Ignacio Aranguren se enamoró del teatro rompiéndose una pierna. Literalmente. La escayola le obligó a guardar reposo en clases de Gimnasia y, mientras sus compañeros se ejercitaban, el joven pamplonés devoraba las obras del dramaturgo Alejandro Casona. Poco después accedió a las bambalinas del Teatro Gayarre, donde se curtió en las labores de utilería. Y no tardó en formar parte del grupo aficionado El Lebrel Blanco a partir de 1973, agrupación en la que militó como actor, adaptador y ayudante de dirección.
Brecht, Quevedo, Shakespeare y Molière. Durante 35 años, Ignacio logró poner en escena 800 representaciones con infinidad de textos escritos por los grandes dramaturgos de la historia. Así lo hizo desde la creación del Taller de Teatro del Instituto Navarro Villoslada en 1978 hasta su jubilación en 2013. Una aventura que le llevó a varios teatros españoles de Madrid, Almagro o Sagunto y a otros extranjeros de Francia, Bélgica o Inglaterra.
Desarrolló, así mismo, una labor incansable combinando sus dos pasiones –el teatro y la docencia– que le llevó a elaborar guías didácticas, cursos, conferencias y talleres de teatro. E impulsó proyectos como Talleres de Teatros Intercentros, Proyecto Sin Moldes, Educando en justicia o Jóvenes Espectadores de Navarra. Actualmente, continúa impartiendo charlas y talleres, y participando en congresos nacionales sobre la didáctica de la expresión teatral. De esta forma, ha formado a más de mil alumnos.
De ahí que este profesor y director de teatro juvenil tenga un gran patrimonio acumulado. Un material que quiso donar recientemente al Archivo Real y General de Navarra de su fondo personal, integrándose en su programa de Archivo de la Música y de las Artes Escénicas, donde será objeto de estudio y de iniciativas de difusión como parte integrante del patrimonio documental de Navarra.
Según explicó el Gobierno de Navarra, la fórmula escogida para la donación ha consistido en una articulación en fases, que se establece en el caso de donantes que actualmente se encuentren en plena actividad de creación. Así, en este momento la donación se concretó en «una muestra significativa» de su producción como docente y director teatral, sobre la que se ha creado el Fondo Ignacio Aranguren en el Archivo Real y General de Navarra. La parte restante de su legado llegará al Archivo en sucesivas entregas, conforme a la voluntad del donante y en tanto persista su actividad creadora.
La fórmula escogida para la donación ha consistido en una articulación en fases, que se establece en el caso de donantes que actualmente se encuentren en plena actividad de creación.
En concreto, el fondo donado al Archivo Real y General de Navarra se compone de dieciséis libros y 37 unidades de instalación, junto con documentación audiovisual y en formato digital, en su mayor parte correspondiente a proyectos concretos de puestas en escena.
Dentro de cada proyecto, se identifica la documentación propiamente teatral (cartel y programa de mano, fotografías, audiovisuales, recortes de prensa, memoria final, revistas, borradores, guiones, invitaciones, discursos, planes de iluminación, pruebas de maquillaje), documentación pedagógica (guía didáctica, cuestionarios y valoraciones de los participantes, trabajos o redacciones del alumnado espectador, encuestas, dibujos, planes de actuaciones o reglamentos de asistencia y conducta) y documentación de gestión (como el resumen económico de gastos e ingresos, correspondencia, solicitudes de subvenciones o convenios culturales).
Este fondo se nutre paralelamente de la documentación aportada por el creador Vicente Galbete, colaborador asiduo en los proyectos de Ignacio en el Taller de Teatro desde 1987, consistente en carteles y programas de mano, bocetos y diseños de escenografía y atrezzo, junto con bocetos y figurines de vestuario.
En conformidad con las especificaciones del acuerdo de donación, junto con la responsabilidad de garantizar la conservación del legado, el Archivo Real y General de Navarra adquiere el compromiso de promover tanto su difusión, a través de actividades de mediación cultural y pedagógicas, como la investigación científica, procurada a través de la página web del programa de Archivo de la Música y de las Artes Escénicas de Navarra (AMAEN).
LA FORJA DE UN ENTUSIASTA
Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Navarra, Ignacio ha ejercido como catedrático de Lengua y Literatura Españolas en Educación Secundaria, ámbito en el que ha sido todo un referente como profesor de teatro y dramatización. Por otra parte, su formación teatral, iniciada en 1981, abarcó temáticas como tendencias del teatro actual, método orgánico de interpretación, dirección teatral, La commedia dell`arte o escenografía.
De hecho, su interés le condujo por un periplo internacional, en el que destacó su experiencia en la Youth Arts Summer School (Cheshire, Reino Unido, 1993) o en el Stage de formation et d’ echanges – Ecôle et Creation (Grenoble, Francia, 1991).
Entre los más de mil alumnos y alumnas que han desfilado por el taller encontramos actores y actrices, técnicos, docentes, guionistas o directores, entre los que destaca Alfredo Sanzol, imbuidos por una visión plural y abierta de las posibilidades expresivas y comunicativas del teatro, concebido como una herramienta de cohesión social y de transmisión de valores. Su labor fue reconocida en 2016 con la concesión del Premio Príncipe de Viana de la Cultura.
Desde 1990, Ignacio ha desarrollado una importante labor como ponente en jornadas y congresos nacionales sobre pedagogía teatral con jóvenes, ejerciendo además como asesor para dicha especialidad en el Centro de Apoyo al Profesorado (CAP) de Pamplona, en la UPNA y en la Fundación Municipal Teatro Gayarre.
MÁS ALLÁ DE LA DOCENCIA
Toda esa actividad ha sido objeto de diversos reconocimientos como el Premio de Teatro Infantil Antxon Elósegui (1976); Premio Nacional de Innovación Educativa Francisco Giner de los Ríos (1989); el Premio del Ministerio de Educación a Talleres de Expresión Artística en Centros de Enseñanza Media y Superior (1989); el Premio Nacional Buero a la mejor dirección (2006); o el Premio Nacional Juan Mayorga 2019 por su larga trayectoria profesional de promoción del teatro entre las y los adolescentes.
Entre sus publicaciones como docente destaca su libro de texto Dramatización. Segundo Ciclo de ESO (1996, junto a Vicente Galbete, María José Goyache y María Teresa Pascual); 25 años de teatro y educación (2007, junto a Vicente Galbete); Educación artística. Plástica, Música, Dramatización. Educación Secundaria (2007, junto a José-Luis Valenciano Plaza y Fermín Iriarte); o Dramatización. La posadera, de Carlo Goldoni. Texto adaptado, análisis y actividades en unidad didáctica para el aula (2009).
Por su parte, como textos teatrales propios figuran Los apuros de Don Jeringa o Vamos a jugar al teatro (CIT de Tolosa, 1976), Primera Vez. Suite (junto a Javier Izcue, Algar Editorial, 2010), SENTyMENTALIA. Swett Adolescencia (junto a Javier Izcue, Algar Editorial, 2015), Pícaros cómicos clásicos (Algar Editorial, 2013) y El actor adolescente. Manual de urgencia para profesorado en apuros (Gobierno de Navarra – ALGAR Editorial, 2017).