Adriana Maldonado.
«Este es un momento para Europa. Frente a la crisis de salud pública, la crisis climática, la revolución digital y los desafíos de la migración, la mejor respuesta es una respuesta europea. Nuestra Unión siempre ha estado en su mejor momento cuando trabajamos juntos en solidaridad para proteger nuestros valores e intereses».
Así empieza el documento con el que la Presidencia francesa estrenó su semestre al frente de la Unión Europea. Toda una declaración de intenciones resumido en el lema ‘Recuperación, Fuerza y Pertenencia‘ y que tuvo su continuación en el discurso pronunciado por el presidente galo, Emmanuel Macron, el pasado 9 de diciembre. En esa intervención presentó las prioridades de una Presidencia francesa que centrará sus actividades en las siguientes grandes áreas.
La primera, llevar a cabo un programa en pro de la soberanía europea. Es decir, asegurar la pervivencia de Europa tal y como la conocemos ahora, así como de sus valores e intereses. Crear, por lo tanto, un «nuevo modelo» de crecimiento que nos haga reconocibles ante el resto del mundo por su «humanismo», la defensa de la persona y su integridad.
En materia sanitaria, la Presidencia francesa se ha marcado como principal objetivo lograr el mayor nivel posible de protección. Para ello se propone compartir las mejores prácticas e información sobre políticas de vacunas y respetar la responsabilidad de los Estados en materia de salud pública. También se fortalecerán las capacidades de producción de vacunas de la UE y se buscará proseguir los esfuerzos de solidaridad internacional, especialmente con respecto a África. Todo ello con el objetivo de simplificar el acceso a las vacunas de aquellos países de bajos y medianos ingresos, en particular gracias a COVAX.
En este semestre se debe crear un nuevo modelo de crecimiento, «más humanista», que nos haga reconocibles frente al mundo.
Por su parte, en el ámbito económico, el resto será fijar un nuevo modelo de crecimiento e inversión para la UE y la zona euro. Como principales líneas de trabajo se quiere seguir adelante con el reparto de los fondos europeos y, sobre todo, con una ejecución que, por el momento, ha beneficiado a España con hasta 19.000 millones de euros.
SOSTENIBILIDAD Y POLÍTICA EXTERIOR
Además, como complemento a todo lo anterior, la Presidencia rotatoria de la UE pretende establecer un nuevo sistema de precios del carbono. «Es una cuestión de eficiencia económica y ecológica», confirmó Macron. Sin olvidar la amenaza que Rusia representa para Europa Oriental con la concentración de tropas en la frontera de Ucrania y el apoyo que presta al Gobierno bielorruso. Será uno de los asuntos más complicados y delicados que habrá que gestionar de aquí a junio. Sobre todo porque los miembros de la UE han mostrado, hasta ahora, una posición común frente a las amenazas rusas.
No hay que olvidar por último que, una vez pasado el ecuador de la legislatura, el Europarlamento se apresta a adoptar normativas de gran calado en campos como la digitalización o la sostenibilidad climática y social. También se deberá atender y debatir sobre la regulación económica y rendición de cuentas de las plataformas digitales o establecer una legislación europea sobre salarios mínimos.
En definitiva, esperamos que este semestre se haga realidad el llamado «efecto Bruselas» con un paquete de nuevas medidas legislativas que permitan la transformación de Europa para hacerla más resiliente.
Adriana Maldonado
Eurodiputada socialista
