Hace años, por el hecho de tener una diversidad parecía que toda tu vida estaba programada, incluido el trabajo en los centros especiales. Hoy, no. Por otro lado, en Specialisterne, aunque se trabajan otras habilidades, creemos que las competencias informáticas son las que más se adaptan a estas personas con pasión por los detalles. El entorno de la gestión de la información y la informática nos es favorable.
Oficina de Specialisterne, donde dieciséis de los veinte trabajadores tienen diagnosticado autismo.
Con la transformación digital de las empresas, se abre todavía más mercado para estas personas.
Así es. La gestión de la información, el Big Data… Ahí creo que va a haber un mercado importante para estas personas, por sus competencias, y puede ser un campo a crecer. La gestión de la información se da en muchos espacios y, ahora mismo, tenemos a la mayoría de los consultores trabajando en el sector banca, pero también hay gente haciendo cosas de seguridad, inteligencia artificial, temas de automoción y seguridad en la conducción, videojuegos… La informatización tiene múltiples aplicaciones y cada vez va a ir a más.
¿En qué va a consistir su ponencia en Pamplona?
Nuestro objetivo es mostrar el valor de la diversidad como opción dentro del mercado laboral, como posibilidad de crecimiento tanto para las personas como para los equipos.
¿Qué diría a las empresas que se plantean asistir a esta jornada?
Contratar a uno de nuestros consultores no es una simple foto, sino un cambio real y a mejor en nuestra sociedad, no estás haciendo un favor al contratarlos. Por otro lado, es muy rentable, porque tienes personas específicas, con talentos específicos para tareas muy concretas. Ahí están las dos partes: el negocio y lo social, algo que cada vez nos piden más, alinearse con la RSC real. Finalmente, hay otro impacto, más difícil de medir: cómo cambias la calidad de vida de esa persona, que quizás ha tenido su primera oportunidad laboral con más de 30 años.
«Contratar a uno de nuestros consultores no es una simple foto, sino un cambio real y a mejor en nuestra sociedad».
¿Cómo es la formación específica que ofrecen a estas personas?
Lo que nos hemos encontrado es que las personas con esta condición vienen de entornos educativos muy diferentes. Algunas han terminado la ESO, la FP, la universidad o un máster. En Specialisterne, hacemos una formación subvencionada para las familias, de 500 horas, donde ponemos el foco en la parte técnica y la parte sociolaboral. Todos pasan por esa formación, que nos da la posibilidad de conocerles muy bien-
SPECIALISTERNE, EL DIENTE DE LEÓN
La marca de la empresa Specialisterne es un diente de león. «Se trata de una planta que suele crecer como maleza, entre los cultivos, y la arrancamos. Pero cuando la conoces y la cultivas, es una planta que tiene muchas propiedades para la cocina, la medicina… Y tú, ¿qué quieres ver? ¿Las dificultades o las capacidades?», valora Bohórquez, psicólaga que trabaja en esta consultora y que lleva veinte años conociendo a las personas con autismo, «una pasión» de la que aprende y descubre «una forma diferente de procesar».
¿Qué es Specialisterne?
Una consultora informática que nació en Dinamarca hace más de trece años y que se encarga de buscar, formar y ofrecer oportunidades, dentro de las tareas informáticas, a personas con un diagnóstico específico de autismo. De los veinte empleados de Specialisterne en Madrid, dieciséis tienen este diagnóstico, por lo que demostramos que la diversidad puede ser rentable.
¿Están las empresas concienciadas para tener estos grupos diversos?
En general, sí que hay una intención, pero a menudo no saben cómo hacerlo. Y es ahí donde entramos a echar una mano y les guiamos con los apoyos que puedan necesitar, los ajustes en los equipos, etc.
