La economía de Navarra crecerá este año un 1,2 %, mientras que la nacional lo hará en un 0,8 %. Esas son las actuales previsiones recogidas en las ‘Perspectivas Económicas para 2023’, presentadas este jueves por el Departamento de Estudios de Laboral Kutxa. Unas cifras que, en el caso de la Comunidad foral, representan una ligera subida frente a los pronósticos que realizó esta misma entidad financiera en octubre. Entonces, sus responsables estimaron una tasa de crecimiento para la región “próxima al 1 %”.
Por otro lado, y para el ejercicio 2022, la entidad financiera confía en que Navarra logre un revalorización del 4,1 % y que la del conjunto del Estado se sitúe en el 5,3. “Con respecto a nuestras previsiones del pasado junio (que hablaban de un 3,5 % en 2022 y un 2,6 % en 2023 para Navarra, frente a un 4 y un 3,2 % respectivamente para España), hemos corregido sensiblemente al alza las tasas esperadas para 2022 y claramente a la baja las de 2023 por la desaceleración global, el elevado nivel de precios, las condiciones financieras más duras y las dificultades asociadas a la guerra y sus consecuencias energéticas”, explicó su director del Departamento de Estudios, Joseba Madariaga. No obstante, subrayó que, “por el momento, no se aprecia una desaceleración relevante de la actividad” en la Comunidad foral.
En esa misma línea, Ibon Urgoiti, director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, afirmó que el último año “ha sido positivo para la Eurozona” y que los incrementos de tipos de interés aplicados por los bancos centrales para mitigar la subida de los precios auguran “una nueva etapa en materia de política económica”. No obstante, “la característica más notoria del momento económico es la incertidumbre, que complica la interpretación y hace difícil separar el ruido de la tendencia“, añadió.
A partir de ahí, Urgoiti vaticinó un 2023 con una economía americana “débil”, una china “que no consigue eludir nuevas olas de Covid” y un Reino Unido que afronta “importantes desafíos estructurales y fiscales”. En ese contexto, aseguró que “la reconstrucción del almacenamiento de gas para el invierno de 2024 se convertirá en todo un reto”. Y también que la crisis energética y la consiguiente subida de tipos de interés “van a suponer un lastre importante”. Frente a esos riesgos, el director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa valoró el contrapeso que supone “la importante bolsa de ahorro embalsado por las familias durante el bienio 2020-2021″.
ANÁLISIS DETALLADO
Tras estas reflexiones, la presentación de ‘Perspectivas Económicas para 2023’ se completó con un análisis pormenorizado del contexto actual a cargo de Madariaga. Este especificó que las diferentes regiones del mundo, con Estados Unidos y la Eurozona a la cabeza, mantuvieron tasas de crecimiento elevadas hasta el segundo trimestre de 2022.
Sin embargo, los datos del tercer trimestre “muestran una clara ralentización“, por lo que “los vientos de cola que han impulsado la economía mundial tras la pandemia se han desvanecido“. De ahí que, con vistas a 2023, hizo mención a que Estados Unidos vivirá “una clara ralentización“, mientras que para el Viejo Continente anunció una “política contractiva” que llevará a la Eurozona a una tasa negativa de una décima.
Al mismo tiempo, comentó que España, frente a sus homólogos europeos, “lleva un claro retraso” en la recuperación de los niveles que alcanzó en el cuarto trimestre de 2019, justo antes de la pandemia. Y, sobre la evolución de los precios, destacó que “el grupo de los alimentos es el que más aporta a la inflación, ya que representa más de la mitad de la tasa (3,5 de 6,7 puntos porcentuales)”.
Por último, de Navarra subrayó la recuperación de la renta y del valor añadido de su industria a niveles previos a la pandemia. En concreto, el primero está un 0,8 % por encima, y el segundo un 3,1 %. Frente a estos resultados, la construcción, con una caída trimestral del 1,6 %, todavía se encuentra en valores similares a los de 2019, mientras que el consumo y la inversión registraron caídas del 4 y del 5,2 % respectivamente. En cuanto al sector exterior, el incremento de las exportaciones (+1,3 %) compensó la corrección (5, 6 %) de las importaciones.