Como cada mes de septiembre, en el pleno de Estrasburgo tiene lugar el debate del Estado de la Unión (SOTEU). En él, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, esboza las líneas políticas y principales medidas para el curso político. Este año, además, era el primer debate después del comienzo de la guerra de Putin en Ucrania y, por ello, Olena Zelenska estaba sentada en la bancada de la comisión. “Putin fracasará y Ucrania y Europa vencerán”, aseguró al dirigirse a la primera dama.
El reto al que nos enfrentamos es racional pero, lógicamente, también emocional. La guerra no solo ataca a Ucrania. Putin está sometiendo al mundo a un pulso en materia de energía, economía y valores. Su objetivo es desesperanzar toda mirada al futuro y al progreso. Frente al miedo, el horror y la guerra, está la unión de los Estados, que es la mayor defensa posible.
Entre las medidas más importantes anunciadas por la Comisión se encuentra el compromiso de diversificar los suministros eléctricos para apartarnos de la dependencia rusa. Debemos buscar nuevos aliados. Son fiables países como Nigeria o Estados Unidos, lo que acerca la posición de la Unión Europea a la española. En este sentido, el país africano es el tercer suministrador de carburantes para España. Por su parte, la potencia norteamericana se encuentra también entre los principales agentes de este mercado.
La Comisión reafirmó, así mismo, la aplicación de impuestos a los beneficios extraordinarios de las eléctricas, a los que hay que poner freno. Un mensaje que está en línea, de nuevo, con la propuesta del Gobierno de España. Se estima que esta medida podría recaudar hasta 140.000 millones de euros. Además, se ha propuesto la creación de un grupo de trabajo para limitar el precio del gas.
“Sorprende la propuesta de creación de un banco europeo de hidrógeno, con un presupuesto de 3.000 millones de euros. Una medida importante para España”.
El organismo se comprometió también a separar los precios del gas de las fuentes de energía renovables. Una apuesta que representa una reforma profunda del mercado eléctrico en colación con la propuesta de Pedro Sánchez de desvinculación de los precios. Nuestra prioridad es que las empresas no se beneficien de la guerra y que, por supuesto, no repercuta al coste en la factura de los ciudadanos.
De la guerra a la pandemia, von der Leyen recordó la crisis sanitaria originada por el Covid-19 y honró la rápida actuación de los países en pro del suministro de las vacunas en tiempo récord. También anunció una mayor inversión en sostenibilidad y reducción de la deuda, pero sin frenar el crecimiento. Para ello, será necesaria una revisión de las reglas de gobernanza económica con un mayor control y rendición de cuentas.
La transición digital y la lucha contra el cambio climático se sitúan como principales retos del siglo. Debemos ser resilientes ante la contaminación global. Y, como novedad, sorprende la propuesta de creación de un banco europeo de hidrógeno con un presupuesto de 3.000 millones de euros. Esta medida resulta especialmente importante también para España y para la construcción de un futuro verde.
“Se hace tangible una apuesta firme por el bienestar de la ciudadanía europea con especial atención en la perspectiva migratoria, de juventud, así como del cuidado de la salud mental”.
Este verano, el más caluroso de la historia y el más seco, provocó numerosos incendios en toda Europa, también en Navarra, lo que evidenció que necesitamos más recursos, más equipo y más infraestructuras. La Comisión anunció también que pondrá medios a disposición de los Estados.
No puede faltar un pacto democrático y de Unión para proteger el Estado de Derecho de Europa y su apertura ante otros Estados con el fin de una mayor cooperación universal. Y se hace tangible, por fin, una apuesta firme por el bienestar de la ciudadanía de la Unión Europea con especial atención en la perspectiva migratoria y de juventud, así como se refuerza el compromiso por el cuidado de la salud mental.
Me parece importante destacar que, por primera vez, la corrupción se pretende incluir como sanción contra los Derechos Humanos. Veremos cómo encaja esto en la legislación y la posición de algunos partidos ante esta idea más que acertada. De esta forma, la energía, la democracia y la seguridad, el cambio climático y la forma de financiar la autonomía estratégica de Europa son los temas debatidos en el Parlamento.
Medidas concretas en una institución a la que cada vez miran más ojos por la imprescindible respuesta coordinada y unitaria que debemos dar ante las crisis. Ya lo hicimos con la del coronavirus, lo haremos también con la energética. Todo esto, consecuencia de una inexplicable guerra. Pero, como se decía en el hemiciclo, “Putin fracasará y Ucrania y Europa vencerán”. Así que larga vida a Europa.
Adriana Maldonado
Eurodiputada socialista